Manizha, la cantante a la que Rusia acusa de ¡°incitar al odio¡± por defender el feminismo en su canci¨®n para Eurovisi¨®n
La artista nacida en Tayikist¨¢n, que representar¨¢ a Rusia en el festival con ¡®Russian Woman¡¯, es criticada por defender los derechos LGTBIQ y denunciar los mensajes sexistas
Manizha canta sobre la fuerza de las mujeres rusas, las anima a resistir, a ser independientes, a o¨ªr los comentarios sexistas. Versa sobre las alusiones continuas a la edad y la maternidad, los estereotipos t¨®xicos, los est¨¢ndares de belleza normativos. Y su mensaje cristalino en Russian Woman, la canci¨®n con la que la artista representar¨¢ a Rusia en el festival de Eurovision en mayo, ha enfurecido a los grupos conservadores y ultranacionalistas de ese pa¨ªs. Manizha Senguin, nacida en Tayikist¨¢n hace 29 a?os, se ha convertido en el objetivo de una oleada de mensajes de odio por su origen de Asia Central, su feminismo y su defensa abierta de los derechos LGTBIQ en un pa¨ªs en el que no hay leyes espec¨ªficas contra la violencia de g¨¦nero y la homofobia es pr¨¢cticamente pol¨ªtica de Estado, con normas que proh¨ªben y castigan la difusi¨®n de ¡°relaciones no tradicionales¡± a menores.
Los comentarios no le resbalan, reconoce encogi¨¦ndose de hombros en una de las salitas de su estudio de grabaci¨®n en Mosc¨². Pero los ha relativizado. ¡°Ni siquiera sospech¨¦ que lo que tra¨ªa al escenario con Russian Woman no era una canci¨®n sino un espejo en el que se mira mucha gente. Y no a todos les gusta el reflejo. Pero hay algunos que se observaron en ¨¦l y repensaron muchas cosas. Ni todo el odio puede destruir eso¡±, dice ajust¨¢ndose el traje de chaqueta de sat¨¦n color champ¨¢n mientras a su alrededor un equipo del Primer Canal de la televisi¨®n rusa filma un documental sobre su camino hacia el festival, que se celebrar¨¢ en Rotterdam el 22 de mayo. Un evento muy seguido en Rusia, que desde que debut¨® hace m¨¢s de dos d¨¦cadas ha terminado entre los cinco primeros puestos en diez ocasiones.
¡°Eres hermosa en general, pero podr¨ªas perder peso. Ya tienes m¨¢s de 30 a?os, hola, ?d¨®nde est¨¢n tus hijos?¡±, dice la letra de Russian Woman en ruso ¡ªcon alguna parte en ingl¨¦s¡ª al ritmo de una mezcla alegre y pegadiza de pop, rap y folk; un tema que se suma a su diverso repertorio musical, cuajado de tiernas baladas, rap g¨®spel feminista, hip hop, soul, rock, pop, que menciona influencias de la cantante y actriz rusa Alla Borisovna Pugacheva, la libanesa Yasmine Hamdam o el tayiko Daler Nazarov y hasta de Johnny Cash o Billie Eilish.
Pero lo cierto es que lo sucedido con Russian Woman, basada en sus propias experiencias vitales y con la que Manizha gan¨® el pasado marzo un concurso televisado con votaci¨®n abierta para representar Rusia en el c¨¦lebre festival de la canci¨®n, es m¨¢s que una pol¨¦mica en las redes sociales. El comit¨¦ de investigaci¨®n ruso, a petici¨®n de una asociaci¨®n de veteranos de guerra, ha abierto un caso sobre su letra y su supuesta ¡°incitaci¨®n al odio o enemistad¡±. Y algunas de las figuras pol¨ªticas de m¨¢s alto nivel del pa¨ªs, como la presidenta del Consejo de la Federaci¨®n (c¨¢mara alta), Valentina Matvienko, han llegado a cuestionar en el Parlamento la votaci¨®n que le dio la victoria a la artista.
Manizha, que lleg¨® con su familia a Mosc¨² a mediados de la d¨¦cada de los 90 huyendo de la guerra civil en Tayikist¨¢n, ha recorrido un camino sinuoso desde esa infancia en la que su madre, dise?adora reputada en Dushbane, tuvo que trabajar de lo que pod¨ªa en la capital rusa. Tambi¨¦n pas¨® por un momento duro por el divorcio de sus padres ¡ª¡±no me romper¨¢s con una familia rota¡±, canta¡ª. Manizha, que enfrent¨® el acoso en el colegio y en el barrio por su origen, porque al principio no hablaba bien ruso y por su aspecto ¡°no eslavo¡±, cuenta que se ha reconciliado ¡°en parte¡± con todo ello. Como con el poblado vello de su entrecejo, que dice que la artista mexicana Frida Kahlo la ayud¨® a aceptar. ¡°Todos se met¨ªan conmigo por ser uniceja y lo depil¨¦ tanto que ahora no crece. Es triste, ahora me lo tengo que pintar¡±, dice hablando de los estereotipos.
Se ha reconstruido muchas veces desde que dio el salto a los escenarios de adolescente, con el oscuro cabello te?ido y bajo un nombre art¨ªstico (Ru.Kola) porque el suyo, le dijeron los productores, ¡°sonaba demasiado musulm¨¢n¡±. O desde que se derrumb¨®, cansada de ¡°estar metida en una urna de cristal¡± y de toda esa ¡°presi¨®n de imagen artificial¡±, y lo dej¨® todo. Cuando comenz¨® a tocar en garitos de San Petersburgo y tuvo que dormir un par de veces en el coche de un amigo. O cuando viaj¨® a Londres para avanzar en su carrera musical y las cosas no salieron como esperaba y regres¨® a Rusia para convertirse en una de las primeras estrellas de la m¨²sica de Instagram, plataforma en la que dio rienda suelta a su creatividad, habl¨® de la belleza, del sentimiento de pertenencia, de la violencia dom¨¦stica. Y canaliz¨® su activismo social.
¡°Hago todo esto no por los que me odian, sino por aquellos que despu¨¦s pueden saltar m¨¢s alto que yo, porque en mi propia vida hubo ejemplos que me ayudaron a mantenerme firme, a decir en voz alta lo que quiero¡±, remarca. Como su madre, a la que llama de ¡°usted¡± ¡ªcomo marca la tradici¨®n de Asia Central¡ª, que ahora es su amiga, su productora, su confidente, y que camina por las habitaciones del estudio de grabaci¨®n prestando atenci¨®n a todos los detalles. O la influencia de otras muchas mujeres rusas, dice. ¡°Son de las m¨¢s fuertes del mundo. Muchas ni siquiera sospechan que son feministas, no se denominar¨ªan a s¨ª mismas as¨ª, e incluso combatir¨ªan el t¨¦rmino, pero lo son¡±, comenta Manizha, orgullosa de su herencia de Tayikist¨¢n.
Encasillada como una ¡°feminista demasiado ardiente¡± por la sociedad oriental de la que procede o ¡°una radical¡± para un sector de la sociedad rusa, en otros lugares se la ve como ¡°una feminista demasiado moderada¡±, comenta.
Su canci¨®n habla de la mujer rusa pero no es solo para las rusas, se?ala. ¡°S¨¦ que mientras canto las mujeres que me escuchan me entienden, porque la desigualdad, la violencia, los abusos a los derechos humanos o la xenofobia son cosas que casi todas las mujeres han enfrentado¡±, remarca.
Manizha, que tiene otras muchas canciones ¡°con mensaje¡±, como Nedoslavyanka (No soy una mujer eslava, de 2019), cree que gran parte del revuelo por la canci¨®n con la que competir¨¢ en Eurovisi¨®n y porque es una mujer nacida en Tayikist¨¢n representando a Rusia es una reacci¨®n hacia los cambios sociales imparables que vive el pa¨ªs, donde los j¨®venes son ¡°mucho m¨¢s atrevidos, abiertos, confiados¡± hacia temas como la igualdad de g¨¦nero o las relaciones entre personas del mismo sexo. Se niega a que los cr¨ªticos ¡°secuestren el discurso p¨²blico¡±. ¡°Mi aparici¨®n en el escenario de Eurovisi¨®n es otro intento de eliminar diferentes tab¨²es y decir: ¡®tenemos mucha gente en Rusia moderna, abierta, que elige c¨®mo vivir y que tambi¨¦n quiere ser escuchada¡¯¡±.
Activista contra la violencia machista y por los refugiados
A las cr¨ªticas y comentarios llenos de odio que enfrenta ¨Cllegaron a escribirle que ojal¨¢ su avi¨®n se estrellase camino a Rotterdam¡ª Manizha ha contestado tambi¨¦n con un toque de humor en un v¨ªdeo filmado al estilo de los programas de la televisi¨®n rusa de los noventa sobre conspiraciones. ¡°Pensamos que lo peor hab¨ªa pasado¡±, dice una voz en off, despu¨¦s de contar c¨®mo sobrevivi¨® el mundo a la pandemia, la crisis, los incendios, las tensiones pol¨ªticas, las protestas. ¡°Pero luego apareci¨® ella¡±. ¡°Tengo un mensaje y voy a llevarlo fielmente hasta el final¡±, apunta Manizha, que tambi¨¦n colabor¨® para crear una aplicaci¨®n para las mujeres que sufren violencia pidan ayuda, y que en 2020 fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Puedes seguir EL PA?S TELEVISI?N en Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.