Shane MacGowan: el feo, lo bello, el vicio y la ira

Se puede tener talento para la m¨²sica y para la poes¨ªa, pero una vida marcada por las adicciones y la propensi¨®n a la violencia. Uno de los primeros recuerdos de Shane MacGowan es que con cinco a?os ya beb¨ªa pintas de Guinness. En su adolescencia, adem¨¢s, tomaba (y vend¨ªa) speed. La primera vez que sali¨® en un peri¨®dico fue porque, en un concierto de The Clash, le mordi¨® su amiga Jane Crockford en el l¨®bulo de una oreja y sigui¨® bailando ensangrentado: ¡±Canibalismo en el bolo de The Clash¡± fue el titular en la prensa sensacionalista. Eso fue antes de que MacGowan liderara The Pogues, la banda que actualiz¨® la m¨²sica tradicional irlandesa a la luz del punk en los primeros a?os ochenta. Y este tipo salvaje y casi siempre borracho sacaba en sus canciones una sensibilidad exquisita. De su voz rota, de una boca desdentada por peleas y drogas, brotaban versos de una melancol¨ªa embriagadora.

El documental Crock of Gold: Bebiendo con Shane MacGowan (en Prime Video) es una producci¨®n de Johnny Depp, con direcci¨®n de Julien Temple, sobre una figura clave de la cultura de la di¨¢spora irlandesa del ¨²ltimo medio siglo. ?l era hijo de emigrados a Inglaterra, y pasaba temporadas en Tipperary, la tierra de su madre. Pero solo en Londres pudo surgir el fen¨®meno que acabaron siendo The Pogues.

Seg¨²n crec¨ªa su fama, se cuenta, MacGowan perd¨ªa el control de su carrera mientras se hund¨ªa en los vicios: lo forzaron a alejarse de sus ra¨ªces, a cantar canciones tan comerciales como distantes de su ideario. Un ejemplo es Fiesta, con versos en espa?ol macarr¨®nico sobre la Feria de Almer¨ªa. Lo acabaron echando y ¨¦l fund¨® una nueva banda que estuviera solo a su servicio, con un nombre bastante similar: The Popes. La ruptura fue traum¨¢tica (y poco rentable) para ambos; el cantante volvi¨® con The Pogues en 2001 para salir de nuevo a la carretera, aunque no hubo m¨¢s discos de estudio. Una grave rotura de cadera en 2015 lo postr¨® en una silla de ruedas, en la que no se sostiene derecho. Tres a?os despu¨¦s, al cumplir los 60, recibi¨® el homenaje de colegas como Bono, Sin¨¦ad O¡¯Connor o Nick Cave (y del presidente de Irlanda, Michael D. Higgins) en un concierto en Dubl¨ªn.

El filme, de 2020, lo retrata de todas las formas (im¨¢genes de archivo, entrevistas, escenas dramatizadas, dibujos animados) sin ahorrar nada de lo m¨¢s crudo. Vemos que sigue siendo bebedor y pendenciero. Y que, aunque dice estar limpio de otras adicciones, ser¨¢ mejor que nadie le ofrezca un pico de hero¨ªna porque ser¨ªa capaz de met¨¦rselo. Solo lamenta de su vida no haber tenido las agallas de alistarse en el IRA. Entre quienes charlan con ¨¦l en un pub est¨¢ Gerry Adams, hist¨®rico l¨ªder del Sinn F¨¦in, antes el brazo pol¨ªtico de la banda terrorista, hoy primera fuerza pol¨ªtica de Irlanda del Norte.

No se arrepiente de nada un decr¨¦pito MacGowan, punk hasta el final. A Johnny Depp le dice: ¡°Eres tan guapo que das asco¡±. ?l presume de fealdad, aunque haya tanta belleza en la m¨²sica que cre¨®.

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