En qu¨¦ se parecen y en qu¨¦ no ¡®La isla de las tentaciones¡¯ y ¡®Amor con fianza¡¯
Telecinco y Netflix redoblan su apuesta por los ¡®realities¡¯ de amor y sexo. Unos, nos cuentan un cuento g¨®tico; los otros, nos dan un tr¨¢iler de dos horas
La cuarta edici¨®n de La isla de las tentaciones es paso necesario despu¨¦s de una ?ltima tentaci¨®n que ha fallado por exceso de guion ?Se est¨¢ agotando el formato? Ni de lejos. Sencillamente han dado un paso en falso a la hora de querer hacer un Grandes ?xitos. Al mismo tiempo se ha estrenado en Netflix, Amor con fianza que toma las mec¨¢nicas del reality de Mediaset para adaptarlo al p¨²blico de plataforma, ese que gusta de sentir complicidad con lo que consume. El p¨²blico de Amor con fianza es el mismo (por edad, incluso) que lleva 20 a?os musitando que el mejor reality de la historia fue Confianza Ciega. La misma suerte ha corrido El juego de tu vida, programa en el que gente an¨®nima se expon¨ªa a perder la dignidad a cambio de nada. Poco antes de ser cancelado, el espacio se enfrent¨® (es un decir) a una plataforma de afectados. Al parecer, la pregunta final estaba planteada de forma equ¨ªvoca para que nunca nadie cobrase aquellos cien mil euros. El formato de Netflix usa el mismo mecanismo, y dice valerse de un avanzado test ocular para saber si los concursantes mienten; una suerte de test de Touring cuya base cient¨ªfica es que quienes acuden al programa ya le han contado todos los detalles de su vida privada a un redactor.
Todo es m¨¢s elegante en Villa Netflix: la casa est¨¢ decorada con m¨¢s gusto, los concursantes visten mejor (aunque no era dif¨ªcil), y las chicas llegan al para¨ªso tropical con los rasgos que les ven¨ªan de serie al nacer. El perfil del concursante es muy distinto: los de La isla de las tentaciones vienen de otros programas de Mediaset o llegan respaldados por un nada desde?able n¨²mero de seguidores en redes. Los de Amor con fianza rondan entre los 1.300 y los 6.000 seguidores cada uno a excepci¨®n de dos que tienen m¨¢s de 10.000¡ pero haciendo un r¨¢pido repaso he comprobado que la mayor parte son seguidores falsos, es decir comprados al peso. En las playas de Netflix hay no solo parejas homosexuales, sino tambi¨¦n mayores de 30 a?os. El mundo Mediaset es similar al mundo de La fuga de Logan, donde al cumplir 26 a?os, los apuestos ciudadanos son fulminados por un l¨¢ser. Amor con fianza es, en apariencia, diverso, pero en esas discusiones de pareja sospechosamente bien rodadas escuchamos frases como ¡°Es la t¨ªpica t¨ªa de una noche¡± o ¡°Te respetas tan poco como para acostarte con una chica a la que acabas de conocer¡±¡ esto en boca de gente que asegura tener mente abierta y ser fogosa en la cama (qui¨¦n dice ser un pesti?o en la cama, qui¨¦n). Las chicas de La isla de las tentaciones visten como si fueran a ligarse a alg¨²n Matamoros en el Rams¨¦s (una de esas terrazas de moda) y los chicos de Amor con fianza acaban de salir del rodaje de un anuncio de cerveza en el que The Parrots tocan en ac¨²stico en la terraza del Room Mate. Formas distintas de hacer televisi¨®n, ambas respetables y disfrutables.
Al margen de la puesta en escena, hay tres diferencias profundas. Una es el montaje. El p¨²blico de Netflix no sabe esperar, pero si de algo sabe el p¨²blico es de aburrirse entre anuncios de cl¨ªnicas y sobres de caldo. Ver un programa en Telecinco es aprender a envejecer. Por eso el montaje es tan distinto en uno y en otro.
El sistema Telecinco consiste en dilatar un solo acontecimiento durante dos horas de metraje. Netflix nos est¨¢ poniendo un tr¨¢iler muy largo, y Telecinco nos est¨¢ leyendo un cuento g¨®tico.
El p¨²blico de Netflix no sabe esperar, pero si de algo sabe el p¨²blico es de aburrirse entre anuncios de cl¨ªnicas y sobres de caldo
Pero donde Amor con fianza juega bien sus cartas es, por supuesto, en la elecci¨®n de la presentadora. M¨®nica Naranjo no tiene parang¨®n. Ella es cantante y se percibe como cantante. Esto de hablar con ninis emocionalmente inestables le da totalmente igual; ella est¨¢ ah¨ª para hacer el tema musical del programa. Pero aqu¨ª a ratos se le escapa la sonrisa, y la gracia que ten¨ªa ella era que todo le resbalaba; era una teleoperadora vestida de gala. El arco de personaje de Sandra Barneda, por el contrario, est¨¢ siendo interesant¨ªsimo. Empez¨® ah¨ª como obligada, fingiendo que no le afectaba. Despu¨¦s comenz¨® a empatizar con los concursantes. Y cuando ya la ten¨ªamos cari?o decidi¨® machacarles en las hogueras. En el primer programa se ha echado de menos un poco de arrojo. ?Hubiera sido mucho pedir que durante los ataques de llanto de los chicos le hubiera arrojado a alguno arena a los ojos? Vasile lo hubiera aprobado. La han mantenido tres temporadas vestida como en una colecci¨®n obsoleta de Pronovias, pero en esta edici¨®n a alg¨²n estilista amigo del crimen se le ha ocurrido rematar los satenes y los vuelos con unas pr¨¢cticas hebillas de polipiel. En Mediaset saben que esperamos mucho de este programa.
Vacaciones por dignidad
Una de las chicas ha verbalizado, por fin, el verdadero motivo por el que las parejas se exponen a tama?a tortura psicol¨®gica. ¡°No me hab¨ªa imaginado que ¨ªbamos a estar ni por asomo en una villa como esta.¡±
Esa es la clave: vacaciones gratis a cambio de la dignidad. En 1960 eso hubiera sido un maravilloso cuento de Robert Sheckley. Nosotros, en 2021, tenemos memes. Amor con fianza es menos cruel y algo m¨¢s elegante, pero ?saben qu¨¦? He observado que en las habitaciones de Villa Netflix duermen con edredones sin funda. Al final llega un momento en esta vida en el que te das cuenta de que los regalos de Reyes est¨¢n ah¨ª porque alguien los puso, sin m¨¢s. Cuando la magia se evapora, mantener la ilusi¨®n ya es cosa nuestra.
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