Ra¨²l Tej¨®n: ¡°Hay se?oras machistas y ¡®se?oros¡¯ gais¡±
El coprotagonista de ¡®Machos alfa¡¯, gay visible, se considera un ¡°actor de clase trabajadora¡±, encantado de pagar impuestos para devolver las becas con las que estudi¨® Derecho y Administraci¨®n de Empresa: ¡°Cuanto m¨¢s pago, m¨¢s gano¡±
Tej¨®n llega en su coche ¡°de 14 a?os¡± desde Getafe, donde reside desde siempre, pensando en tirarlo en cierto aparcamiento de Madrid y llegar con tiempo para acudir puntual a la cita en el Ateneo. Pero, en el ¨²ltimo minuto, se encuentra con la calle cortada al tr¨¢fico, tiene que internarse en el laberinto del centro y, como buen habitante del extrarradio, va avisando por tel¨¦fono a quienes le esperamos de c¨®mo y de cu¨¢nto se retrasa. Cuando llega, por fin, se disculpa, se desprende del plum¨ªfero extralargo con que lidia con el fr¨ªo que pela hoy en la Meseta y se le queda una pluma adherida a la camiseta. Se la quito, se la ense?o, me mira, lo miro y ambos nos re¨ªmos sin re¨ªrnos. Las carcajadas, y alguna que otra l¨¢grima en puertas aguando sus ojos, vendr¨¢n luego, en una charla generosa y amena de la que lo que sigue es solo un extracto. Gran conversador, da gusto escucharlo.
?Cu¨¢nto ha tardado en venir?
Nada, 20 minutos. La gente que vive en el centro se cree que Getafe est¨¢ en el m¨¢s all¨¢, lej¨ªsimos, y muchas veces tardan m¨¢s que yo en llegar a los sitios. A quienes vivimos en la periferia no nos da pereza las distancias, ?a que no? Tenemos el plano del Metro y el del Cercan¨ªas grabados en la cabeza. No me vendr¨ªa al centro a vivir, aunque pudiera comprarme un piso, que no puedo.
?Por?
Porque me gusta Getafe y lo que me da Getafe: que voy a entrenar todos los d¨ªas con mi amigo Eduardo, que me paso por la ¨®ptica de Sergio, mi amigo del cole, y nos vamos a tomar la cervecita al bar de mi amigo Use. Imagino que hay barrios de Madrid donde se puede hacer eso, pero, con la gentrificaci¨®n es todo m¨¢s desalmado. Para quedar con alguien tienes que agendarlo a tres semanas vista. Y eso no va conmigo.
?Es un chico de extrarradio?
Del todo. Yo puedo salir de Getafe, que Getafe no sale de m¨ª. Ni puedo ni quiero negar el sitio donde he crecido, donde me he hecho. En mi colegio, en los 80, arras¨® la hero¨ªna. Los cr¨ªos hu¨ªamos de los pobres yonquis que estaban dispuestos a quitarnos las pesetas que nos daban de paga. Mis abuelos son emigrantes manchegos. De aqu¨ª voy a probarme un traje de Pedro del Hierro para un evento, porque los actores tambi¨¦n vendemos ilusi¨®n. Pero soy un currante, clase trabajadora, y eso no me resta conciencia de clase.
?Defina ¡®conciencia de clase¡¯?
Saber que no hay justicia social, que la meritocracia no existe, que son los padres. Que, por mucho que a m¨ª me vaya bien, mi obligaci¨®n es devolver con mis impuestos a la sociedad que me lo ha dado todo, incluyendo las becas con las que me saqu¨¦ dos carreras en la universidad de mi pueblo, la Carlos III. Derecho y Administraci¨®n de Empresas. Los pago encantado y agradecido porque son para la ciudadan¨ªa, no para el Gobierno. Cuando pago mucho, me alegro, porque eso significa que he ganado una pasta. Cuanto m¨¢s pago, m¨¢s gano. Yo en los sitios he estado siempre por derecho. Nunca he tratado de ser lo que no soy.
O sea, que, en su perfil de Instagram puede poner ¡°emprendedor¡±.
Jajaja, podr¨ªa, lo que no voy a poner nunca es entrepreneur, ni bon vivant, ni wanderlust ni esas mierdas que nos vende el capitalismo. Un respeto.
Est¨¢ triunfando con su personaje en la serie ¡®Machos alfa¡¯. ?Es usted m¨¢s macho, o m¨¢s alfa?
El alfa de mi casa es mi perro, Roque. Me lo dijo el otro d¨ªa Jaime, su rehabilitador, y me encant¨®. El macho alfa, en los perros, es el que equilibra. Y yo, seg¨²n Jaime, soy el ¡°chocolate¡±, el que mantiene unida a la manada a base del juego. Me hizo gracia, porque mi forma de estar en la vida y el trabajo es jugar. Yo llego a plat¨®, o a cualquier sitio, y se me acerca la gente, los perros, los ni?os. Soy chocolate.
?Siempre le ha pasado?
No, eso me pasa desde que decid¨ª no estar enfadado con el mundo.
?Antes lo estaba?
S¨ª, estaba muy enfadado con la vida. Supongo que tiene que ver con una situaci¨®n complicada en mi infancia. Mi padre se fue de casa y fue una separaci¨®n traum¨¢tica. Sent¨ª el abandono y me pas¨¦ casi 20 a?os cabreado. De los 17 a los 35. Hasta que dije: hasta aqu¨ª.
?Qu¨¦ pas¨® para que se plantara?
Pas¨® que me volvieron a abandonar. Un amor. Y entonces, dije, basta, tengo que cambiar de pantalla, esto lo soluciono, se acab¨® el tango. Se acab¨® el enfado. Y me cambi¨® la vida. Recuper¨¦ la relaci¨®n con mi padre. Acept¨¦ que no pod¨ªa cambiarle. Que mi madre tambi¨¦n era como era. Entend¨ª que a la gente hay que aceptarla como es, no como queremos que sea. Cuando aceptas eso, se acaban las expectativas y los malentendidos y la vida se coloca. Llevo 20 a?os en terapia. He decidido ser consciente. No ser feliz, ser completo.
?Le ha salido cara la terapia?
Car¨ªsima, pero me parece mucho mejor eso y estar bien que poder comprar un piso en la Gran V¨ªa.
?Esa consciencia coincide con su despegue profesional?
S¨ª, aunque en los a?os del cabreo, aprovech¨¦ esa energ¨ªa. He hecho todo el abanico de cabrones: violadores, pederastas, asesinos, polic¨ªas corruptos, todo el mundo machirulo. En los castings me cog¨ªan solo para eso. Nadie vio que yo pod¨ªa ser comedia, que puedo ser, que soy, de hecho, un cascabel dentro de mi cabreo. Hasta que llegaron los hermanos Caballero [los productores de Machos alfa] y lo vieron.
?Es usted machista?
Claro que lo soy, lo que me toca, y no me doy cuenta, porque he sido criado en el patriarcado. He tenido la suerte de crecer entre mujeres poderosas. Mi t¨ªa abuela se tir¨® al tren y perdi¨® las piernas antes de que la pillaran con el estraperlo, con dos ovarios. Mi madre tir¨® adelante sola con mi hermana y conmigo, pero igual aguantaba cosas que no deb¨ªa aguantar. Eso me ha hecho entender que las mujeres pueden ser tan poderosas como quieran ser, pero que ellas tambi¨¦n han sido criadas en el patriarcado.
O sea, que hay mujeres machistas.
Pues claro. Hay muchas se?oras machistas y muchos se?oros gais, porque el patriarcado es transversal a toda la sociedad. Pero hay cosas por las que no paso y no estoy siquiera dispuesto a debatir. Esos que dicen que la violencia no tiene g¨¦nero, por ejemplo, es que ni discuto. L¨ªnea roja total. Chico, vete a terapia, yo ya llevo 20 a?itos. Los que niegan genocidios, por ejemplo, otra l¨ªnea roja.
?No hay de esos en ninguno de sus chats de familia, por ejemplo?
Pues claro, mira lo que te he contado de mi t¨ªa abuela, por ejemplo. Mientras no haya justicia y restituci¨®n, va a haber dos Espa?as, claro que las hay. He roto algunas relaciones por esas cosas, no tengo por qu¨¦ aguantar determinadas cosas que me hacen da?o.
?La homofobia es una de ellas?
Pues claro, si t¨² no me aceptas como soy, ya est¨¢: no hay m¨¢s que hablar. Yo no obligo a nada a nadie. C¨¢sate con un hombre, una mujer o un caniche. Pero no me digas lo que puedo o no hacer con mi vida.
?Todav¨ªa hay homofobia en su oficio?
Pues claro, dime un actor expl¨ªcitamente gay que haya ganado un Goya como protagonista. Me dir¨¢s que Javier C¨¢mara, y, s¨ª, es una excepci¨®n. Pero hist¨®ricamente los ganan actores perfectamente heterosexuales haciendo de machos ib¨¦ricos. A m¨ª me han intentado sacar de alg¨²n reparto por ser homosexual, ?hola? ?Alguien intent¨® sacar a Tom Hanks de Philadelphia por ser heterosexual? Por eso, considero que es un acto de reivindicaci¨®n y militancia decir qui¨¦n es uno. La orientaci¨®n sexual no forma parte de mi vida privada.
?Est¨¢ a favor del ¡®outing¡¯?
No, porque cada uno tiene su lucha personal, su proceso, y tiene derecho a decirlo cuando quiera, si quiera. Pero tampoco entiendo que nadie se ofenda porque digan que es gay. Nadie se ofende porque digan de ¨¦l que mide dos metros, o que es bajito. No deja de ser homofobia interiorizada.
Ah¨ª, ah¨ª, haciendo amigos en el colectivo.
A ver, el colectivo es tan diverso como la sociedad, y ha cogido algunos vicios deleznables. Hay un edadismo brutal. La pluma est¨¢ vetada en ciertos sectores. Parece que todos tenemos que ir al gimnasio, machacarnos para tener bien marcado el six pack y gustarnos el Benidorm Fest. Vete a la mierda. Llevamos toda la vida peleando porque nos dejen ser, sentir y decir lo que nos d¨¦ la gana y ahora el colectivo nos va a decir qui¨¦nes somos. Seamos sensatos. Hay que hacer un esfuerzo por informarnos y deconstruirnos.
De deconstrucci¨®n masculina se habla mucho en ¡®Machos alfa¡¯. ?Usted ya ven¨ªa deconstruido de casa?
Bueno, tengo mis lecturas, y mis cosas. Llevo un esfuerzo de muchos a?os, y esto va a sonar mal, no tanto por ser feminista, sino por ser mejor persona.
?Es feliz?
Pues mira, s¨ª. Y tengo motivos para estar triste. Mi madre muri¨® este verano. Voy todas las semanas a ver a Itxaso, mi psic¨®loga. Es un trabajo diario. Y lo hago porque es lo que me alimenta como persona, y como actor. El ¨²nico consejo que doy a quien me lo pide es que saber qui¨¦nes son, y abrazarlo, es lo que te hace diferente, lo que te va a diferenciar del resto.
'MACHOS ALFA'
Raúl Tejón (Madrid, 48 años) es Raúl Camacho, el machito cachas, infiel sistemático y chulito inseguro del cuarteto de protagonistas hombres de ‘Machos alfa’, la serie-comedia sobre la crisis de la masculinidad de los hermanos Caballero, con la que este actor "de batalla" ha alcanzado la popularidad masiva. Antes de eso, Tejón formó partd de la primera promoción del doble grado de Derecho y Administración de Empresas de la universidad Carlos III de Madrid, con sede en Getafe, ciudad periférica de Madrid, donde Tejón vive desde niño con su familia, procedente de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Fue al final de la carrera, cuando el recién graduado, que había participado en montajes teatrales aficionados, decidió presentarse a unas pruebas de Romeo y Julieta y le dieron el papel de Romeo a la primera. De ahí, empezó a dar clases de interpretación con Alberto Corazza, aparcó el Derecho y la empresa, y encadenó un trabajo tras otro, sobre todo en teatro y televisión. Hasta ahora.
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