¡®Agua seca¡¯, Lisboa, Vigo y el tr¨¢fico de armas
El mayor riesgo de la serie gallego-portuguesa es que exige ver sus dos temporadas para desentra?ar una serie de cr¨ªmenes, pero consigue la fidelidad del espectador que quiera conocer el desenlace
Ya lo cantaba Coz: ¡°Las chicas tienen algo especial / Las chicas son guerreras / De la m¨¢s cursi a la t¨ªa m¨¢s legal¡±. Y, naturalmente, la ficci¨®n no puede desacreditarles. Dicho de otro modo: las series policiacas en las que ellas llevan el mando son incontables. Ah¨ª est¨¢n Intuici¨®n criminal, Los cr¨ªmenes de Cassandre, Homeland o T¨¢ndem, por citar unas pocas.
Y ahora llega Agua seca, la primera coproducci¨®n gallego-portuguesa rodada en gallego y portugu¨¦s que exhibe HBO Max y que no deja de tener sus ventajas y desventajas. Realizada muy correctamente, su mayor riesgo es que exige ver las dos temporadas, 14 cap¨ªtulos de 50 minutos cada uno, para desentra?ar una serie de cr¨ªmenes que encubre, o trata de hacerlo, una importante red de tr¨¢fico de armas entre Lisboa, Vigo y el ?frica subsahariana. La ventaja es que consigue la fidelidad del espectador que quiera conocer el desenlace.
Como no pod¨ªa ser menos, la protagonista de las peligrosas indagaciones es la estupenda actriz portuguesa Vit¨®ria Guerra, que interpreta a la hermana de la primera de las v¨ªctimas de la trama. Es precisamente su relaci¨®n con el asesinado lo que la mueve a una b¨²squeda constante del responsable o responsables del crimen pese a no ser polic¨ªa.
Las m¨¢s de 11 horas y media del relato necesitan, naturalmente, de historias colaterales para mantener el inter¨¦s, historias que se centran en las peculiaridades de dos familias: la portuguesa Duarte y la poderosa gallega Gald¨®n. La codicia, la crueldad con los desleales o la amistad, forman parte del buen guion de Alfonso Blanco, Pepe Coira, Carlota Dans y Lidia Fraga. A?¨¢danle unas notables localizaciones y la h¨¢bil utilizaci¨®n de las dos ciudades y el resultado es una interesante serie.
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