Ocupan nuestras casas y se comen a nuestros gatos

Con su habitual grandilocuencia, La Sexta llam¨® al cara a cara entre Harris y Trump ¡°el debate que te har¨¢ so?ar¡±, sonaba casi a gracieta teniendo en cuenta que se desarrollaba a las tres de la ma?ana de un mi¨¦rcoles laborable, caf¨¦ para los muy cafeteros. Para que no nos amodorr¨¢semos lo aderez¨® con la banda sonora de Los Vengadores. No se andan con chiquitas, Ferreras es una persona guionizada por Aaron Sorkin y producida por Jerry Bruckheimer. M¨¢s que sue?os provoc¨® pesadillas, me dorm¨ª abrazada a mis gatos y temiendo que alg¨²n inmigrante viniese a pegarles un mordisco en sus suaves lomos peludos.

Seg¨²n Trump hay haitianos indocumentados comi¨¦ndose a los perros y los gatos de los ciudadanos de Springfield (la Springfield de Ohio, no la de Los Simpson; Bola de Nieve II y Peque?o ayudante de Santa Claus est¨¢n a salvo, tranquilos). Imagino a la extrema derecha patria lamentando que a ellos s¨®lo se les haya ocurrido eso de que van a ocuparnos la casa aprovechando que vamos a por guacamole al Mercadona. No hay color. Se est¨¢ tensando tanto la cuerda del miedo a los inmigrantes (pobres) que empieza a deslizarse por la pendiente de la parodia. En Francia no fue una de esas siniestras manadas de ilegales que la extrema derecha no se saca de la boca la que durante una d¨¦cada viol¨® sistem¨¢ticamente a Gis¨¨le Pelicot mientras permanec¨ªa drogada, fueron decenas de franceses con ocho apellidos gabachos. Tanto agitar la bandera del odio al diferente para que la realidad te salga por peteneras.

Los republicanos andan escocidos porque en su opini¨®n los moderadores del debate, David Muir y Linsey Davis, fueron m¨¢s estrictos verificando a Trump que a Harris, tal vez porque la dem¨®crata no solt¨® disparates sobre la dieta de los haitianos ni asegur¨® sin ruborizarse que los progresistas abortan a ni?os despu¨¦s de nacer. Id¨¦ntica perreta montaron aqu¨ª muchos cuando Silvia Intxaurrondo os¨® contradecir a Feijo¨® con datos. Tal vez el problema no es que los periodistas de la cadena ABC hiciesen el trabajo que les corresponde, sino la frecuencia con la que tantos informadores se limitan a ser meros difusores de bulos y medias verdades. Lo que invit¨® a so?ar durante el debate fue ver a dos profesionales de la informaci¨®n combatir la desinformaci¨®n, result¨® emocionante incluso, y ni siquiera necesitaron de fondo la ¨¦pica sinton¨ªa de Los Vengadores: nada suena tan bien como la verdad.