Regalos, villancicos y el entusiasmo de Chenoa: as¨ª se vivi¨® la Navidad en la Academia de ¡®Operaci¨®n Triunfo¡¯
En una noche que apelaba a lo emocional, nada lo fue tanto como volver a ver a Chenoa levantando el pu?o en el escenario. ¡°?Me encanta la Navidad!¡±, anunci¨® al inicio de la gala
?Se han marcado Operaci¨®n Triunfo y Prime Video el mejor programa de la Nochebuena? Con permiso de Camela, que est¨¢ en un estrato superior de divinidad, ya que m¨¢s que un grupo son las personas que habr¨ªas querido tener cenando en tu casa, la respuesta es: s¨ª. No era dif¨ªcil, las cadenas generalistas se han ce?ido a su mon¨®tono guion y Operaci¨®n Triunfo nos ha dado algo nuevo, b¨¢sicamente porque nunca hab¨ªamos visto un especial navide?o de Operaci¨®n Triunfo en Prime Video. La plataforma renunci¨® por una noche a ¡°la vida en directo¡± y emiti¨® una gala grabada, pero tuvo la deferencia de subirla en la madrugada del lunes para que salpimentara una oferta televisiva mortecina en lugar de emitirla como sol¨ªan hacer TVE y Telecinco en el prime time del d¨ªa de Navidad.
Se elev¨® sobre el resto de la programaci¨®n gracias a algo tan sencillo como la voz y la m¨²sica en directo, un fen¨®meno cada vez m¨¢s an¨®malo en televisi¨®n. Los 16 concursantes ¡ªpara la celebraci¨®n volvieron los tres expulsados, Suzette, Omar y Denna¡ª compartieron escenario con la Franz Schubert Filharmonia, un regalo para ellos y para los espectadores. M¨¢s que ante una gala de un concurso de talentos con apenas un mes de rodaje parec¨ªamos estar en los Grammy. El directo es vida, ya lo cantaba Opus, pero sin su tensi¨®n brill¨® una realizaci¨®n con menos errores y fallos de sonido. Fue mejor hasta el vestuario, gracias al hortera brilli brilli que ped¨ªa la efem¨¦ride; por primera vez desde los tiempos de Ver¨®nica y Gisella o de las chaquetas de domador de Miriam, no parec¨ªa sacado de los saldos del Sepu. Hubo m¨¢s novedades positivas: por ejemplo, tiempo para conocer a los protagonistas, v¨ªdeos de la vida en la Academia, cierta intimidad que no tiene por qu¨¦ resultar invasiva.
En la selecci¨®n musical hubo menos riesgo del que cabr¨ªa esperar tras una selecci¨®n de voces tan j¨®venes. Desde el Navidad, Navidad de Luis Miguel con el que abrieron la gala junto a los profesores se sucedieron cl¨¢sicos que no habr¨ªan desentonado en cualquier concierto de Judy Garland en Las Vegas, del It¡¯s The Most Wonderful Time Of The Year de Andy Williams al Rockin¡¯ Around The Christmas Tree, el ¨¦xito de 1958 de Brenda Lee, que este a?o ha desplazado a la incombustible Mariah Carey en la lista Billboard. Lo defendieron Suzette y Chiara en un ingl¨¦s impecable que hac¨ªa a?orar un poco los tiempos de Elias Vargas pele¨¢ndose con el Killing Me Softly With This Song. Algunos de estos concursantes son tan pr¨¢cticamente perfectos que podr¨ªan dar clases en lugar de recibirlas. Hubo hueco para la cuota latina: Salma y Naira ¡ªdisfrazada de Cher disfrazada de Kylie en el v¨ªdeo de Can¡¯t Get You Out Of My Head¡ª versionaron el Farolito de Gloria Estefan, y tambi¨¦n para los cl¨¢sicos modernos, si es que se puede considerar ¡°moderno¡± Last Christmas cuando nadie m¨¢s joven que los profesores parec¨ªa tener idea en el plat¨® de qui¨¦n era George Michael. El ¨¦xito de Wham le toc¨® a Chris y a Martin y su bigote, un ente m¨¢s del programa, tan idolatrado por el fandom del m¨¢s joven de la Academia que se merecer¨ªa tener sus propias valoraciones por separado.
No habr¨ªa sido mal homenaje recordar el Fairytale of New York en el d¨ªa en el que Shane MacGowan hubiera cumplido 66 a?os. El mejor villancico de la historia habr¨ªa servido para despedir al recientemente fallecido MacGowan, el volc¨¢nico y fascinante l¨ªder de The Pogues ¡ªquien no lo tenga presente tiene a su disposici¨®n Crock Of Gold: bebiendo con Shane MacGowan en Prime Video y Movistar+¡ª. Un personaje que rebosaba autenticidad, todo lo contrario de lo que suele achac¨¢rsele a los concursantes del formato, sobre los que siempre pende la sospecha de ser un producto fabricado a la medida de lo que demande la industria de turno.
Era una noche de Paz, lo record¨® Chenoa para confirmar lo obvio, no habr¨ªa valoraciones y¡±no Buika, no party¡±. Sin el wasabi con el que la estrella del jurado condimenta sus intervenciones, la gala fue demasiado dulzona hasta para la Navidad. Incluso hubo regalos de amigo invisible que se materializaron m¨¢gicamente en el plat¨®, a pesar de que nadie pudo salir a comprarlos. O no tan m¨¢gicamente, ya lo dijo Noem¨ª Galera: ¡°Estoy aqu¨ª todo el d¨ªa, como no lo compre por Amazon...¡±, gui?o, gui?o, codazo, codazo.
Si los concursantes han aprovechado la noche para darse un garbeo por el resto de las cadenas se habr¨¢n encontrado lo que pueden ser sus futuros. Un antiguo alumno, Pablo L¨®pez, protagoniz¨® el primer especial de la noche en TVE. Es inevitable recordar cuando Risto Mejide le augur¨® un futuro como ¡°pianista de hotel¡±, dign¨ªsima profesi¨®n y llena de emociones como nos ha mostrado de The White Lotus. Como siempre puede ser un poco m¨¢s impertinente, galas m¨¢s tarde aument¨® la apuesta: ¡°Te he subido de categor¨ªa y ahora eres int¨¦rprete de crucero por el Mediterr¨¢neo, tampoco nada ex¨®tico¡±. En el especial de Telecinco estuvieron tambi¨¦n Nia, Ana Guerra, Miki N¨²?ez y Roi M¨¦ndez convertido en un curioso cruce entre David Grohl y Harry Styles. Alguno de los que han cantado esta noche estar¨¢n en futuras Navidades televisivas; si como invitados o como protagonistas ya lo iremos descubriendo.
El colof¨®n a la gala lo puso Happy Xmas (War Is Over) de John Lennon interpretada por todos los participantes junto al Barcelona Gay Men¡¯s Chorus. En una noche que apelaba a lo emocional, nada lo fue tanto como volver a ver a Chenoa levantando el pu?o en el escenario. ¡°?Me encanta la Navidad!¡±, hab¨ªa declarado al inicio de la gala. No nos qued¨® ninguna duda, la disfrut¨® m¨¢s que nadie.
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