La Mafia de Memphis lo confirma: Priscilla fue v¨ªctima de lo peor de Elvis
El documental ¡®Elvis & Priscilla: Conditional Love¡¯ recurre al entorno del rey del rock para contar la relaci¨®n t¨®xica entre ¨¦l y la chica a la que se llev¨® a una jaula de oro
Con las biograf¨ªas est¨¢ m¨¢s aceptado el destripe. En espera de Priscilla, la pel¨ªcula de Sofia Coppola sobre la novia-esposa-viuda de Elvis Presley, que acaba de estrenarse en los cines con buenas cr¨ªticas, recurro a un spoiler voluntario: un documental sobre aquella relaci¨®n un tanto t¨®xica, que entonces se present¨® en los medios como una historia rom¨¢ntica y que con ojos de hoy da mucha grima. Se llama Elvis & Priscilla: Conditional Love, est¨¢ en Prime Video y no podemos descartar que fuera ideado para adelantarse algunos meses al filme, sin aspirar a competir con este en su ambici¨®n.
El inter¨¦s de Condicional Love est¨¢ en que recopila los recuerdos de una serie de testigos de la convivencia entre una chica encerrada siendo una adolescente en la jaula de oro de Graceland, la mansi¨®n de Elvis en Memphis, y la primera gran estrella del rock. Un g¨¦nero que no hab¨ªa creado ¨¦l (sino gente como Chuck Berry, Little Richard o Sister Rosetta Tharpe), pero que llev¨® al p¨²blico masivo con su voz perfecta, su belleza, su piel blanca y su forma de mover las caderas. Esos testigos son miembros de la Mafia de Memphis, como se llamaba al c¨ªrculo de amigos que lo acompa?aban a todas partes, lo adulaban, trabajaban para ¨¦l como asistentes o guardaespaldas y (esto no lo lograron del todo) trataban de cuidar de ¨¦l. Hablan aqu¨ª los m¨¢s cercanos, de los pocos que asistieron a su boda: Lamar Fike, Sonny West, Marty Lacker y el que se considera su mejor amigo: Jerry Schilling. Algunas de estas conversaciones son grabaciones anteriores porque los tres primeros est¨¢n muertos.
Priscilla Ann Beaulieu Wagner ten¨ªa 14 a?os, era hu¨¦rfana de padre desde peque?a (de un piloto muerto en accidente a¨¦reo) y hab¨ªa hecho demasiadas mudanzas con su madre y su padrastro, un oficial de la fuerza a¨¦rea instalado en la base militar de EE UU de Friedberg, en Alemania. All¨ª se aburr¨ªa y le faltaban amigos cuando Elvis Presley, a los 24 a?os, lleg¨® a cumplir el servicio militar y coincidieron en una fiesta. Por lo que se cuenta aqu¨ª, el rockero estaba m¨¢s encaprichado que enamorado de ella. Cuando regres¨® a Los ?ngeles convenci¨® a los padres de la chica de llev¨¢rsela con ¨¦l. Tard¨® poco en encerrarla en Graceland mientras filmaba pel¨ªculas en Hollywood: por entonces Elvis ¡°ten¨ªa m¨¢s novias que amigos¡±, dicen estos ¨²ltimos.
Se defini¨® a s¨ª misma como ¡°la mu?eca viviente de Elvis¡±. El cantante quer¨ªa tener a su lado a una adolescente virginal a la que moldear¨ªa a su antojo; para desfogarse en la cama ten¨ªa a otras. Y la Mafia da veracidad a que no consumaron su relaci¨®n hasta su noche de bodas en 1967, despu¨¦s de una ceremonia de ocho minutos en Las Vegas. A ese matrimonio fue Elvis empujado por su siniestro representante, el Coronel Parker. Se pone en boca del m¨²sico: ¡°Me obligan a casarme¡±; se dice que ese d¨ªa llor¨®.
Lisa Marie naci¨® a los nueve meses de la boda: Priscilla no quer¨ªa haberse embarazado tan pronto, pero Elvis no le dej¨® tomar la p¨ªldora. Parad¨®jico, porque antes la hab¨ªa introducido en esas otras p¨ªldoras (para mantenerse despierto, luego para dormir) de las que tanto abusaba. Tampoco intimaron mucho despu¨¦s de ser padres: el documental sostiene que a Elvis no le atra¨ªa ninguna mujer que ya hubiera sido madre. Cuando se instal¨® en Las Vegas, tampoco se la llev¨®. Seg¨²n sus amigos, era ella la que estaba casada, mientras Elvis viv¨ªa como si no lo estuviera. Priscilla combati¨® esa soledad con al menos dos relaciones ef¨ªmeras, con dos profesores, uno de baile y otro de k¨¢rate.
La relaci¨®n de esta pareja fue insana de principio a fin. En alg¨²n momento, dicen los miembros de la Mafia, ella quer¨ªa apartar a Elvis de ellos, para lo que ten¨ªa motivos. Sin embargo, cuando Schilling se acercaba a Priscilla, para interesarse por si estaba bien, Elvis enfurec¨ªa de celos, aun sabiendo que no estaba bien. Cuando ella le reproch¨® su l¨ªo con la actriz Ann-Margret, ¨¦l le dijo: ¡°Quiero una mujer que entienda que cosas como esta pueden ocurrir. ?Eres esa mujer?¡±. Tambi¨¦n se cuentan aqu¨ª escenas de violencia, con l¨¢mparas volando por el dormitorio, lo que los amigos omnipresentes escuchaban desde el otro lado de la puerta. Y, lo peor de todo, que tras un largo tiempo en que no quiso tocarla, ¨¦l un d¨ªa la viol¨®.
Se divorciaron en 1972 pero, como la imagen importaba, salieron del juzgado cogidos de la mano. Los compa?eros de Elvis son francos al relatar la ca¨ªda en picado del cantante, deteriorado en su salud f¨ªsica y mental por su adicci¨®n a los f¨¢rmacos, hasta su muerte en 1977. Y, sin embargo, creen que despu¨¦s del divorcio tuvieron una mejor relaci¨®n, que ya sin ataduras surgi¨® cierta complicidad. Al morir Elvis, Priscilla dio un paso para dedicarse a gestionar su legado. Pero no se guard¨® todo lo vivido: en 1985 escribi¨® la autobiograf¨ªa Elvis y yo, que sac¨® a la luz sus desdichas y que ahora se convierte en pel¨ªcula. Dice Sof¨ªa Coppola que su filme no mantiene a Elvis en un pedestal, pero tampoco lo muestra como un villano. Que prefiere no juzgarlo.
El artista fue tan grande, todav¨ªa lo es, que su lado m¨¢s siniestro se nos escapaba. Y no era ning¨²n secreto, bastaba con fijarse bien.
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