¡®1923¡¯ o el apabullante talento de Helen Mirren
Este w¨¦stern es formalmente muy atractivo con una protagonista due?a y se?ora de la pantalla y del rancho, vestida y peinada sin la menor concesi¨®n al ¡®glamour¡¯
Pocos reclamos mejores para conseguir la atenci¨®n del espectador de las series de televisi¨®n que sus protagonistas sean Helen Mirren y Harrison Ford. Pues es el caso de 1923, y aunque pueda parecer una frase del gran Cabrera Infante, la serie es una secuela de 1883, de la precuela de Yellowstone, el rancho m¨¢s grande de Montana y elemento clave en todas las producciones televisivas que se han rodado en su nombre.
En 1923, un tiempo dif¨ªcil por una situaci¨®n econ¨®mica dura en la que ya se intu¨ªa la inminente Gran Depresi¨®n, se narran varias historias paralelas. Est¨¢n las crueles luchas entre ovejeros y ganaderos por los escasos pastos en la zona, la codicia de los nuevos magnates de la miner¨ªa, la convicci¨®n de los portadores de la religi¨®n cat¨®lica de que ¡°la letra con sangre entra¡± para convencer a la comunidad india de las ventajas de la buena nueva, las aventuras africanas del sobrino... Enmarcado todo ello en un paisaje tradicional del w¨¦stern, el g¨¦nero que con Wall Street mejor define al imperio.
Una serie formalmente muy atractiva (SkyShowtime y en Movistar Plus+), con una producci¨®n potente y una Helen Mirren apabullante, due?a y se?ora de la pantalla y del rancho, vestida y peinada sin la menor concesi¨®n al glamour, pero con un talento que impide fijarse en lo accesorio, y un Harrison Ford del que suponemos anhela un papel de villano despu¨¦s de protagonizar tantos h¨¦roes buenos desde aquel Han Solo en 1976. Una notable serie creada por Taylor Sheridan, responsable tambi¨¦n de los guiones de los ocho cap¨ªtulos que tiene la primera temporada y con ese ya h¨¢bito, siempre molesto, de los responsables de las series en concluirlas en un momento ¨¢lgido de la acci¨®n para que el sufrido espectador espere desesperadamente la segunda temporada. ?Es la industria audiovisual, est¨²pido!
Claro que si el espectador desea contemplar una serie con un principio y un fin rotundos, sin trucos, puede dejarse llevar por la ex¨®tica El se?or de la casa (Netflix), una producci¨®n tailandesa en la que el asesinato del patriarca de una gran empresa de diamantes, reci¨¦n casado con una sirvienta de las muchas que hay en la mansi¨®n, desata las luchas de una familia que ejerce el derecho de pernada y los malos tratos a los subordinados con una naturalidad impropia de los tiempos actuales. Una telenovela sorprendente sobre el feudalismo en el siglo XXI.
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