¡®Succession¡¯: tres bodas y un funeral

Hay quien quiere ser la novia en la boda, el ni?o en el bautizo y el muerto en el entierro cuando lo mejor que se puede ser en los tres es el guionista. Para qu¨¦ va a querer uno ser el protagonista cuando puede, simplemente, escribir lo que pasa.

Ha llegado el funeral de Logan Roy. Y me imagino a los guionistas del episodio cruji¨¦ndose los dedos con satisfacci¨®n antes de ponerse a teclear los paneg¨ªricos de este pen¨²ltimo episodio de la serie.

En la ficci¨®n televisiva, funerales y paneg¨ªricos brillantes los hay a patadas. Uno de mis preferidos tiene lugar en la primera temporada de A dos metros bajo tierra (HBO). Fallece una actriz porno y sus compa?eros de trabajo son los encargados de honrarla. ¡°Est¨¢bamos rodando Larry el sucio III¡±, dice un actor emocionado en pleno sepelio. ¡°Y ella era entusiasta. Nadie me ha hecho una mamada mejor en la vida. Y ni siquiera est¨¢bamos grabando¡±.

Lo malo de los funerales es que uno no est¨¢ ah¨ª para escuchar las alabanzas que se le dedican. A no ser que, como en el mejor episodio de Better things, uno pueda disfrutarlo en vida. A Sam, su protagonista, sus hijas y amigos le organizan un funeral para compensarla por el ninguneo familiar que siente hacia su trabajo como actriz. En ¨¦l, su hija mayor se explica: ¡°Nunca ve¨ªa las series de mi madre, no me importaba su trabajo, porque era mam¨¢, no quer¨ªa compartirla con nadie¡±. A Logan Roy nadie lo comparti¨® porque nadie lo tuvo, ni siquiera sus hijos. Shiv (excelsa Sarah Snook), termina su paneg¨ªrico faltando a la verdad: ¡°Lo hiciste bien, pap¨¢. Estamos todos aqu¨ª y nos va bien¡±. Si no tienes quien te quiera, procura tener al menos quien bien te mienta. Despu¨¦s de muerto es lo mismo.

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