La Rota posverdad
La historia es una lucha entre memorias individuales por ser, como en la selva, la planta que m¨¢s se acerca al sol
En la universidad tuve un profesor especializado en historia del carlismo llamado Alfonso Bull¨®n de Mendoza. A pesar de haber llegado a cuarta convocatoria en su asignatura, recuerdo con meridiana claridad sus clases, en torno al a?o 2001. Especialmente las dedicadas a la toma del Alc¨¢zar. Nos relataba con todo lujo de detalle c¨®mo hab¨ªa sido aquello y, tambi¨¦n, c¨®mo hab¨ªa sido escribir sobre el momento hist¨®rico: entrevistar, con varios a?os de diferencia, a los supervivientes y, en especial, a los presentes en la llamada telef¨®nica en la que el coronel Moscard¨® prefiri¨® que fusilasen a su hijo antes que rendirse. Los hechos son inamovibles ¡ªde momento¡ª: el coronel Moscard¨® dice ¡°el Alc¨¢zar no se rinde¡±. Sin embargo, la narraci¨®n cambia con el paso del tiempo, y todos los presentes tienen un papel cada vez m¨¢s importante. Uno, incluso, pasa de estar esperando al otro lado de la puerta a protagonizar, en primera fila, el derrumbe de Moscard¨® padre. Eso es la historia, y eso es la cr¨®nica, una lucha entre memorias individuales por ser, como en la selva, la planta que m¨¢s se acerca al sol.
Lo hemos visto hace un par de meses con Ver¨®nica Forqu¨¦. Lo vemos cada d¨ªa. Con cada dem¨®crata, cada feminista. Lo veremos en breve, cuando se dirima qui¨¦n se queda con el PP, si Ayuso o Casado. Escucharemos ¡°ya lo dije yo, este era el candidato bueno¡±. La cr¨®nica televisiva se comporta igual con la crisis de G¨¦nova que con Los papeles de La Rota (la nueva entrega de la saga Roc¨ªo Jurado) o que con el volc¨¢n de La Palma (qui¨¦n se acuerda ahora de los palmeros): de la noticia se extrae una narrativa, y en la narrativa se buscan un h¨¦roe, un villano, una hero¨ªna, una v¨ªctima, y un tonto.
La pel¨ªcula sobre el Alc¨¢zar, si tienen arrestos, pueden verla en Flixol¨¦. Se llama Sin novedad en el Alc¨¢zar. Lo otro, lo de cambiar el discurso siguiendo al sol que m¨¢s calienta, lo pueden ver tanto en los papeles de La Rota como a su alrededor. Lo pueden ver en ustedes mismos, si se descuidan. La posverdad y el tener una cara de cemento, al final, viene a ser lo mismo.
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