Muerto ¡®S¨¢lvame¡¯, s¨¢lvese quien pueda
Lo que empez¨® en 2009 como una gamberrada, un aquelarre de loros y cotorras desollando al pr¨®jimo y a ellos mismos, pasando de periodistas a noticia, ha funcionado a la vez como espejo deformante y fidel¨ªsimo reflejo de la sociedad del todo vale
La tarde del 17 de septiembre de 2014, Pedro S¨¢nchez llam¨® en directo a S¨¢lvame, donde Jorge Javier V¨¢zquez amenazaba con dejar de votar a los socialistas por tolerar la salvajada del Toro de la Vega, y abri¨® un fil¨®n inexplorado por los pol¨ªticos. El entonces flamante secretario general del PSOE le prometi¨® a la estrella de la tele que, si llegaba al poder, aprobar¨ªa una ley de bienestar animal. V¨¢zquez le compr¨® el discurso. Se dijeron cuelga t¨²; no, cuelga t¨². Colgaron ambos y quedaron tan colegas. S¨¢nchez, novato pero no tonto, necesitaba m¨¢s c¨¢maras y altavoces de los que le pon¨ªan por delante y sab¨ªa que con aquella llamada a aquel programa, tan denostado por unos como idolatrado por otros, atra¨ªa a una parroquia lo bastante amplia y diversa para que a un candidato a presidente del Gobierno le rentara bajar de las alturas a soltarle un mitin gratis al pueblo. La calidad de S¨¢lvame es opinable. La influencia en las tertulias pol¨ªticas, los chiringuitos deportivos, la redefinici¨®n del concepto de famoso y la ret¨®rica de las tribunas del Congreso y del Senado del formato televisivo que arde ahora en la pira de los intereses pol¨ªticos y econ¨®micos de Mediaset Espa?a es un hecho.
Lo que empez¨® en 2009 como una gamberrada, un aquelarre de loros y cotorras desollando al pr¨®jimo y a ellos mismos, pasando de periodistas a noticia, ha funcionado a la vez como espejo deformante y fidel¨ªsimo reflejo de la sociedad del todo vale. Bodas, bautizos, divorcios, funerales, idilios, broncas. Dimes, diretes, emociones a lo bestia y si te he difamado no me acuerdo. Un d¨ªa tranquilo en plat¨® era un d¨ªa perdido. Tanto que, cuando la cosa estaba de caspa ca¨ªda, convenc¨ªan a Bel¨¦n Esteban para marcarse un Belenazo ¡ªla curaci¨®n de sus adicciones, el duelo por la muerte de su exmarido, la en¨¦sima trifulca con el padre de su hija¡ª y levantaba la audiencia a pulso con sus glorias y miserias por puro amor al euro. Ya lo dijo ella el otro d¨ªa: ¡°S¨¢lvame ha llenado muchas neveras, la primera, la m¨ªa¡±. Adem¨¢s de sus respectivas haciendas, S¨¢lvame ha engordado la imaginer¨ªa y el vocabulario p¨²blico con el baile chuminero de Lydia Lozano, la croqueta de Mila Xim¨¦nez, las homil¨ªas antihom¨®fobas de Jorge Javier V¨¢zquez, los memes de Bel¨¦n Esteban aburrida, despiporrada y/o cabreada y las idas y venidas de olla de todos y cada uno de ellos.
Al otro lado de la tele, marujas, jubilados y clases pasivas, s¨ª, pero tambi¨¦n mediopensionistas sociales y culturales como la que firma y una nueva generaci¨®n de espectadores que es ahora la que, parad¨®jicamente, m¨¢s llora en redes el abrupto corte del suministro de esa mandanga de la buena. Siempre hay un punto de no retorno. Y, a pesar de que, sabi¨¦ndose sentenciados, han echado el plat¨® por la ventana con una masclet¨¤ final que r¨ªete t¨² de la de la crem¨¤ de la hoguera del Ayuntamiento de Alicante, ni santa Mila Xim¨¦nez, musa eterna de la causa, ni San Silvio Berlusconi, patr¨®n hist¨®rico de la casa, reci¨¦n ascendido al limbo de los pecadores por el arzobispo de Mil¨¢n en persona, han podido remediar lo irremediable.
Queda por saber qu¨¦ ninots de esa hoguera de las vanidades ser¨¢n indultados por el pueblo y cu¨¢les, tras ser pasto de las llamas ante las l¨¢grimas de sus falleras mayores, se quedar¨¢n en cenizas que la parrilla se llev¨® por delante. Por ahora, solo disponemos del vaticinio de una voz autorizada en la materia. La de Mar¨ªa del Carmen Men¨¦ndez, la madre de Bel¨¦n Esteban que, preguntada al respecto por su se?ora hija en riguroso directo, solt¨® por esa boca: ¡°Ahora nos tocar¨¢ aguantar cinco horas de gilipolleces y tonter¨ªas¡±, refiri¨¦ndose a lo que venga despu¨¦s de S¨¢lvame. Eso es amor de madre.
En aquella llamada en directo de 2014, Jorge Javier ret¨® a Pedro S¨¢nchez a someterse al pol¨ªgrafo de Conchita para detectar si ment¨ªa o dec¨ªa la verdad en lo del Toro de la Vega y en otras de sus entonces nuevas promesas pol¨ªticas. S¨¢nchez, picaruelo, no le dijo ni que s¨ª ni que no ni todo lo contrario. L¨¢stima que ya no haya tiempo. 10 a?os, varias vidas, una moci¨®n de censura y cuatro a?os al frente de su propio aquelarre en La Moncloa, el presidente del Gobierno ha cogido el toro por los cuernos y presenta su propio programa de entrevistas con sus ministros a ver si rasca votos en las pr¨®ximas elecciones. De Jorge Javier no hay noticias. Solo sabemos que ha hecho mutis por el foro por puro agotamiento. Pues eso. Muerto S¨¢lvame, s¨¢lvese quien pueda.
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