¡®Pobre diablo¡¯: en busca del ¡®Rick y Morty¡¯ espa?ol que abra camino a toda una industria
Joaqu¨ªn Reyes y Ernesto Sevilla se al¨ªan de nuevo con Miguel Esteban (¡¯Enjuto Mojamuto¡¯) en la primera serie de animaci¨®n adulta de HBO Max Espa?a, que se aleja del humor ¡®chanante¡¯ para abrazar influencias extranjeras
Miguel Esteban, Ernesto Sevilla y Joaqu¨ªn Reyes llevan d¨¦cadas trabajando juntos en varios proyectos, algunos de ellos fueron animados, en sus tiempos chanantes, como Enjuto Mojamuto y Maric¨®n y Tontico. Ya entonces ten¨ªan como referencia t¨ªtulos extranjeros, desde Los Simpson, Futurama y South Park. Y, aunque la animaci¨®n para adultos ha dado nuevos pasos, hasta llegar a los actuales Rick y Morty y BoJack Horseman, esa ola de contenidos arriesgados y rupturistas en fondo y forma, algo fe¨ªstas y oscuros, no se ha visto reflejada hasta ahora en la industria televisiva espa?ola. Esteban recuerda como uno de los pocos intentos en estos ¨²ltimos 25 a?os al ?Qu¨¦ bello es sobrevivir! (1999), de Emilio Arag¨®n. Y poco m¨¢s. Pobre Diablo, su nueva colaboraci¨®n junto a Sevilla y Reyes, intenta abrir esa puerta mir¨¢ndose en el espejo de los hitos recientes del g¨¦nero.
Pobre diablo es la primera serie de animaci¨®n adulta encargada por HBO Max Espa?a, cuenta con la producci¨®n de Buend¨ªa Estudios (tambi¨¦n responsable de la serie Apag¨®n y del programa Drag Race Espa?a) y llega al cat¨¢logo internacional de la plataforma este viernes 17 de febrero, bajo el nombre de Poor Devil. Su protagonista, Stan, parece un chico del mont¨®n, pero en realidad es el Anticristo. Queda poco para que cumpla 666 meses y con ellos la profec¨ªa con la que su misi¨®n debe cumplirse: sumir a la humanidad en el horror y el caos. El problema es que, en contra de los deseos de sus tres padres, ¨¦l est¨¢ m¨¢s interesado en triunfar en un musical de Broadway.
¡°Nos har¨ªa una ilusi¨®n tremenda que la gente vea gracias a nuestra serie que este g¨¦nero funciona, que se puede hacer y que podemos aprovecharnos de la gran cantidad de buenos animadores que hay en este pa¨ªs. Son gente que, de hecho, trabajan en producciones extranjeras¡±, cuenta Miguel Esteban, el director de este proyecto, a principios de semana. Menciona otro tipo de talentos narrativos de los que el audiovisual espa?ol podr¨ªa hacer uso para impulsar la animaci¨®n para adultos. Rafillo, creador de la webserie Querida Conchi, el d¨²o de cineastas Burnin Percebes, o la lime?obarcelonesa Roc¨ªo Quillahuaman. Todos ellos podr¨ªan tener su propia serie de televisi¨®n animada, opina el director y guionista.
De hecho, en los primeros cap¨ªtulos de esta primera temporada de Pobre diablo, la industria del entretenimiento (y lo mucho que maltrata a sus talentos) es uno de esos lugares infernales de los que hace mofa esta comedia de poco m¨¢s de 20 minutos por cap¨ªtulo. Aparece en ella como una ramificaci¨®n m¨¢s, junto a otros avernos actuales como el sector publicitario y las redes sociales, del capitalismo salvaje. ¡°La tem¨¢tica de la serie nos permite abrir un camino con el que hablar del bien y del mal. Pero preferimos que sea un bien y mal muy terrenal, uno que ya conocemos¡±, comenta Esteban.
Nueva York, animado desde Granada
Partiendo de una obra maestra del g¨¦nero de terror como es La semilla del diablo (1968) de Roman Polanski, los creadores de Pobre diablo trasladan esta particular comedia familiar a la Nueva York actual, en vez de hacerlo en Espa?a. Lo hacen, entre otras cosas, para disfrutar de las oportunidades creativas que la animaci¨®n ofrece al relato, que ser¨ªan mucho m¨¢s complicadas de lograr en una comedia de acci¨®n real. ¡°Nos resultaba divertido ambientar la historia en un lugar en el que no hemos vivido, incluyendo errores que el espectador puede apreciar f¨¢cilmente, incluso sin ser de all¨ª. Es una forma de darle la vuelta a algo que ha pasado toda la vida, cuando las pel¨ªculas de Hollywood han mostrado una Espa?a que no conocemos¡±, dice. La evoluci¨®n natural de este tr¨ªo de creadores ha hecho que en Pobre diablo quede poco del humor absurdo de acento manchego de La hora chanante, en favor de lo que Esteban define como ¡°una locura m¨¢s formal, menos basada en el gag¡±.
Rokyn Animation, el estudio granadino con el que el tr¨ªo ya prepara un futuro largometraje, ha dado forma a los bocetos creados por Joaqu¨ªn Reyes para construir a los personajes y a esa falsa Nueva York de la serie. De esa compa?¨ªa procede la direcci¨®n creativa de Manuel Sicilia y la producci¨®n de Francesca Nicoll. Durante 15 meses y muchas conversaciones telem¨¢ticas de por medio, han creado juntos Pobre diablo, entre Madrid y la ciudad andaluza.
Sicilia lleva a?os impulsando a la industria de la animaci¨®n espa?ola desde Granada, aunque casi siempre en el campo del cine. Es ganador del Goya a mejor pel¨ªcula de animaci¨®n por El lince perdido (2008) y ha trabajado en varios g¨¦neros y formatos, del cortometraje a las historias para ni?os. Con la llegada a la animaci¨®n para adultos en televisi¨®n a trav¨¦s de Pobre diablo, se reafirma en esa cita atribuida al cineasta Alfred Hitchcock. ¡°Para hacer una gran historia, se necesitan tres cosas: el guion, el guion y el guion¡±, recita a trav¨¦s del tel¨¦fono, en su estudio.
¡°Ahora, cada vez hay m¨¢s contenidos de animaci¨®n que se parecen entre s¨ª, al estilo Pixar y al de Disney. Aqu¨ª hemos buscado la est¨¦tica que mejor le iba a la historia¡±, defiende. Para el animador, el dise?o de los fondos de la imagen y definir con mimo la identidad de algunos de los personajes, como la dulzura y vulnerabilidad de su protagonista, Stan, han sido dos de los puntos clave para encontrar una personalidad propia en esta serie. A medida que avanzan los cap¨ªtulos, aparecen personajes famosos, muy reconocibles por la audiencia. Mantener la esencia visual del proyecto ha sido lo m¨¢s importante para Rokyn Animation, por lo que, explica Sicilia, los rasgos de estas celebridades han tenido que adaptarse al universo est¨¦tico de Pobre diablo.
Adem¨¢s, los actores que ponen voz a los personajes se han encargado de interpretar, y no de hacer doblaje. Muchos de ellos, recuerda Esteban, se han creado teniendo en mente al actor o actriz que iba a encarnarlos. Por ejemplo, Joaqu¨ªn Reyes es Stan, el joven protagonista; Ignatius Farray hace de su padre, un sat¨¢n con acento canario; y la fallecida Ver¨®nica Forqu¨¦, se encarga de su madre, inspirada en la dulzura de la Mia Farrow de La semilla del diablo.
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