¡®C¨®mo es sentirse libre¡¯: un relato austero aunque apasionado sobre aquellas que rompieron dobles techos de cristal

Ya hace 20 a?os que Alicia Keys lanz¨® su ¨¢lbum de debut, el que hizo de ella una estrella, Songs in A Minor. Desde entonces, su presencia en las listas de ¨¦xitos musicales se ha ido desvaneciendo de forma paulatina hasta casi desaparecer. Su ¨²ltimo lanzamiento, Alicia (2020), ha despachado unos cuantos miles de copias, muy lejos de los 12 millones que alcanz¨® con su primer disco. Pero, de alg¨²n modo, la cantante ha permanecido siendo relevante para la opini¨®n p¨²blica. Desde que en 2016 decidiera dejar de usar maquillaje en casi todas sus apariciones se ha convertido en el rostro desnudo del movimiento #nomakeup. Ahora, como productora del documental C¨®mo es sentirse libre, que emite el canal Odisea dividido en dos partes, invierte su fortuna y su influencia en reivindicar a las que le abrieron camino. Ambas entregas ya pueden verse bajo demanda en servicios como Vodafone TV, Orange TV y Movistar+.

Lena Horne, Abbey Lincoln, Nina Simone, Diahann Carroll, Cicely Tyson y Pam Grier. Son seis mujeres negras dedicadas al mundo del espect¨¢culo que hace d¨¦cadas rompieron techos que llevaban doble acristalamiento. Tambi¨¦n inspiraron a esa ni?a de Harlem que, gracias a ellas, logr¨® imaginar que pod¨ªa ser estrella de la m¨²sica.

Encargado por una televisi¨®n p¨²blica como la estadounidense PBS, este documental sigue las reglas cl¨¢sicas del g¨¦nero en televisi¨®n, m¨¢s cercanos a lo informativo que a lo creativo. Pero logra contagiarse de las apasionantes vivencias de sus protagonistas, que entrelaza con gran destreza narrativa. El repaso exhaustivo que hace a la carrera de cada una de estas seis mujeres, completado con los testimonios de Samuel L. Jackson, Halle Berry, Lena Waithe (Master of None) y la propia Keys, da buena cuenta del esfuerzo con el que se alcanzaron esas metas. Como en el caso de la cantante, no se trataba tanto de ser la n¨²mero uno como de ser vista.

A Lincoln le colocaban en los a?os cincuenta los vestidos usados de Marilyn Monroe para hacer de ella una bomba sexual en el cine y los escenarios, pero una vez desbloqueado ese logro, prefiri¨® dedicarse al activismo y la canci¨®n protesta. Horne, en cambio, s¨ª hab¨ªa sido capaz de dar un paso m¨¢s para cambiar la industria desde dentro. En su contrato con una gran compa?¨ªa cinematogr¨¢fica, el primero firmado con una mujer negra, a?adi¨® una cl¨¢usula: no pensaba interpretar a criadas. Como respuesta, fue relegada a interpretar grandes n¨²meros musicales en papeles sin apenas frase. Carroll, su sucesora en pantalla y en los escenarios, s¨ª que interpret¨® papeles protagonistas, lo eran tanto que parec¨ªan llevar vida de mujer blanca, lamentaba parte de la comunidad afroamericana de la ¨¦poca. Y Cicely Tyson rompi¨® con la tendencia de mujeres negras de piel clara en pantalla.

Todos esos peque?os pasos, con sus peros, eran importantes y necesarios para quienes una serie de televisi¨®n, un concierto o una pel¨ªcula no eran solo una serie de televisi¨®n, un concierto o una pel¨ªcula. Esta producci¨®n sabe representarlos como lo que eran: actos pol¨ªticos ¨ªntimamente ligados a los movimientos por los derechos civiles. Con este repaso, convenientemente conectado con hechos hist¨®ricos, el documental nos recuerda tambi¨¦n que el asunto de la representaci¨®n racial lleva demasiadas d¨¦cadas sin resolverse. Las recientes pol¨¦micas con la Ana Bolena negra de HBO y con la negativa de la actriz latina Ada Maris a interpretar a un ama de llaves llena de clich¨¦s en la nueva serie Uncoupled, de Netflix as¨ª lo demuestran.

A pesar de sus austeras formas, C¨®mo es sentirse libre es todo un espect¨¢culo.

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