La BBC permitir¨¢ expresar sus opiniones pol¨ªticas en redes sociales a los presentadores de programas de entretenimiento

El equipo directivo de la BBC sali¨® escarmentado por la torpeza con que gestion¨® el caso Lineker, la suspensi¨®n y readmisi¨®n ¡ªdespu¨¦s de un aluvi¨®n de cr¨ªticas y el boicot de sus compa?eros¡ª del presentador estrella del programa Match of the Day (El partido del d¨ªa). El exfutbolista critic¨® en las redes sociales el endurecimiento de la pol¨ªtica migratoria del primer ministro, Rishi Sunak, y compar¨® el lenguaje de la ministra del Interior, Suella Braverman, con el de la Alemania de los a?os treinta previa a la Segunda Guerra Mundial. La corporaci¨®n p¨²blica ha dado a conocer este jueves las nuevas reglas sobre el uso de las redes sociales por parte de los presentadores de sus programas de entretenimiento. Podr¨¢n pronunciarse sobre ¡°los hechos concretos¡± que rodeen cualquier asunto que haya sido objeto de debate pol¨ªtico, pero no atacar ni apoyar a partidos o personajes pol¨ªticos concretos ni durante el tiempo de emisi¨®n de su programa, ni durante las dos semanas previas a su estreno o posteriores a su retirada de antena.

¡°Las reglas vigentes con anterioridad prohib¨ªan tomar partido respecto a asuntos que formaran parte del debate entre partidos pol¨ªticos [como ocurri¨® con las declaraciones de Lineker]. Con el nuevo planteamiento, se permite tomar partido, siempre que te atengas al asunto concreto. Es un cambio significativo¡±, ha explicado John Hardie, ex director ejecutivo de la cadena ITN, a quien la BBC encarg¨® la revisi¨®n de su normativa respecto al uso de las redes sociales.

¡°Todo muy sensato¡±, ha respondido Lineker a la noticia en su cuenta de X (antes Twitter), acompa?ado del emoticono con el pulgar hacia arriba.

Las nuevas reglas se impondr¨¢n en programas como Match of the Day, MasterChef, Top Gear o The Apprentice. La BBC insiste en recordar que sus presentadores ¡ªen su gran mayor¨ªa con contratos individuales, y no parte de la plantilla de la compa?¨ªa p¨²blica¡ª ¡°tienen una responsabilidad particular en lo que hace referencia a la imparcialidad de la BBC, por sus perfiles concretos dentro de la cadena¡±. Prevalece, sin embargo, la importancia de la libertad de expresi¨®n, mucho m¨¢s cuando se trata de personalidades que tienen su propia esfera de influencia entre el p¨²blico.

Para todos los periodistas y personal de los servicios informativos de la cadena, las reglas de respeto a la imparcialidad cuando usan sus cuentas de redes sociales son mucho m¨¢s restrictivas y estrictas. ¡°Si quieres ser un columnista de opini¨®n o hacer campa?a partidista en las redes sociales, es una opci¨®n v¨¢lida, pero no deber¨ªas estar trabajando en la BBC¡±, dijo al personal en septiembre de 2020 cuando se estrenaba en su puesto el director de la radiotelevisi¨®n p¨²blica brit¨¢nica, Tim Davie.

¡°No est¨¢ permitido expresar una opini¨®n respecto a cualquier asunto que sea objeto del debate pol¨ªtico en ese momento, o sobre una medida pol¨ªtica, una pol¨¦mica industrial o cualquier asunto controvertido¡±, establecen las recomendaciones de la cadena a sus periodistas respecto al uso de redes sociales.

Respecto a todas aquellas personas que colaboran con la BBC pero no forman parte del personal fijo del equipo de noticias o de los programas estrella de entretenimiento ¡ªes decir, actores, humoristas o analistas pol¨ªticos¡ª, las nuevas reglas evitan reclamarles la responsabilidad de defender la imparcialidad de la BBC, pero s¨ª les piden que ¡°respeten las reglas c¨ªvicas de cualquier discurso p¨²blico, con el fin de no da?ar la reputaci¨®n de la cadena¡±.

¡°En el futuro, ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil para la BBC determinar si alguien ha contravenido las reglas en las redes sociales. Resultar¨¢ m¨¢s sencillo distinguir entre un comentario sobre los hechos que rodean a un asunto concreto y el ataque espec¨ªfico contra una persona¡±, ha celebrado Hardie, el responsable del nuevo c¨®digo de conducta. Era su modo de recordar el caos que provoc¨® el caso Lineker, que enfureci¨® a los diputados conservadores brit¨¢nicos, hizo surgir una revuelta interna de solidaridad casi ingobernable con la estrella deportiva y puso contra las cuerdas a la direcci¨®n de la corporaci¨®n p¨²blica.

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