¡®That?s My Jam Espa?a¡¯: as¨ª se monta un gran ¡®show¡¯ de televisi¨®n

A las afueras de Madrid se alinean en una misma calle naves gigantes que son recintos de rodaje. En uno de ellos se ha grabado desde febrero That?s My Jam Espa?a, la adaptaci¨®n del programa de la cadena NBC que presenta y produce Jimmy Fallon, en el que dos parejas de famosos ponen a prueba sus habilidades y conocimientos musicales. En la televisi¨®n hay muchos trucos visuales para que los espacios reducidos ganen profundidad, pero este es realmente un plat¨® de gran formato. ¡°Es un alarde escenogr¨¢fico y adem¨¢s igual al original¡±, apunta Arturo Valls, sonrisa perenne. La versi¨®n espa?ola del programa de Fallon, que enfrentar¨¢ a famosos en una competici¨®n basada en la m¨²sica, se estrena en Movistar Plus+ el 2 de octubre, con Valls como presentador y coproductor, junto a la plataforma y a LaCoproductora.

Fue el presentador quien a principios del a?o pasado se enter¨® de que la NBC vend¨ªa el formato para su adaptaci¨®n a otros pa¨ªses. Habl¨® entonces con Jorge Pezzi, cofundador de LaCoproductora (productora audiovisual de PRISA, empresa editora de EL PA?S) y este envi¨® un correo a Los ?ngeles, donde tiene su sede la cadena. Pezzi explica que llegaron en el momento oportuno: ¡°Justo estaban en la negociaci¨®n del formato y lo que les convenci¨® fue que ten¨ªamos al presentador perfecto¡±. Pezzi se refiere al carisma de Valls, pero tambi¨¦n al hecho de que este ejercer¨ªa de productor, un doble papel que tambi¨¦n desempe?a Fallon en el programa original.

Valls intu¨ªa que era un proyecto ¡°af¨ªn¡± a su estilo y que la adaptaci¨®n ser¨ªa ¡°org¨¢nica¡±. Lo que m¨¢s le motiv¨® a lanzarse a por el programa fue la m¨²sica: ¡°Una banda en directo es algo muy inusual en los formatos de entretenimiento en Espa?a, el hecho de que tenga tanta relevancia me pareci¨® fundamental; es como un patio de colegio para m¨ª¡±. El presentador confiesa que le hubiese gustado tener un grupo en su juventud y que a veces canta en su casa, aunque le pidan que se calle. Va a aprovechar la oportunidad para hacer sus pinitos bajo la batuta de V¨ªctor El¨ªas, director musical del programa.

Valls y Pezzi sab¨ªan del inter¨¦s de Movistar Plus+ en este formato, as¨ª que la alianza qued¨® afianzada con facilidad. Cuenta ?ngel Ayll¨®n, gerente de Entretenimiento de la plataforma, que el programa ¡°tiene todos los elementos fundamentales que necesita un espect¨¢culo: humor, m¨²sica y celebrities¡±. Las parejas se enfrentan en retos divertidos en los que deben mostrar sus dotes y conocimientos musicales. ¡°Y viene de la mano de Arturo Valls, que es un n¨²mero uno¡±, remata Ayll¨®n.

El propio Fallon y la NBC han seguido el proceso de adaptaci¨®n, pero los tres coinciden en se?alar que no es algo que les haya intimidado, sino que se han sentido ¡°acompa?ados¡±. Aunque Valls matiza que ¡°ellos casi han inventado el entretenimiento¡± y a veces eso hace dif¨ªcil cuestionarlos.

A pesar de que hay un modelo referencial, han estado ¡°muy atentos a la espa?olizaci¨®n¡±. La espa?olizaci¨®n supone pensar gags caseros, pero tambi¨¦n retocar el ritmo e incluso el propio formato. Las secciones del programa americano suceden a la velocidad de un chasquido y That?s My Jam Espa?a ha ralentizado ese trepidante suceder de cosas. Adem¨¢s, han cambiado el sistema de puntuaciones de las pruebas. En el original la competici¨®n final era decisiva, independientemente de las puntuaciones obtenidas antes. En la versi¨®n espa?ola se logra la victoria por acumulaci¨®n de puntos.

Estrellas invitadas

Valls confiesa que en una primera temporada lo m¨¢s dif¨ªcil de organizar son justamente los participantes, o los talentos, como se les llama en la jerga. ¡°Tienes que tirar de agenda y amigos¡±. Para el primer programa, a cuya grabaci¨®n acudi¨® EL PA?S, convocaron a las cantantes Nathy Peluso, Rigoberta Bandini y Amaia. Tambi¨¦n al actor Paco Le¨®n. Los cuatro se pasaron a conocer el escenario, saludar a la banda y calentar un poco la voz antes de ir a cambiarse de ropa y maquillarse. M¨¢s tarde dejaron al p¨²blico y a los t¨¦cnicos boquiabiertos con las actuaciones que se entremezclan en la competici¨®n y en las que versionan temas muy populares de diferentes g¨¦neros.

Unas 120 personas trabajan en That?s My Jam Espa?a. En una jornada de rodaje, en el plat¨® todos hablan, todo el tiempo. Los m¨²sicos calientan, las c¨¢maras se colocan en su sitio y un animador se encarga de eliminar la timidez del p¨²blico, que llega un poco aletargado. No hay ning¨²n grito de ¡°silencio¡±, pero est¨¢ claro que hay una orden a trav¨¦s de los pinganillos porque de un momento a otro todo empieza a rodar coordinado y ¨¢gil: acaban de pasar una mopa al plat¨®, el p¨²blico rompe a aplaudir, la banda empieza a tocar y Valls salta en¨¦rgico sobre el escenario. Pareciera que van a seguir grabando del tir¨®n, pero algo ha ido mal y van a repetir.

Quedan varias horas de grabaci¨®n por delante. Repetir¨¢n un par de veces m¨¢s el arranque, pero la competici¨®n de las parejas se plasmar¨¢ sin trampa ni cart¨®n. Desde que se envi¨® aquel primer correo hasta que los espectadores disfruten del programa habr¨¢ pasado a?o y medio de trabajo. As¨ª se monta un gran show de televisi¨®n.

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