¡®CSI: S¨¢lvame¡¯ y la presunci¨®n de inocencia

Hace dos siglos tuvo cierto predicamento la frenolog¨ªa, una pseudociencia seg¨²n la cual las tendencias criminales est¨¢n vinculadas a nuestras facciones. Parece un disparate, pero Dolores V¨¢zquez fue a prisi¨®n tan solo por su supuesta cara de mala ¡ªy una lesbofobia rampante¡ª. A la opini¨®n p¨²blica le gustan los culpables a la medida de sus prejuicios.

De Luis Lorenzo y Arancha Palomino molesta su gesto arrogante y levanta sospechas que nadie hable bien de ellos cuando hasta el m¨¢s abyecto concursante de reality tiene defensores en plat¨®. Con ese sustrato, las presuntas atrocidades cometidas por ambos resultan cre¨ªbles aunque provengan de fuentes tan cuestionables como el grupo de Whatsapp de sus vecinos. En la pel¨ªcula que nos hemos montado ¡ªen la m¨ªa los interpretan Dylan McDermott y Betty Gilpin¡ª ya est¨¢n enchironados porque quienes tratan de aportar rigor no atrapan nuestra atenci¨®n tanto como S¨¢lvame disfraz¨¢ndose de CSI y llamando a un taxi en directo para que una colaboradora lleve inmediatamente una supuesta prueba incriminatoria a la Guardia Civil.

No sorprende que Mediaset monte teatrillos ni han sido los ¨²nicos, todos los medios se han sumado porque el ¡°m¨¢s all¨¢ de toda duda razonable¡± sobre el que se sustenta la presunci¨®n de inocencia termina donde empieza la lucha por el share. Lo sangrante en el caso de Telecinco es que esas especulaciones comparten parrilla con el documental sobre el linchamiento medi¨¢tico sufrido por Dolores V¨¢zquez.

No tengo ni idea, ni me toca a m¨ª dirimirlo ¡ªespero¡ª, de si el actor y su esposa son unos asesinos despiadados, una pareja de codiciosos amorales o simplemente personas normales sometidas a un escrutinio del que nadie saldr¨ªa indemne, pero me sentir¨ªa m¨¢s segura si el juicio que lo determine se celebrase en un juzgado y no en un plat¨®, aunque ni siquiera eso garantice justicia.

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