¡®Cheyenne y Lola¡¯: una historia de marginadas sociales
Los decorados, el vestuario y los desoladores paisajes encajan perfectamente con el tono y la atm¨®sfera de la serie
Si hubiera que definir brevemente la serie francesa Cheyenne y Lola (SundanceTV) se podr¨ªa decir que es ¡°una historia de lumpemproletariado¡±, ese concepto marxista que la RAE define como ¡°la capa social m¨¢s baja y sin conciencia de clase¡±. Y eso es lo que son Cheyenne (una excelente Veerle Baetens), reci¨¦n salida de prisi¨®n que limpia en los ferris entre Francia y el Reino Unido, y Lola (la tambi¨¦n espl¨¦ndida Charlotte Le Bon), una hermosa y aparentemente tonta parisina que se traslada a Caen, al norte de Francia, donde vive su amante.
Lola asesina a la mujer del hombre que la mantiene e involucra a una Cheyenne en libertad provisional. Comienza un particular descenso a los infiernos de la dos. Tr¨¢fico de migrantes, mafias locales, prostituci¨®n... Todo un abanico de marginados sociales que se desenvuelven en un ambiente s¨®rdido y, ocasionalmente, solidario.
Los decorados, el vestuario y los desoladores paisajes encajan perfectamente con el tono y la atm¨®sfera de la serie. Cheyenne vive en una destartalada caravana en medio de otras destartaladas caravanas: es el equivalente europeo de las chabolas, el lugar donde habita ¡°la capa social m¨¢s baja¡±, y sin embargo la interesante serie trasciende lo deprimente gracias a la interpretaci¨®n de sus actrices y a una buena historia promovida por Virginie Brac y basada en Le Quai de Ouistreham, el relato autobiogr¨¢fico de la periodista Florence Aubenas, del que tambi¨¦n se realiz¨® un largometraje en 2021 dirigido por Emmanuel Carr¨¨re y con Juliette Binoche de protagonista.
Dos j¨®venes muy distintas, incluso complementarias, que tratan de sobrevivir en los suburbios de la ciudad portuaria para lo cual est¨¢n dispuestas a todo: cuando impera la ley de la selva, solo resisten los m¨¢s despiadados.
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