El meme ol¨ªmpico

La noche del pasado viernes no me encontraba delante del televisor viendo la apertura de los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs, sino en casa de mi amigo Mameluco, en Castro del R¨ªo (C¨®rdoba). Record¨¢bamos el origen de la palabra meme: acu?ada por Richard Dawkins en 1976, dentro del libro El gen ego¨ªsta. Ya lo hab¨ªa olvidado, pero meme empez¨® siendo esa parte de la cultura que se replica a trav¨¦s del discurso, de una persona a otra y de una cultura a otra. Ahora mismo, sus hijos y sus nietos saben lo que es un meme, pero no lo que significaba, en un principio, la palabra meme. Le hablar¨¢n de esas fotos y v¨ªdeos que nos enviamos los unos a los otros y que identifican situaciones c¨®micas recurrentes. Le dir¨¢n: ¡°Te he enviado un meme¡±. ¡°Te he enviado un reenv¨ªo¡±. ¡°Te he reenviado una cosa que se le ocurri¨® a otro¡±.

Por la ma?ana revisamos las im¨¢genes de los Juegos para entender por qu¨¦ ¡°cutre¡± era trending topic. Por qu¨¦ Francia era la chirigota mundial el s¨¢bado. Ojipl¨¢ticos, vimos aquello. ?Ser¨ªa posible que el enemigo de Vidocq (al menos en la ficci¨®n de Pitof) portase la antorcha ol¨ªmpica? ?Estaban unos modernos de Micolor replicando aquel anuncio de perfume de los noventa ¡ªuno no especialmente bueno¡ª en una biblioteca? ?Hab¨ªa realmente una ?ltima Cena de drag queens como si esto fuera el Gula Gula en 1994? ?Hab¨ªa una recreaci¨®n del asteroide del Principito sobre el Sena para interpretar Imagine como representaci¨®n de los valores ol¨ªmpicos (sic)? ?Mar¨ªa Antonieta cantando con la cabeza en la mano y serpentinas representando el Terror jacobino? ?Raperos sobre el agua? ?El portador de la antorcha se ha convertido en el Bos¨¦ de El caballero del drag¨®n? ?De verdad acaba esto con una imitaci¨®n de la escena inicial de Climax, de Gaspar No¨¦? ?Es eso un mongolfiere, o un Cl¨ªo en llamas? ?Qu¨¦ ven mis ojos, una naumaquia o una murga gaditana?

No me puedo creer que sean las azoteas que recorrieron (ficticiamente) Fant?mas, Judex, Musidora, Ad¨¨le Blanc-Sec. No me puedo creer que sea el metro que hizo crecer a Zazie. Que sea el mismo Pont Neuf donde los hijos del amour fou bailaron bajo la luz de los fuegos artificiales. El Samaritaine donde Kylie Minogue cant¨® en la soledad de los grandes almacenes. No puede ser este Par¨ªs el mismo de L¡¯Atlante, Alphaville, Fren¨¦tico. No es el Par¨ªs de Hugo, Rimbaud, Verne. Ni el de Apollinaire, Picasso, Kiki. Tampoco el de Dior, Saint-Laurent. Ni siquiera es el Par¨ªs de Ratatouille. Este Par¨ªs, el de las Olimpiadas, es, como mucho, el de la Emily de las narices. El de las fotos del insta. Los Juegos Ol¨ªmpicos, que son el mejor acto de propaganda internacional, le van a explotar a los franceses en la cara. Esta inauguraci¨®n ha sido la demostraci¨®n de que Par¨ªs no es la capital de la cultura. La inauguraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos ha sido un chiste. Es decir, un meme.

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