El desconcierto del anciano capit¨¢n Picard es el desconcierto de los viejos
La antigua tripulaci¨®n de ¡®Star Trek¡¯ no entiende, en la reciente serie, por qu¨¦ la nueva generaci¨®n ve como cr¨ªmenes lo que ellos consideraban haza?as
Star Trek es un fen¨®meno de masas que funciona como una logia mas¨®nica secreta. Los miembros de esta fe sumamos millones en todo el mundo, pero quien no est¨¢ en ella no se entera de nada. Es dif¨ªcil escapar de otras manifestaciones masivas, como el f¨²tbol o la m¨²sica pop (yo no he visto un partido de f¨²tbol en treinta a?os, aunque estoy al tanto de lo de Laporta y los ¨¢rbitros, y tampoco me va nada Shakira y canto en la ducha su canci¨®n de despecho), pero quien no guste de Star Trek puede vivir en la m¨¢s completa de las ignorancias. Como no hacemos proselitismo, los trekkies solo podemos compadecernos de quienes se est¨¢n perdiendo la tercera temporada de Picard, uno de los acontecimientos televisivos del a?o, que colma de felicidad millones de corazones en la despedida del querido capit¨¢n Sir Patrick Stewart.
No lo traigo a esta columna con ¨¢nimo de convertir a los profanos, sino porque uno de los planteamientos de este final me ha parecido revelador, inteligente y sutil¨ªsimo: los personajes de la tripulaci¨®n de Picard, muy viejitos y retirados, vuelven para salvar a la Federaci¨®n de una amenaza enorme. Al entablar contacto con los j¨®venes que les sucedieron, descubren que no los ven como las leyendas mitol¨®gicas que cre¨ªan ser. Al contrario: les culpan de los males del presente. Lo que en la serie de los ochenta se narraba como audaz, ahora se reinterpreta como soberbio, tir¨¢nico y gratuitamente violento. Los pobres ancianos no entienden por qu¨¦ se leen como cr¨ªmenes lo que ellos vivieron como haza?as, y en su desconcierto es inevitable ver el de tantos pol¨ªticos, m¨²sicos, periodistas y otros protagonistas del ayer que, como el pobre Picard, se aturden ante las acusaciones de unos hijos que les han perdido el respeto. Ni la Flota Estelar se libra de estos debates.
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