Mahmood, representante de Italia en Eurovisi¨®n: ¡°A veces tengo miedo de despertarme y no tener nada que decir¡±
El m¨²sico italiano, uno de los favoritos para ganar el festival con ¡®Brividi¡¯, que escribi¨® y canta con Blanco, repasa su ascenso mete¨®rico en una atribulada entrevista
Mucho antes de sus canciones, Alessandro Mahmoud se hizo conocido por su cappuccino. Para mal, al principio: ¨¦l mismo admiti¨® que preparaba un brebaje espantoso. Termin¨®, sin embargo, como el camarero m¨¢s h¨¢bil de todo el bar, ¡°el rey¡±, como cont¨® alguna vez. En 2013, un a?o despu¨¦s de que la m¨²sica le hubiera destronado de su sue?o, con la eliminaci¨®n en el programa televisivo X-Factor, el chico logr¨® coronarse entre tazas. Aunque, en el fondo, el cappuccino le hab¨ªa ense?ado a no rendirse. Y menos con 21 a?os. As¨ª, en 2015, gan¨® un concurso que daba acceso a una secci¨®n paralela del festival de Sanremo. Y, en cuanto puso pie en el escenario, no lo volvi¨® a quitar. Hasta hoy. Nada detiene su ascenso. Y ninguna etiqueta encierra un estilo tanto musical como est¨¦tico inclasificable. Es, simplemente, el suyo. Este s¨¢bado representa a Italia en la final de Eurovisi¨®n con la balada Brividi (Escalofr¨ªos), escrita y cantada junto con Blanco.
¡°He estudiado desde que tengo 10 a?os. Pero entend¨ª que pod¨ªa vivir de mi voz solo desde que sucedi¨®. Estoy cada vez m¨¢s convencido de que la m¨²sica es lo que se me da mejor. Seguramente en los ¨²ltimos cuatro a?os ha cambiado casi todo¡±, terciaba Mahmood en Madrid, hace una semana. Para empezar, su nombre art¨ªstico, mezcla de su apellido y la palabra inglesa mood (estado de ¨¢nimo). Pero, sobre todo, su carrera. En febrero de 2019 dio su primer concierto y lanz¨® su ¨¢lbum de debut, Giovent¨² bruciata (Juventud quemada). Poco despu¨¦s, gan¨® por sorpresa el festival de Sanremo, con Soldi (Dinero), que le llev¨® tambi¨¦n hasta el segundo puesto en Eurovisi¨®n ese a?o. Llegaron millones de escuchas online, miles de discos vendidos, la fama. Y, hace pocos meses, siguieron el ¨¢lbum Ghettolimpo, una segunda victoria en Sanremo con Brividi, una gira internacional que ha llenado la parisiense sala Bataclan o la But de Madrid, y el regreso a Eurovisi¨®n, esta vez entre los favoritos.
Una rueda tan imparable que ni el propio Mahmood logra frenarla. ?Un d¨ªa a d¨ªa de ¨¦xito, dinero y celebraciones no supone tambi¨¦n un abismo? ¡°Hace meses que no veo una fiesta, solo camas grandes de hotel. Ya me gustar¨ªa el abismo de vez en cuando¡±, bromea el artista. Y, serio, afirma: ¡°Con el tiempo se aprende a gestionarlo mejor, logras encontrar algo de espacio para ti mismo, los amigos y la familia y eso ayuda. Si est¨¢s demasiado tiempo dentro de la vor¨¢gine, corres el riesgo de perder el contacto con la realidad¡±. Porque, hoy en d¨ªa, le sigue un equipo de una decena de personas, puede lucir en sus shows ropa que viaja miles de kil¨®metros solo para que la vista y un cartel, durante su actuaci¨®n en la sala But la semana pasada, desvelaba que Amazon Prime Video la estaba filmando. Se qued¨® tanta gente fuera del concierto, adem¨¢s, que ya se est¨¢ negociando su regreso a Madrid y Barcelona, en oto?o, en espacios m¨¢s grandes.
Criado por su madre ¡ªen Soldi Mahmood canta c¨®mo su padre se march¨® y la p¨¦sima relaci¨®n entre ambos, hoy algo reconducida¡ª, el m¨²sico relata que ella le ayuda a no perderse: ¡°Debes recordar de d¨®nde vienes y todo se reajusta. Cuentan los principios, y me los ha ense?ado muy bien. La educaci¨®n es uno de los valores fijos en mi cabeza. Siempre tienes que ponerte en el mismo nivel de qui¨¦n tengas delante, no pensar nunca que tus problemas valgan m¨¢s¡±. Lo dice, eso s¨ª, en una entrevista que empez¨® 40 minutos tarde. El artista no se present¨® a la prueba de sonido de su concierto madrile?o, y hubo que trasladarse a su hotel. A la barrera de sus gafas de sol, que mantuvo durante todo el encuentro y la sesi¨®n fotogr¨¢fica, sum¨® cierta desgana. Tanto que su m¨¢nager adujo el extremo cansancio del m¨²sico y ofreci¨® una segunda charla, telef¨®nica, d¨ªas despu¨¦s. Sin embargo, no se produjo.
Y eso que el artista asegura adorar Espa?a. Como prueba, las exquisiteces gastron¨®micas que cita o su admiraci¨®n por Rosal¨ªa. Aunque, sobre todo, la versi¨®n en castellano de Soldi, las palabras espa?olas sueltas en varios temas y t¨ªtulos de canciones como Barrio o Dorado. Durante el concierto en Madrid, Mahmood se manej¨® en varios momentos en castellano, para entusiasmo de los fans locales.
Junto con el ¨¦xito, eso s¨ª, tambi¨¦n han aumentado visibilidad, presiones y cuestionamientos. ¡°?La canci¨®n italiana m¨¢s bella?¡±, se pregunt¨® ret¨®ricamente en Twitter Matteo Salvini ante la victoria de Soldi en 2019. Tal vez el l¨ªder de la derechista Liga hablara solo de gustos musicales. Para muchos, sin embargo, la piel oscura de Mahmood, su ra¨ªz africana y un estilo de ropa muy lejos del canon masculino incidieron m¨¢s en el juicio del pol¨ªtico conservador. La prensa tambi¨¦n se dej¨® llevar por los estereotipos: se le ha considerado ¡°medio egipcio¡± ¡ªnaci¨® en Mil¨¢n, de madre de Cerde?a y padre egipcio¡ª y se le ha preguntado si respeta el ramad¨¢n, a lo que tuvo que contestar que no es musulm¨¢n. Y, una y otra vez, se le ha inquirido por su orientaci¨®n sexual. Porque dos chicos que lucen faldas o camisas transparentes en prime time, muestran qu¨ªmica en el escenario y tienen como ritual un beso en la mejilla antes de actuar ¡ªcomo cont¨® Blanco¡ª para algunos suponen todav¨ªa una rareza. ¡°Para m¨ª es importante que sea normal. Nada m¨¢s. Que se vea de cualquier otra forma puede volverse un poco peligroso para la sociedad¡±, defiende ¨¦l.
Ambos han explicado varias veces que Brividi es un himno al amor, sin m¨¢s etiquetas. As¨ª, en el videoclip, Blanco vive un idilio con una mujer y Mahmood con un hombre. Cuesta creer, en todo caso, que tanta conexi¨®n surgi¨® por azar. Porque ambos m¨²sicos se conocieron en la oficina de un productor. Compusieron juntos el estribillo. Y, luego, cada uno realiz¨® su parte por separado. Pese a la distancia, todo encaja en un relato coherente, ¨ªntimo y a la vez universal. ¡°Creo que tanta gente se puede reconocer en esta canci¨®n porque no es ni solo mi punto de vista, ni el suyo, sino la mezcla de dos generaciones [Blanco tiene 19 a?os]¡±, sostiene Mahmood. El tema incluye, adem¨¢s, una frase que resume d¨¦cadas de problemas de la masculinidad ¡ª¡±No s¨¦ decir lo que siento, es uno de mis l¨ªmites¡±¡ª, con la que el m¨²sico se siente identificado: ¡°A veces me cuesta expresar mis emociones, puedo ser fr¨ªo y hacer da?o, tanto a los dem¨¢s como a m¨ª mismo¡±. Desde que su exposici¨®n se ha disparado, de hecho, se muestra m¨¢s cuidadoso: ¡°Pero solo en entrevistas y redes sociales. En la vida hago lo que me d¨¦ la gana¡±.
En la m¨²sica, en el fondo, tambi¨¦n. Porque, igual que otras estrellas j¨®venes como Rosal¨ªa o C. Tangana, el estilo de Mahmood es distinto, innovador. Rap, hip-hop, baladas, R&B, frases en el idioma de Cerde?a y mucho m¨¢s. A veces, incluso dentro de la misma canci¨®n. ?l alguna vez lo ha definido como ¡°pop marroqu¨ª¡±. Pero ahora emplea la palabra ¡°libre¡± y agrega: ¡°Nunca pienso en qu¨¦ g¨¦nero estoy haciendo¡±. ¡°Ghettolimpo ha sido casi una terapia, un desahogo. He intentado unir a mis ra¨ªces, como la mitolog¨ªa, con problemas como el paso a una dimensi¨®n social¡±, explica. Tanto que la portada del disco le muestra como Narciso, observando en el agua una versi¨®n oscura de s¨ª mismo.
En sus letras, en realidad, Mahmood ya expone todos sus fallos. ¡°No pongo l¨ªmites a lo que pueda contar, si no se volver¨ªa aburrido. No intento mostrarme m¨¢s guapo o simp¨¢tico en mis temas, sino decir lo que hay. Si cantara falsedades, me sentir¨ªa rid¨ªculo¡±, argumenta. Confiesa que tambi¨¦n ha logrado reducir su ¡°ansiedad¡± al subirse al escenario, y que se busca defectos a posteriori, en los v¨ªdeos que encuentra de sus conciertos. Aunque rechaza citar uno, as¨ª como alguna virtud. S¨ª comparte un temor: ¡°A veces tengo miedo de despertarme y no tener nada que decir¡±. De momento, sucede lo contrario: el s¨¢bado, le escuchar¨¢ media Europa.
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