¡®Pustina¡¯ o la dureza de una historia rural
Es una de las series m¨¢s notables que se pueden ver en la actualidad pese a la miseria y mezquindad de los habitantes de ese peque?o mundo y la dureza de su historia
Si usted es proclive a la depresi¨®n no le conviene ver Pustina (HBO Max), una serie checa de ocho cap¨ªtulos creada por ?t¨§p¨¢n Hul¨ªk y excelentemente protagonizada por Zuzana Stivinova. Si, adem¨¢s, usted es un decidido partidario del capitalismo comprobar¨¢ que la vida en este peque?o pueblo fronterizo con Polonia ratificar¨¢ su convicci¨®n ideol¨®gica, pocas secuelas m¨¢s lamentables del socialismo que el nivel de vida de los lugare?os. Y si usted es de los que est¨¢n convencidos de la bondad del ser humano, comprobar¨¢ lo equivocado que est¨¢. Dicho todo lo cual, Pustina es una de las series m¨¢s notables que se pueden ver en la actualidad pese a la miseria y mezquindad de los habitantes de ese peque?o mundo y la dureza de su historia.
La trama contiene dos conflictos. Uno general: la propuesta de una poderosa empresa minera que pretende comprar todo el pueblo para expandir la extracci¨®n del carb¨®n, tras las correspondientes indemnizaciones a sus pobladores. Y otro particular: la desaparici¨®n de la hija menor de la alcaldesa, quien lidera la resistencia a la propuesta empresarial por amor y respeto a sus ra¨ªces. Dos historias que se enmarcan en una vida cotidiana en la que el alcoholismo, las drogas y la prostituci¨®n consiguen unificar a los desheredados de la Tierra, capitalistas o comunistas, con esa demostrada incapacidad de cualquier sistema pol¨ªtico para alcanzar la armon¨ªa y bienestar de sus conciudadanos.
Si hablamos de la capacidad de autocr¨ªtica que contienen algunas de las producciones televisivas, Pustina est¨¢ en el Olimpo de la autodestrucci¨®n de los valores patrios. Pocas series muestran con tal nitidez los fallos de un sistema que en su d¨ªa preconizaba la realizaci¨®n del Hombre Nuevo, un demag¨®gico anhelo al parecer inalcanzable.
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