Los no madrile?os
La naci¨®n de naciones de Espa?a tiende a resumirse en dos: Madrid y lo dem¨¢s, siendo lo dem¨¢s irrelevante
Voy a fingir que lo de hoy no es una lucha entre el fascismo y la democracia, ni entre la libertad y el comunismo. Me voy a convencer de que solo son unas elecciones auton¨®micas y no el combate final de la guerra entre la civilizaci¨®n y la barbarie. Voy a actuar como si ma?ana me fuera a levantar en un pa¨ªs sustancialmente id¨¦ntico al de hoy. No deber¨ªa suponerme un gran esfuerzo: soy ciudadano de otra taifa y puedo darme el lujo de decirle a los pol¨ªticos madrile?os eso de ¡°anda y que te ondulen con la perman¨¦n¡±. En las elecciones de mi comunidad aut¨®noma se discuti¨® sobre transporte p¨²blico y cu¨¢ntos alumnos hac¨ªan falta para mantener abierto un colegio en un pueblo. Lo del fascismo y la libertad nos ven¨ªa grande, tal vez porque somos muy provincianos.
La naci¨®n de naciones de Espa?a tiende a resumirse en dos: Madrid y lo dem¨¢s, siendo lo dem¨¢s irrelevante. Al igual que los libros que no son novelas se resignan al estante de ¡°no ficci¨®n¡±, la mayor¨ªa de los espa?oles nos definimos ya como ¡°no madrile?os¡±. Como la no ficci¨®n, ocupamos el sitio m¨¢s feo y menos vistoso de la librer¨ªa, y contemplamos con resentimiento c¨®mo los madrile?os se quedan con todo el escaparate y convierten en hist¨®rica y nacional cualquier cuita que caiga dentro de la M-30.
S¨¦ que no ser¨¦ capaz, y esta columna es una rendici¨®n anticipada. Me fallar¨¢n las fuerzas conforme se acerque el cierre de los colegios electorales, y ya me veo por la noche, con una pizza frente a la tele, disfrutando del mayor espect¨¢culo pol¨ªtico que hay. Jugar¨¦ con el pact¨®metro de Ferreras y me contagiar¨¦ de la euforia y la rabia que domine el recuento. Como buen no madrile?o, no puedo perder ripio de lo que pasa en Madrid.
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