¡®Aquellos hombres grises¡¯: un viaje al horror nazi desde la mirada de los perpetradores
El documental, estrenado en Netflix, es un producto medido al mil¨ªmetro que narra con calidad una de las p¨¢ginas m¨¢s negras de nuestra historia reciente
Aquellos hombres grises (Netflix) es un documental basado en el libro del historiador Christopher Browning El Batall¨®n 101 y la soluci¨®n final en Polonia (Edhasa, 2002). Es el propio autor, de hecho, quien dirige la narraci¨®n que va mucho m¨¢s all¨¢ del texto original. En apenas una hora nos sumerge en la mec¨¢nica del ¡°holocausto olvidado¡±, un viaje a una de las p¨¢ginas m¨¢s negras de nuestro pasado reciente, desde la mirada de los perpetradores. El contexto hist¨®rico, que ten¨ªa m¨¢s espacio en el libro, es conducido por una voz en off que conecta las im¨¢genes. Estas marcan, con diferencia, la calidad de un documental cuidado al mil¨ªmetro. La otra gran figura que interviene en la cinta es el fiscal de los juicios de N¨¹remberg, Benjamin Ferencz, que muri¨® en abril con m¨¢s de 100 a?os.
Una parte sustancial de ese material de archivo sale ahora a la luz, mostrando una visi¨®n muy distinta de la de Hollywood. Las grabaciones y audios de los interrogatorios de Nuremberg se alternan con los desconocidos juicios sovi¨¦ticos de Kiev. Ambos revelan l¨®gicas id¨¦nticas: tras seleccionar entre 1.500 y 1.700 jud¨ªos, dependiendo de la localidad, los divid¨ªan en grupos de 50 y los iban ejecutando, siempre de frente o de rodillas para que cayeran directamente en la fosa. As¨ª, hasta el anochecer. Aquellos hombres que apretaban el gatillo no eran s¨¢dicos o enfermos mentales, eran ¡°hombres normales y corrientes¡±: panaderos, carpinteros, polic¨ªas o bomberos, totalmente integrados en su Hamburgo natal. El relato de posguerra impuso la idea de que cumpl¨ªan ¨®rdenes. Browning, sin embargo, descubri¨® que ten¨ªan la posibilidad de negarse a participar en las masacres, pero la mayor¨ªa no lo hizo. Al principio sufrieron un enorme estr¨¦s emocional, pero terminaron acostumbr¨¢ndose al ritmo, a la repetici¨®n diaria. Su angustiosa mirada inicial se torna cada vez m¨¢s pl¨¢cida. Beben juntos al final de cada jornada y hasta uno de ellos celebra all¨ª su boda. No ve¨ªan mal lo que estaban haciendo, terminaron generando autocompasi¨®n, pero nada hacia las v¨ªctimas.
Esta tensi¨®n es el argumento central, el debate de fondo que enlaza con el presente y mira hacia el futuro: cualquier persona puede convertirse en un criminal si su gobierno est¨¢ decidido a implicar a la poblaci¨®n en atrocidades masivas. Tras el Holocausto ha habido varios genocidios que as¨ª lo demuestran. La recreaci¨®n de los miembros del batall¨®n est¨¢ basada en el trabajo de archivo sobre sus expedientes y fotograf¨ªas personales. Sus acciones, en cambio, son testimonios excepcionales, im¨¢genes reales e in¨¦ditas. Se reproduce al completo la ¨²nica grabaci¨®n conocida de una ejecuci¨®n de jud¨ªos en el este, ya que estaban prohibidas y deb¨ªan mantenerse en estricto secreto. Es muy probable que, por su dureza, este documental no se exhiba en los institutos o universidades, pero constituye un verdadero ejemplo de la capacidad de la investigaci¨®n hist¨®rica para acercarse al gran p¨²blico a trav¨¦s del cine. Para no olvidar, para saber, para reflexionar sobre la presi¨®n colectiva y la vulnerabilidad de las acciones humanas llevadas al l¨ªmite.
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