De ¡®Al salir de clase¡¯ a ¡®?lite¡¯: c¨®mo las series adolescentes hablaron a los j¨®venes de todo lo que estaba prohibido
Han pasado casi 40 a?os desde ¡®Segunda ense?anza¡¯, la primera serie puramente adolescente en Espa?a, y los creadores y guionistas de los t¨ªtulos m¨¢s populares explican a ICON c¨®mo reflejaron los miedos, anhelos y avances sociales de cada momento desde la altura de un pupitre
En el s¨¦ptimo cap¨ªtulo de Verano azul le vino el periodo a Bea. O, como lo llamaba su hermano Tito, ¡°el peri¨®dico¡±. Su madre proclamaba, entre m¨²sica de violines, una frase hoy cl¨¢sica de la televisi¨®n espa?ola: ¡°Bea ya es mujer¡±. As¨ª, la serie de Antonio Mercero romp¨ªa con uno de los mayores tab¨²es de la sociedad y sentaba las bases de lo que vendr¨ªa despu¨¦s: a menudo, las series adolescentes son las primeras en abordar los temas m¨¢s transgresores. Segunda ense?anza, la serie de 1986 escrita y protagonizada por Ana Diosdado, mostr¨® uno de los primeros personajes homosexuales en la televisi¨®n espa?ola (Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n interpret¨® a una estudiante que se enamoraba de su profesora) y explor¨® el tema del suicidio cuando el personaje de Jorge Sanz, incapaz de soportar el autoritarismo de su padre heredado de la estricta educaci¨®n franquista, se ahorcaba.
En 1997, Telecinco se propuso crear su propia Sensaci¨®n de vivir con la emisi¨®n diaria en las sobremesas de Al salir de clase. Seg¨²n Antonio Cuadri, uno de sus creadores, la consigna de la serie era proporcionar un ojo de cerradura a los padres para que descubriesen c¨®mo era la vida de sus hijos con una aproximaci¨®n realista. Al salir de clase retrat¨® a una generaci¨®n de transici¨®n. ¡°A aquellos j¨®venes les toc¨® gestionar la resaca de la inquietud cultural [los chavales ten¨ªan grupos de m¨²sica: Silvanos, Radar o Tess] y la preocupaci¨®n social [representada por Alumnos en acci¨®n, la asociaci¨®n solidaria del instituto Siete Robles] y a la vez estaban ya tocados por el consumismo y por la superficialidad posmodernista a la que los j¨®venes se abandonar¨ªan definitivamente en los 2000¡±, explica Antonio Cuadri.
Los personajes de Al salir de clase experimentaban las preocupaciones de los j¨®venes de los 90: los trabajos basura (en el Superpizza o poniendo copas en el CBC), los complejos de clase (Ra¨²l, el personaje de Victor Clavijo) o la ecolog¨ªa (La patrulla ecol¨®gica liderada por Elena, interpretada por Athenea Mata). ¡°Nuestro prop¨®sito era hacer una serie sobre adolescentes espa?oles pero desde su punto de vista, no el de los adultos¡±, explica Eduardo Zaramella, otro de los creadores, ¡°Y siempre ha habido adolescentes que, para rebelarse, deciden cambiar y mejorar el mundo que los rodea¡±. En Al salir de clase aparecieron asuntos sociales como el sida (Carlota -Pilar L¨®pez de Ayala- entablaba amistad con un seropositivo), la inmigraci¨®n (con la marroqu¨ª Yasmina, que adem¨¢s trabajaba en un centro de acogida de inmigrantes) o la homosexualidad.
¡°La cadena todav¨ªa no lo ten¨ªa muy claro¡±
El autor de la trama de Santi (Alejo Sauras), el primer adolescente gay de la televisi¨®n espa?ola, fue el guionista Jaime Palacios. ¡°Yo quer¨ªa decirles a los adolescentes que ser inteligente no era algo de lo que avergonzarse o de lo que burlarse. Y que tampoco hab¨ªa que esconder los sentimientos. Que los amigos pod¨ªan ser el refugio en el que de verdad ser nosotros mismos¡±, se?ala Palacios, ¡°Por eso hab¨ªa chicos que les dec¨ªan a sus amigos ¡®te quiero¡¯ sin connotaciones gays¡±. El primer personaje homosexual de la serie hab¨ªa sido Clara (Laura Manzanedo), que se enamoraba de Miriam (Mari¨¢n Aguilera), luego le prend¨ªa fuego a su casa y acababa enamor¨¢ndose de chicos y aclarando que lo del lesbianismo hab¨ªa sido ¡°una fase de confusi¨®n¡±.
¡°Aquello fue antes de Santi y la cadena todav¨ªa no lo ten¨ªa muy claro. No le gustaba mucho¡±, aclara Zaramella. ¡°Adem¨¢s, en esa ¨¦poca estaba m¨¢s aceptado una relaci¨®n entre dos hombres que entre dos mujeres. Cuando me toc¨® a m¨ª escribir el episodio 500, insist¨ª en que Clara aclarase que era bisexual, que hab¨ªa tenido relaciones tanto con chicos como con chicas. Nada de ¡®fui lesbiana pero ya no¡¯. Era bisexual¡±. Palacios se propuso tratar la historia de Santi con m¨¢s rigor.
¡°Yo quer¨ªa que Santi fuese uno m¨¢s, con sus palos, sus desenga?os, sus cuernos, sin poner especial ¨¦nfasis en su homosexualidad. Quer¨ªa normalizarlo¡±, indica, ¡°Pero primero lo present¨¦ en el armario, para mostrar que su represi¨®n era lo que le amargaba la vida. Aparec¨ªa en un grupo neonazi d¨¢ndole palizas a los ¡®diferentes¡¯, odi¨¢ndose a s¨ª mismo, pero vetaron la trama de los neonazis y la reemplazaron por La banda del bate. Yo no le puse ese nombre¡±. Telecinco permiti¨® que Santi fuese gay bajo la condici¨®n, eso s¨ª, de que no ejerciera como tal. ¡°La cadena no quer¨ªa mostrar besos ni relaciones sexuales con Santi. Que fuera gay, pero que no vi¨¦semos su vida gay¡±, recuerda Zaramella, ¡°Pero en la siguiente temporada se nos permiti¨® contar una historia de amor y Santi se enamor¨® de Rub¨¦n. Ambos personajes cayeron muy bien entre el p¨²blico. El primer beso homosexual en una serie espa?ola ocurri¨® en Al salir de clase¡±.
De Historias del Kronen al CBC
Los personajes de Al salir de clase funcionaban como un reverso luminoso de la imagen que en los 90 se daba de los j¨®venes: la ruta del bakalao, el botell¨®n e Historias del Kronen. Los alumnos del Siete Robles pertenec¨ªan a la primera generaci¨®n de espa?oles que se pudo permitir el acceso a la universidad casi en su totalidad y por tanto so?aba a lo grande: Al salir de clase representaba al m¨ªnimo com¨²n denominador de la juventud espa?ola y la cadena rechaz¨® que hubiese tatuajes o piercings. En el bar de la serie, el CBC (Chico busca chica), actuaban desde los grupos de Turbo (Rafa Rea?o) hasta estrellas del pop como Bon Jovi, Justin Timberlake o Jennifer Lopez. Esto ¨²ltimo marca el devenir de la serie en desbarre de ciencia-ficci¨®n: la actuaci¨®n de Lenny Kravitz en el CBC no es, ni de lejos, lo m¨¢s inveros¨ªmil que ocurri¨® en Al salir de clase.
¡°La din¨¢mica de tener que escribir cap¨ªtulos diarios sin parar nos llev¨® a plantearnos tramas de thriller porque los misterios siempre enganchan mucho al p¨²blico joven¡±, explica Zaramella, ¡°La primera fue la de La mano negra [un antecedente ib¨¦rico de Gossip Girl, que difund¨ªa panfletos con los secretos m¨¢s s¨®rdidos de los personajes] y fue un exitazo impresionante. Explotamos el misterio de qui¨¦n era La mano negra y dur¨® much¨ªsimos cap¨ªtulos. La gente todav¨ªa se acuerda¡±. La mano negra result¨® ser Eva (Paz G¨®mez), una esquizofr¨¦nica que mor¨ªa de leucemia pero que (inspirada, seg¨²n Palacios, en la Kimberly Shaw de Melrose Place) resultaba estar viva y pon¨ªa una bomba en el instituto.
Al tratarse de una serie diaria (en cinco temporadas emiti¨® 1200 episodios), Al salir de clase quem¨® trama en una constante hu¨ªda hacia adelante. Alberto fue captado por una secta, intent¨® ser modelo y cay¨® en la adicci¨®n a la coca¨ªna. La ecologista Elena sufr¨ªa un trastorno mental, acusaba a ??igo de haber abusado de ella y su enfermedad se agravaba cuando se beb¨ªa accidentalmente un tripi que Santi hab¨ªa echado en el agua de su hermana Violeta para vengarse de ella por haberle contado a su madre que era gay.
Pero adem¨¢s de acabar convertida m¨¢s en Melrose Place que en Sensaci¨®n de vivir, Al salir de clase hizo avanzar la televisi¨®n espa?ola hacia el siglo XXI. Una de las tramas de las que Zaramella se muestra m¨¢s orgulloso es la de Andrea (Carla P¨¦rez), una chica insegura que tiene una cita con un chico, se va con ¨¦l a su casa y este la coerce para mantener relaciones sexuales. ¡°Ella le dec¨ªa que no, pero al final se dejaba por la presi¨®n de no quedar como una estrecha. Despu¨¦s se sent¨ªa mal, se sent¨ªa violenta, y lo hablaba con una profesora que le aclaraba que eso hab¨ªa sido una violaci¨®n. La chica lo denunciaba y mostramos el juicio, donde el abogado defensor argumentaba que ella no se hab¨ªa opuesto y ¨¦l no la hab¨ªa golpeado, mientras que la abogada de la chica explicaba que, si ella hab¨ªa dicho que no, era una violaci¨®n. Tratamos el tema con el asesoramiento de colectivos de mujeres. Al final el chico, que era mayor de edad, era condenado a varios a?os de c¨¢rcel y comprend¨ªa su error. No es una trama tan recordada, pero yo estoy muy orgulloso de ella porque lo tratamos con mucho cuidado en un momento en el que estas cosas no se hablaban¡±, asegura Zaramella.
Los adolescentes saltan al horario de m¨¢xima audiencia
Al salir de clase convivi¨® con Compa?eros, estrenada pocos meses despu¨¦s pero en emisi¨®n semanal y en horario de m¨¢xima audiencia. Manuel R¨ªos (guionista, director y a partir de la tercera temporada productor ejecutivo de Compa?eros) explica que su creador, Manuel Valdivia, se dio cuenta de que en Espa?a hay mucha gente relacionada con la educaci¨®n entre estudiantes, profesorado, funcionarios y padres de alumnos. ¡°Entendimos que el tema despertar¨ªa inter¨¦s en la audiencia y, guiados por Valdivia, trazamos un trasfondo de esp¨ªritu educativo. El ¨²nico referente con el que cont¨¢bamos era Segunda ense?anza¡±. Y efectivamente, interes¨®: Compa?eros alcanz¨® una audiencia de m¨¢s de cinco millones, superando el 30% de cuota, con m¨¢s ¨¦xito a¨²n entre los espectadores adultos que entre los adolescentes. Lo que enganchaba eran los personajes.
El fen¨®meno de Quimi y Valle (Antonio Hortelano y Eva Santolaria), dos ¨ªdolos que decoraron las portadas de las revistas adolescentes de la ¨¦poca, impuls¨® el fen¨®meno de Compa?eros. ¡°Al principio no eran la pareja protagonista, quiz¨¢ iban a ser Arancha y C¨¦sar, pero desde el principio Eva y Antonio se entendieron muy bien. Y los personajes iban como un tiro. Desde el segundo episodio, cuando alguien escrib¨ªa ¡®Valle puta¡¯ en la pizarra y ella se rebelaba y ¨¦l la defend¨ªa. Valle ten¨ªa una personalidad rompedora, empoderada y echada para adelante¡±. Tanto el t¨ªtulo Compa?eros como su canci¨®n de cabecera (No te fallar¨¦) evocaban el aut¨¦ntico concepto la serie: las amistades incondicionales. Por eso el coraz¨®n de la serie era la lealtad ¨ªntima entre Luismi y C¨¦sar.
A diferencia de Sensaci¨®n de vivir, los personajes de Compa?eros no eran aspiracionales. No exist¨ªan por encima de su p¨²blico sino a su altura. ¡°Era una serie sobre la amistad¡±, indica R¨ªos. ¡°C¨¦sar se acercaba a grupos de neonazis y, cuando sus amigos le daban la oportunidad de volver, ¨¦l se daba cuenta de que se hab¨ªa equivocado. Era un grupo de amigos de verdad y el p¨²blico se sent¨ªa parte de esa pandilla, como si fuesen sus compa?eros de la clase de al lado. Los personajes no eran estrafalarios en su forma de ser, no hac¨ªan cosas rocambolescas. Irene Montero dice que le fascinaba la serie. Estoy convencido de que mucha gente de esa generaci¨®n descubri¨® una serie de valores con Compa?eros que les marcaron y les influyeron en su forma de vivir la vida¡±.
Virales 20 a?os despu¨¦s
Hace un par de meses se viraliz¨® en Twitter el v¨ªdeo de la profesora que interpretaba Tina S¨¢inz dando un discurso en clase contra el fascismo. Si los valores del Azcona, un colegio concertado inspirado en el Montserrat de Madrid, siguen siendo relevantes hoy es porque Compa?eros ten¨ªa una voluntad educativa deliberada. Esto, claro, era f¨¢cil en una Espa?a que todav¨ªa se pon¨ªa de acuerdo en algunos temas gracias a que la cultura era monocorde: la televisi¨®n dictaba el pensamiento homog¨¦neo de la sociedad. ¡°Y hablaban de filosof¨ªa. En un cap¨ªtulo los profesores y los alumnos debat¨ªan sobre si leer Yonqui de Burroughs en clase, descubr¨ªan a Lope de Vega, apareci¨® Arsuaga hablando de Atapuerca, Fernando Savater visit¨® el colegio para dar una charla sobre educaci¨®n y filosof¨ªa. Hab¨ªa muchos debates morales y sent¨ªamos una responsabilidad para con nuestra audiencia¡±, recuerda R¨ªos. Compa?eros trat¨® conflictos sociales como el sida (con un ni?o infectado al que algunos padres pretend¨ªan expulsar del colegio, inspirado en un caso real de la ¨¦poca), el embarazo adolescente, el bullying, las sectas, el divorcio, la salud mental, el terrorismo de ETA, las drogas, la explotaci¨®n laboral, los refugiados bosnios o la ouija.
Con el nuevo siglo, la ficci¨®n espa?ola se liber¨® de sus complejos y empez¨® a apostar por la ciencia-ficci¨®n. Seg¨²n Carlos Garc¨ªa Miranda, guionista de El internado y Los protegidos, era l¨®gico que para ello se recurriese a los adolescentes: el p¨²blico juvenil est¨¢ m¨¢s abierto a abrazar relatos de fantas¨ªa y los personajes adolescentes encajan en la ciencia-ficci¨®n porque, seg¨²n resuelven misterios, van descubriendo su identidad. ¡°Conocerse a uno mismo es el objetivo principal de todo adolescente. Y adem¨¢s, los misterios sirven para que los chavales tengan un secreto que ocultar a los adultos, que es otro elemento clave en la vida de un adolescente. Mediante la investigaci¨®n, los chavales aprenden a equivocarse y a construirse su propia vida al margen de sus padres¡±, se?ala Garc¨ªa Miranda.
El destino en tus manos
El internado fue una de las primeras series en tener en cuenta las reacciones de los espectadores en los foros (los guionistas le¨ªan el de la web especializada F¨®rmula TV) y en Facebook. Cuando el p¨²blico rechaz¨® a Amaia (Nani Jim¨¦nez) porque no aceptaba que Marcos (Marti?o Rivas) se enamorase de otra chica tras la muerte de Carolina (Ana de Armas), los guionistas construyeron el giro de que Amaia era en realidad una villana nieta de un cient¨ªfico nazi. ¡°Los fans la odiaban. La llamaban ¡®la acoplada¡¯. As¨ª que al final de la serie result¨® ser la mala y Elena Furiase le gritaba ¡®acoplada¡¯ como gui?o a los fans. Hicimos un pase con p¨²blico en un cine de Madrid y cuando la mataron la gente se puso en pie a aplaudir y a insultarla¡±.
En 2008 Antena 3 repiti¨® la f¨®rmula de Compa?eros con F¨ªsica o qu¨ªmica, creada por Carlos Montero con una influencia m¨¢s anglosajona que las predecesoras. ¡°Yo creo que la primera vez que pens¨¦ en ser guionista fue viendo Segunda ense?anza, porque era un drama social muy realista. El detonante en F¨ªsica o qu¨ªmica era muy sencillo: una profesora joven se acostaba con un chico que resultaba ser su alumno y, lejos de echarse para atr¨¢s, continuaba la relaci¨®n porque era una cabra loca. Ese concepto de que el encuentro sexual ocurriese primero y despu¨¦s descubriesen la relaci¨®n sali¨® de Anatom¨ªa de Grey, cuando Meredith se enrollaba con Derek y despu¨¦s se enteraba de que era su jefe. Yo quer¨ªa hacer el reverso de lo que se hab¨ªa hecho hasta entonces en las series de televisi¨®n adolescentes: quer¨ªa hablar de las cosas de una manera frontal, sin pudor y sin dar lecciones. Y yo creo que eso cal¨®¡±, asegura Montero.
El libertinaje sexual en el instituto Zurbar¨¢n provoc¨® tr¨ªos, webcams er¨®ticas y prostituci¨®n de lujo. Las din¨¢micas sentimentales t¨®xicas ya no eran las del chico malo y la ni?a buena sino las del chico malo y la chica mala (el tri¨¢ngulo Gorka-Ruth-Cabano). Tambi¨¦n hab¨ªa, como siempre, neonazis, bullying (con el personaje del inmigrante chino Yang) y drogas. ¡°En el cap¨ªtulo 2 todo el mundo tomaba pastillas y la cadena nos dijo que los ¨²nicos que pod¨ªan drogarse y beber alcohol eran ¡®los malos¡¯. Luego la serie, como ocurre siempre, se fue pervirtiendo con el patrocinio publicitario y estaba claro a qui¨¦n prefer¨ªan las marcas para que promocionase sus productos: a Fer no lo quer¨ªan, al chino tampoco. Eso ha cambiado mucho. Ahora a esas marcas tan potentes les dar¨ªa verg¨¹enza hacer eso¡±.
Vivan las chonis
Fer (Javier Calvo) recogi¨® el testigo del Santi de Al salir de clase: era un chaval gay que viv¨ªa su homosexualidad con total naturalidad gracias a su (lo que en 2008 todav¨ªa se llamaba) mariliendres. Yoli (Andrea Duro) represent¨® a una Espa?a moderna en la que la clase obrera ya no se avergonzaba de su chonismo sino que lo luc¨ªa como un orgullo identitario: durante los 2000, programas como Gran Hermano u Operaci¨®n Triunfo confirmaron que la clase media trabajadora era ahora la m¨¢xima protagonista de la televisi¨®n espa?ola. Yoli convert¨ªa un insulto a la vez machista y clasista (¡°zorra poligonera¡±) en su emblema y se erigi¨® como la chica m¨¢s carism¨¢tica del instituto y la m¨¢s popular entre la audiencia una d¨¦cada antes de que el t¨¦rmino slut shaming (avergonzar a una chica por su promiscuidad) estuviese presente en la conversaci¨®n social.
¡°Ella era una choni muy Bel¨¦n Esteban en ese sentido: orgullosa de su clase, que reivindica sus or¨ªgenes y que tiene un coraz¨®n que no le cabe en el pecho. Y hacerla la mejor amiga del gay era fant¨¢stico, porque eran dos marginados que luchaban por no serlo y llevaban con mucho orgullo quienes eran. Su actitud era de ¡®podr¨ªamos ser lo peores de la clase pero somos los mejores¡¯, porque se lo cre¨ªan. Y por eso funcionaban¡±, explica Montero. El guionista asegura, eso s¨ª, que se enfad¨® mucho cuando Fer muri¨® en el ¨²ltimo cap¨ªtulo. ?l ya no estaba en la serie y, aunque entiende el poder del recurso de matar a un personaje muy querido (toda serie adolescente necesita su Chanquete), considera que la figura del homosexual tr¨¢gico es un clich¨¦ al que ¨¦l no habr¨ªa recurrido. Tampoco est¨¢ de acuerdo con que en F¨ªsica o qu¨ªmica: el reencuentro (escrito por Carlos Garc¨ªa Miranda) Yoli intente ocultarle a su marido su pasado como ¡°zorra poligonera¡±: ¡°?En serio? Ella jam¨¢s se avergonzar¨ªa, estar¨ªa superorgullosa. Y no se casar¨ªa nunca, ni de blanco, ni har¨ªa un bodorrio por todo lo alto¡±.
Las redes sociales tambi¨¦n formaron parte de la columna vertebral de La pecera de Eva, en 2010. La apuesta de Mediaset para Siete, su canal juvenil, consist¨ªa en un formato sencillo (casi todas las escenas ten¨ªan lugar en el despacho de Eva, la psic¨®loga de un instituto) y una f¨®rmula innovadora: los actores ten¨ªan directrices generales pero no di¨¢logos, de modo que deb¨ªan estar muy presentes en la escena para ir improvisando el desarrollo de sus sesiones de terapia. La naturaleza psicol¨®gica de La pecera de Eva permiti¨® a los guionistas explorar la salud mental no como un artefacto narrativo sino como un conflicto que cada personaje deb¨ªa gestionar. Se trataron temas como el estr¨¦s postraum¨¢tico, la depresi¨®n, la masturbaci¨®n compulsiva, la baja autoestima, la marginaci¨®n, la anorexia, la adicci¨®n a los videojuegos, la misoginia patol¨®gica, los malos tratos o la vigorexia.
¡°Trabajaba m¨¢s el de redes que los guionistas¡±
¡°Era la primera serie en la que se intent¨® generar un ecosistema digital. Hab¨ªa much¨ªsima gente sigui¨¦ndonos a trav¨¦s de Facebook, que era una herramienta que entonces no se utilizaba para la ficci¨®n¡±, recuerda el guionista David Botello. ¡°Muchos nos escrib¨ªan para decir que hab¨ªan decidido estudiar psicolog¨ªa. Otros nos contaban sus casos. Ten¨ªamos a un redactor guionista, en aquella ¨¦poca no se llamaba CM, que iba respondiendo o reconduciendo los casos a los psic¨®logos de la serie para que contestasen. Se generaban conversaciones en el muro de Facebook y hab¨ªa d¨ªas que trabajaba m¨¢s Rafa, el de redes, que los guionistas de la serie¡±.
Tuvieron que pasar varios a?os hasta que la adolescencia, tanto la actual como la nost¨¢lgica (tras F¨ªsica o qu¨ªmica: el reencuentro se estrenar¨¢ El internado: Las cumbres en Prime V¨ªdeo), regresase a la televisi¨®n. Con ?lite lleg¨® la globalizaci¨®n: los alumnos del exclusivo colegio Las encinas se parecen m¨¢s a los pijos estadounidenses que a los espa?oles, ya que la apuesta de Netflix es despojar a sus series de rasgos de identidad local para que funcionen entre p¨²blico de todo el mundo. Y recurrir siempre a talentos de eficacia demostrada, como Carlos Montero.
¡°Yo ya hab¨ªa cubierto los temas m¨¢s sociales de la adolescencia, me qued¨¦ satisfecho con F¨ªsica o qu¨ªmica, as¨ª que me plante¨¦ Elite m¨¢s como un juego: retratar a una ¨¦lite que desconocemos y nos imaginamos¡±, explica Montero. ¡°Los pijos de Madrid nos resultaban bastante insoportables con sus zapatos castellanos y sus banderitas de Espa?a, y nos imaginamos una juventud muy privilegiada m¨¢s catalana o universal. Nos gustaba la idea de ver c¨®mo los ricos y los pobres pueden corromperse. Ver c¨®mo unos se aprovechaban de otros¡±. Sin embargo, lo m¨¢s parecido a un conflicto de desigualdad social que retrata ?lite es el de Nadia, hija de inmigrantes ¨¢rabes, aunque ser musulmana ni es el ¨²nico rasgo de su identidad ni es su ¨²nica trama. Es un personaje plenamente integrado en la serie.
El ¡®hallazgo Nadia¡¯
¡°Nadia fue un hallazgo de Dar¨ªo [Madrona, co-creador de ?lite], porque le aport¨® a la serie un realismo que yo no estaba buscando: mis referentes iban m¨¢s en la l¨ªnea de Crueles intenciones o Gossip Girl. En muchos sentidos los chavales musulmanes que ya han nacido aqu¨ª apenas son diferentes a los dem¨¢s. Para Nadia, quitarse velo significaba una liberaci¨®n, aunque despu¨¦s se reconcilie con sus or¨ªgenes y est¨¦ orgullosa de su religi¨®n, quer¨ªamos contar esa fluctuaci¨®n y experimentaci¨®n con el mundo capitalista¡±, se?ala Montero.
?lite retrata un mundo en el que el ascensor social se mueve a una velocidad trepidante y los chavales ya no sue?an con tener un grupo de rock sino con ser influencers. Christian (Miguel Herr¨¢n) tiene hambre de fama, aunque todav¨ªa no ha decidido c¨®mo la va a conseguir, lo cual a?ade una p¨¢tina in¨¦dita al subg¨¦nero adolescente: la s¨¢tira. ¡°Es una parodia de la cultura de Mujeres, hombres y viceversa, con esas camisas tan apretadas¡±, indica Montero, ¡°Es una parodia desde c¨®mo va vestido hasta lo listo que se cree y c¨®mo le dan golpes por todos lados. Eso hace que lo quieras a¨²n m¨¢s. Nos encantaba Christian, nos dio pena que se fuera [el actor, Miguel Herr¨¢n], nosotros quer¨ªamos hacer tres temporadas con ¨¦l¡±.
Al lado de ?lite, series como Skam (Movistar+), Merl¨ª (TV3) o HIT (TVE) parecen documentales. La catalana Merl¨ª evocaba El club de los poetas muertos y demostr¨®, en pleno debate en torno a la obligatoriedad de la asignatura de filosof¨ªa en los institutos, que la filosof¨ªa no solo es necesaria y aplicable a cada aspecto de la vida sino que puede resultar apasionante. El ¨¦xito a nivel nacional de su emisi¨®n en Netflix propici¨® una secuela en Movistar+, Sapere Aude, que sigue a los chavales en sus estudios universitarios. Skam importa un formato noruego que ya se ha adaptado en siete pa¨ªses. Las redes sociales no es ya que sean complementarias al h¨¢bito de ver la serie, sino que forman parte de la experiencia: los personajes tienen perfiles e interact¨²an en Instagram, desencadenando tramas que despu¨¦s se resuelven en el cap¨ªtulo siguiente.
¡°Los adolescentes se saben la teor¨ªa, pero a la hora de llevarla a la pr¨¢ctica...¡±
La versi¨®n espa?ola ha incluido una relaci¨®n de maltrato cuya v¨ªctima es Nora, una adolescente feminista. Su guionista, Est¨ªbaliz Burgaleta, explica que la intenci¨®n era mostrar algo que hab¨ªan descubierto durante sus entrevistas con chavales: ¡°Se saben la teor¨ªa muy bien pero a la hora de llevarla a la pr¨¢ctica es distinto. Son conscientes de que hay l¨ªmites, de que dependen mucho del m¨®vil y de que son una generaci¨®n muy controladora, pero si rascas descubres que se agarran a cualquier excusa para justificar din¨¢micas t¨®xicas. ¡®Si yo tengo su contrase?a y ¨¦l tiene la m¨ªa estamos iguales¡¯. Quer¨ªamos contar una relaci¨®n de maltrato desde el principio, que empieza con un goteo. Desde peque?os nos dicen que el amor todo lo puede, as¨ª que ?c¨®mo no vas a perdonar a una persona arrepentida que te pide que le perdones porque no quiere ser celoso?¡±. La historia de Nora acababa con otra de las lacras que m¨¢s afecta a los adolescentes en la d¨¦cada de los 20: la publicaci¨®n de fotos ¨ªntimas. Seg¨²n Burgaleta, hacerse fotos en circunstancias sexuales es para los adolescentes una forma de hacerse los adultos, por miedo a quedar como unos mojigatos o unos inmaduros.
Skam tambi¨¦n ha retratado un romance entre dos chicas, una de las cuales sufre trastorno de la personalidad l¨ªmite. ¡°Eleg¨ªamos mostrar momentos de Joana m¨¢s sutiles, no efectistas, para retratar c¨®mo convive una persona con su trastorno. No vemos sus grandes crisis, que ser¨ªa lo t¨ªpico, sino que lo contamos a posteriori o ella misma se los cuenta a Cris¡±, se?ala Burgaleta. Joana y Cris, por cierto, consiguieron su final feliz: no solo acabaron la serie juntas y enamoradas sino que ninguna dejaba de ser lesbiana despu¨¦s de prenderle fuego a la casa de la otra. La ficci¨®n, como los adolescentes, acaba madurando.
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