Joaqu¨ªn Prat: ¡°Ana Rosa me ense?¨® que nunca debe perderse la elegancia. El histrionismo de ¡®S¨¢lvame¡¯ termina cansando¡±
El presentador se aleja de la sombra de Ana Rosa Quintana al frente del nuevo magac¨ªn matutino de Telecinco, tras a?os siendo el comod¨ªn de Mediaset y de Unicorn Content: ¡°Fue una temporada agotadora¡±, confiesa
La confianza que Unicorn Content y Mediaset Espa?a han depositado en los ¨²ltimos a?os en Joaqu¨ªn Prat (Madrid, 48 a?os) ha hecho que el presentador participe en todas las franjas de la parrilla. Ha pasado por los magacines El programa de verano, Cuatro al d¨ªa, Ya es mediod¨ªa y el documental La caza del encantador. Desde el pasado lunes, se ha convertido en presentador principal de Vamos a ver, el magac¨ªn de las ma?anas de Telecinco, alejado de la sombra de Ana Rosa Quintana. Son las 12 de la ma?ana de un d¨ªa de principios de septiembre y se toma el segundo caf¨¦ del d¨ªa. Solo, largo y sin az¨²car.
Pregunta. ?El Joaqu¨ªn Prat de esta etapa ser¨¢ el que se liber¨® de la sombra de Ana Rosa en Cuatro al d¨ªa?
Respuesta. Por el respeto que tengo a Ana Rosa, en su programa manten¨ªa otro rol. Era su cortijo y yo el capataz. En Cuatro al d¨ªa, no s¨¦ si fue por la pandemia, que est¨¢bamos todos acojonados, el que hablaba era Joaqu¨ªn padre, pareja, hijo, amigo¡ No era solo el de la tele. Me olvid¨¦ de que era presentador para contar los temas aproxim¨¢ndome a la vida del espectador y de los entrevistados.
No me parece justo que recordemos a la Teresa de la ¨²ltima etapa, que desvirt¨²a a la gran mujer y profesional que fue.
P. Cuando su cadena y su productora le pidieron encargarse de Cuatro al d¨ªa, les dijo que le hac¨ªan una faena. Pero luego sus intervenciones se viralizaban casi a diario.
R. Cuando llegu¨¦, era un programa desahuciado. Y remontamos la audiencia. Me desprend¨ª de todos los lastres que llevaba y encontr¨¦ mi sitio en la tele. Hablaba con los h¨ªgados. La primera vez que solt¨¦ una gorda, me extra?¨® que ning¨²n jefe me llamara la atenci¨®n. Ahora quiero ser ese Joaqu¨ªn. Cuando me pidieron dejarlo para ir a Ya es mediod¨ªa, no lo ve¨ªa claro. Fue como dejar a mi hijo solo en casa mientras me iba a cuidar al hijo de otro.
P. Las jornadas a las que le somet¨ªan, con dos magacines al d¨ªa, eran maratonianas.
R. Me debo a mi cadena y a mi productora. Pero encadenar El programa de Ana Rosa con Ya es mediod¨ªa era como conducir cuatro horas a 80 por hora y luego un tramo final en el que ten¨ªa que ir a 200, justo cuando estaba m¨¢s cansado. Ha sido una temporada agotadora para m¨ª.
P. ?Le ha pasado factura?
R. Me jode, porque me han dicho que me ha pasado factura con el espectador; que me ve¨ªan m¨¢s tenso y distante. No me gusta no estar a la altura de mi trabajo. Conozco los motivos, he reseteado y comienzo nueva etapa.
Es la temporada m¨¢s apasionante de la ¨²ltima d¨¦cada. En todas las franjas y g¨¦neros.
P. Vamos a ver prescindir¨¢ casi por completo de la parte pol¨ªtica.
R. Confieso que me siento un poco hu¨¦rfano, aunque tambi¨¦n algo aliviado. La pol¨ªtica en televisi¨®n te compromete mucho y no tiene la repercusi¨®n que crees que va a tener. El espectador de las ma?anas est¨¢ saturado despu¨¦s de tantas convocatorias electorales. Pero ese es el toro que tiene que lidiar Ana Terradillos en La mirada cr¨ªtica¡
P. Esta temporada, hay mucha competencia en la tele generalista.
R. Es la temporada m¨¢s apasionante de la ¨²ltima d¨¦cada. En todas las franjas y g¨¦neros. El que sale ganando es el espectador. Hay gente en esta profesi¨®n que se olvida de que estamos trabajando para quien est¨¢ en casa. Suelta lo suyo y se va.
P. Tienen la oportunidad de atraer de nuevo al espectador que se ha ido al streaming.
R. Mi gran ilusi¨®n es poder recuperar a los j¨®venes. Mi hijo ve YouTube y las cosas que ve¡ Los vamos a volver idiotas. Tambi¨¦n puede ocurrir con la tele, pero es nuestra responsabilidad hacerles ver que el mundo que les rodea es m¨¢s all¨¢ del consumo f¨¢cil. Que todo tiene cierta carga de profundidad para que huyan de los bulos y las fake news.
P. Pero la pantalla siempre ha evolucionando. De las galas nocturnas de su padre con Laura Valenzuela, glamurosas y mir¨¢ndose en la televisi¨®n estadounidense, se pas¨® a f¨®rmulas m¨¢s cercanas.
R. Yo soy mucho de decir palabrotas, pero la elegancia nunca hay que perderla en televisi¨®n. Eso me lo ense?¨® Ana Rosa. En determinados momentos, se ha perdido la elegancia, la educaci¨®n y el saber estar.
P. ?Entonces Ana Rosa recuperar¨¢ la elegancia para las tardes de Telecinco?
R. ?Es que se hab¨ªa perdido? (r¨ªe). Creo que marcar¨¢ un punto de inflexi¨®n. S¨¢lvame es historia de la televisi¨®n por su innovaci¨®n, pero¡ Me voy a mojar: el histrionismo es como el que se compra un coche amarillo. Le encanta, pero a los dos d¨ªas est¨¢ de ¨¦l hasta los cojones. Si se hubiese comprado uno gris, le durar¨ªa m¨¢s a?os.
P. ?Piensa mucho en su padre?
R. Creo que estar¨ªa orgulloso de m¨ª. Pero me pregunto qu¨¦ me dir¨ªa si pudiera haberle llamado cinco minutos antes de salir al plat¨® de Vamos a ver.
P. ?Y qu¨¦ le dir¨ªa?
R. Me dir¨ªa: ¡°No enga?es. En televisi¨®n no hay personajes. La gente te compra por lo que eres. Para que la gente te quiera, primero tienes que querer t¨² a la gente¡±. Luego me dir¨ªa: ¡°?C¨®mo est¨¢ mi nieto? Como no vengas el domingo a comer paella te corto los cojones¡±. ?l hablaba as¨ª. Pas¨® una guerra civil¡
Mi gran ilusi¨®n es poder recuperar a los j¨®venes. Mi hijo ve YouTube y las cosas que ve¡ Los vamos a volver idiotas.
P. Le ense?¨® a compartir una parte de su vida privada con el espectador.
R. Recuerdo que cuando ¨¦l hac¨ªa radio, baj¨¢bamos a la Gran V¨ªa y se pasaba horas firmando aut¨®grafos. Con dedicatoria personalizada. Yo pensaba, como piensa ahora mi hijo, que me estaban robando tiempo con mi padre. Me ense?¨® que devolver ese cari?o va en el sueldo.
P. Usted comenz¨® su profesi¨®n tambi¨¦n en la radio.
R. Me dio humildad. Me ense?¨® que eres tan v¨¢lido poniendo un caf¨¦ como estando ante el micro. Una vez, me tir¨¦ toda una madrugada haciendo un reportaje y no sali¨® en antena. Me enfad¨¦ porque era un ni?ato e I?aki Gabilondo me baj¨® los humos. Otra vez, me dej¨® entrevistar a mi padre 10 a?os despu¨¦s de su muerte, con cortes de entrevistas antiguas.
P. Usted cuenta que Gabilondo le ayud¨®, pero que Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa no.
R. No es que no me ayudase¡ Me dijo que le llamara y nunca contest¨®. Estar¨ªa ocupado. La gente dir¨¢ que soy un enchufado. Nos ha jodido. Si yo tengo a mi padre en la profesi¨®n, ha fallecido y no tengo quien me eche una mano¡ Pues llamo a muchas puertas. Mi padre siempre me dec¨ªa que hiciera radio. Empec¨¦ de becario en la SER y me qued¨¦. Ojal¨¢ vuelva alg¨²n d¨ªa. La televisi¨®n me lleg¨®, no la busqu¨¦.
P. Hablando de mitos, ?c¨®mo recuerda a Mar¨ªa Teresa Campos?
R. Siempre estuvo cerca de mi familia durante la enfermedad de mi padre. Eso deja huella cuando tienes 20 a?os y no est¨¢s acostumbrado a lidiar con la muerte. Ella era un g¨¦nero period¨ªstico en s¨ª misma. No me parece justo que recordemos a la Teresa de la ¨²ltima etapa, que desvirt¨²a a la gran mujer y profesional que fue.
P. ?Esa etapa negativa incluye el reality de Las Campos en Telecinco?
R: S¨ª.
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