El juicio de los Franco contra Mediaset se convierte en un choque sobre la democracia
La ¨²nica sesi¨®n del caso civil en el que los herederos del dictador acusan a varios periodistas, investigadores y al grupo medi¨¢tico de da?ar su imagen en un programa de 2018 de Cuatro refleja la absoluta indignaci¨®n de los demandados
?l dec¨ªa ¡°general¨ªsimo¡± o ¡°su excelencia¡±. Y los abogados de la defensa contestaban ¡°dictador¡±. As¨ª, el matiz que acompa?¨® la declaraci¨®n en el juicio del presidente de la Fundaci¨®n Francisco Franco, Juan Chicharro Ortega, de alguna forma resumi¨® todo el caso. Y el choque vigente entre dos visiones del mundo irreconciliables, seg¨²n el relato de dos de los seis letrados defensores. La primera y ¨²nica sesi¨®n del proceso civil en el que los nietos del caudillo acusan a varios periodistas, investigadores y a Mediaset de vulnerar su honor, imagen e intimidad en un programa televisivo de 2018 dur¨® hoy mi¨¦rcoles apenas tres horas. Y el caso, ante el juzgado de primera instancia n?43 de Madrid, qued¨® visto para sentencia. Pero, mientras, ya ofreci¨® un veredicto: la indignaci¨®n absoluta de ambas partes.
Los Mart¨ªnez-Bordi¨² denuncian que el reportaje La herencia de Franco, emitido el 23 de julio de 2018, dentro del programa En el punto de mira de Cuatro, ofreci¨® de ellos una ¡°imagen negativa y tendenciosa¡±, dirigida a ¡°difamar¡± con ¡°temerario desprecio de la verdad¡±, seg¨²n la demanda. Piden que el contenido sea destruido, la difusi¨®n de la sentencia en la franja de m¨¢xima audiencia en que se emiti¨® el programa, y una indemnizaci¨®n de 50.000 euros. Pero los acusados se muestran escandalizados ya solo de tener que afrontar esta demanda. ¡°Es francamente ofensivo. Se creen que todav¨ªa viven en los tiempos de la dictadura¡±, afirma Enrique Botella, letrado defensor del periodista y escritor Mariano S¨¢nchez Soler.
La juez Carmen Iglesias Pinuaga escuch¨® la ma?ana del mi¨¦rcoles a unos y otros, aunque tampoco mucho: concedi¨® a cada letrado m¨¢ximo 10 minutos para sus conclusiones. Lo que, junto con el testimonio de Chicharro Ortega y del guionista del programa, agiliz¨® la sesi¨®n. Al fin y al cabo todos los demandados ya hab¨ªan relatado en otro momento su versi¨®n: los directores del programa, Juan Serrano y Lorena Correa; los reporteros Pablo de Miguel, Juan Carlos Gonz¨¢lez y Carla Sanz; los cuatro expertos que participaron en el reportaje: S¨¢nchez Soler, autor del libro La Familia Franco, SA y del reciente Los ricos de Franco; el investigador Carlos Bab¨ªo; el periodista Javier Otero, y un ex miembro de la propia familia, el periodista Jimmy Jim¨¦nez-Arnau (que estuvo casado con Mar¨ªa del Mar Merry Mart¨ªnez-Bordi¨², nieta del caudillo). Adem¨¢s, la magistrada dej¨® claro que la clave es el propio reportaje. ¡°Ya lo ver¨¦ y discernir¨¦¡±, reiter¨® seg¨²n tres letrados presentes.
Es francamente ofensivo. Se creen que todav¨ªa viven en los tiempos de la dictaduraEnrique Botella, abogado defensor
En realidad, puede que el caso no se resuelva en el sof¨¢ de la juez. Ni siquiera ante su tribunal. Porque los nietos de Franco tambi¨¦n acudieron a la v¨ªa penal y, tras un primer rechazo, la justicia accedi¨® a investigar posibles delitos contra el honor, injurias y calumnias. As¨ª, la magistrada puede seguir adelante y dictar sentencia civil, al considerar que los dos casos no son id¨¦nticos; o esperar a que antes finalice el proceso penal. Para Juan Ram¨®n Montero Estevez, letrado de los Franco, no queda mucho para la apertura de ese otro juicio oral. Botella y Alejandro Mart¨ªn, abogado de Bab¨ªo, sin embargo, dan por hecho su ¡°sobreseimiento¡±.
Todo, en ambos casos, gira en torno al programa emitido por Cuatro y producido por Cuarzo, que repasaba la incorporaci¨®n al patrimonio de la familia de bienes como el pazo de Meir¨¢s ¡ªque la justicia luego asign¨® al Estado, aunque la decisi¨®n est¨¢ recurrida ante el Supremo¡ª, el palacio del Canto del Pico, la casa Cornide o la finca de Valdefuentes. La demanda, de 108 p¨¢ginas, reproduce casi ¨ªntegramente el reportaje para se?alar presuntas falsedades y da?os causados con sus afirmaciones. Pero las defensas contestan que todo lo dicho en el programa se basa en documentos y publicaciones anteriores. ¡°Es derecho de la informaci¨®n. Sostienen que eran declaraciones miserables y mezquinas, pero se les olvida decir que eran ciertas, y es de lo que se trata¡±, agrega Botella.
A favor de su tesis, el letrado de los Franco cita que el presidente de la fundaci¨®n solo accedi¨® a participar en el reportaje gracias a la ¡°mentira¡± de que se centrar¨ªa en la exhumaci¨®n del Valle de los Ca¨ªdos, que se dirim¨ªa aquellos d¨ªas. Agrega que la intervenci¨®n de la fiscal a favor de desestimar la demanda muestra su afinidad ¡°descorazonadora¡± con ¡°la l¨ªnea del Gobierno, ya que depende de una fiscal general del Estado [Dolores Delgado] que era ministra de Justicia en el momento de la exhumaci¨®n¡±. Y tambi¨¦n recuerda que Bab¨ªo envi¨® un correo electr¨®nico de queja a Mediaset tras la emisi¨®n. Pero el letrado defensor del investigador, cuyas pesquisas, durante tres d¨¦cadas, de la historia de Meir¨¢s sirvieron de base al Estado para recuperar el pazo, responde: ¡°?nicamente se?al¨® que no estaba satisfecho con el tratamiento informativo de su declaraci¨®n¡±. Es decir, nunca sugiri¨® que algo fuera falso. Decidir eso solo le corresponde a la juez, cuando vea el reportaje. Entre tantos juicios medi¨¢ticos, esta vez de verdad el veredicto llegar¨¢ ante un televisor.
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