La revuelta de los teloneros televisivos: ¡°Una cosa es pol¨ªtica y otra politizar nuestros programas. No es lo que buscamos¡±

El propio nombre de El intermedio define su raz¨®n de ser original en la parrilla de La Sexta. Aunque sus primeras emisiones fueron semanales, el espacio de humor y actualidad pol¨ªtica ocup¨® casi de inmediato la franja diaria que conecta al informativo nocturno con el prime time de la segunda cadena de Atresmedia. Fue hace casi 20 a?os, en 2006. Desde entonces, lo que en ese momento se consideraba el access prime time ¡ªen otras palabras, el telonero del cabeza de cartel televisivo¡ª se ha convertido en el contenido estrella de las cadenas generalistas.

De 22.00 a 22.30 es el momento en el que m¨¢s espectadores espa?oles se sientan ante la televisi¨®n tradicional. Son algo m¨¢s de 13 millones de personas de media, seg¨²n los datos ofrecidos por Barlovento Comunicaci¨®n. A esa hora, se emite La revuelta, El hormiguero y El intermedio. First Dates en Cuatro y, un poco antes, Cifras y letras en La 2 tambi¨¦n logran las mejores cuotas de pantalla de la noche para sus cadenas.

Varios guionistas que han vivido situaciones muy distintas en estos programas charlan para EL PA?S durante su participaci¨®n este viernes en Madrid en los encuentros y charlas organizados por ALMA, el Sindicato de Guionistas de Espa?a. Son Javi Valera, quien ha vivido la transici¨®n de La resistencia en Movistar Plus+ a La Revuelta de la 1; Raquel M¨¢rquez, quien ha estado en la mesa de guion de El hormiguero hasta la pasada temporada; y Carles Cuevas Sedano, c¨®mico y monologuista que debut¨® este verano escribiendo para un programa de estas caracter¨ªsticas con el ef¨ªmero Babylon Show de Telecinco.

Pregunta.?C¨®mo han vivido el repentino inter¨¦s general por lo que ocurre en sus programas?

Carles Cuevas. Hay un acceso m¨¢s grande a la informaci¨®n que nunca, lo que es positivo, pero el uso que se hace de ella es m¨¢s torticero. Entra dentro de esa tendencia de la gamificaci¨®n: convertimos todo en un juego de puntos y comentar sobre estos programas en redes sociales te ayuda a sumar seguidores. La guerra del access tiene mucho que ver con otras cosas que no son los programas en s¨ª.

P. Si en un programa se lee el art¨ªculo de La Constituci¨®n que defiende el derecho a una vivienda digna y en otro se critica quienes se manifiestan por ella, ?es inevitable relacionar esta guerra televisiva con pol¨ªtica e ideolog¨ªa?

Javi Valera. Una cosa es pol¨ªtica y otra politizaci¨®n. Todo en la vida es pol¨ªtica; un medio de comunicaci¨®n y un programa dentro de un medio de comunicaci¨®n tambi¨¦n lo son. Otra cosa es que haya una voluntad de politizar. En La revuelta no la tenemos. ?Que nuestras opiniones se vierten involuntariamente en lo que hacemos? Como ocurre en todos los ¨¢mbitos creativos.

C. C. El baremo [de lo que es pol¨ªtico] est¨¢ roto desde que hay gente que considera que leer un art¨ªculo de la Constituci¨®n es un acto revolucionario comunista.

J. V. ?Por qu¨¦ leer la Constituci¨®n se considera de izquierdas?

Raquel M¨¢rquez. Es cierto que eso en El hormiguero no lo vas a ver... Pero en realidad lo que buscamos los programas de esta franja es que la gente desconecte, se divierta y se sorprenda.

J. V. Yo ahora estoy en La revuelta, pero he trabajado para 7 y Acci¨®n (productora de El hormiguero). En guion no hay bandos; al final todos somos los mismos.

P. ¡°Pero que el prime time pierda fuste no es buena noticia para los formatos destinados a esa franja, cuya inversi¨®n se ir¨¢ abaratando inexorablemente¡±, comentaba hace unas semanas la guionista Paloma Rando en una de sus columnas para este peri¨®dico.

C. C. El capitalismo siempre camina en la misma direcci¨®n: hacer que las cosas cada vez cuesten menos para que generen el mayor beneficio posible. Lo que ocurre en la televisi¨®n nocturna es otra consecuencia de ello. Si contrataran m¨¢s guionistas no habr¨ªa ning¨²n problema en que los programas fueran tan largos, pero no lo hacen.

J.V. Telecinco fue pionero en eso. La forma de estirar S¨¢lvame iba por ese camino. Solo que ahora lo hacen todas las cadenas.

C. C. La revuelta no es un programa caro en absoluto. Y El hormiguero probablemente no lo sea mucho m¨¢s. Y dan grand¨ªsimos beneficios, que adem¨¢s generan fidelidad e imagen de marca a la cadena. Y encima lo hacen cuatro veces por semana.

J. V. Es que eso es lo que da sentido a la tele generalista o lineal, que haya programas con esa continuidad.

P. De hecho, estos programas se asemejan mucho a la estructura cl¨¢sica del late night aunque comiencen mucho antes.

C. C. En la mesa de guionistas habl¨¢bamos de Babylon Show como un late night. Somos una generaci¨®n que se ha criado con los programas de Buenafuente. Y la presencia de Latre y Sard¨¢ hac¨ªa inevitable conectarlo con Cr¨®nicas marcianas.

R. M. En las grandes ciudades, quiz¨¢ por la turistificaci¨®n, ya se est¨¢ notando el cambio. Ya no cenamos tanto a las 10 de la noche como antes y la televisi¨®n tambi¨¦n se adapta a esos cambios.

J. V. Es que copiamos a menudo a la televisi¨®n estadounidense, que en realidad es un modelo muy conservador. El late night es un formato que ellos crearon a mediados de los 50 y que siguen usando, pero a nosotros quiz¨¢ nos funciona de otra forma. Entre otras cosas porque hemos eliminado esa franja para abaratar costes.

P. Lo que siguen siendo todos ellos es principalmente masculinos y heterosexuales.

R. M. Sobre todo en la parte de guion. En c¨¢mara hay m¨¢s colaboradoras, pero no tanto en las mesas de escritura. No es que necesitemos cuota, pero yo, sin ir m¨¢s lejos, busco trabajo y estoy en posesi¨®n de una vagina espectacular. A efectos de jugar m¨¢s, pasarlo mejor y, por tanto, ser m¨¢s graciosa, yo he notado mucho que en El hormiguero la jefa era una mujer [Laura Llopis]. Otra cosa es cu¨¢nto de lo que propones en guion queda en emisi¨®n.

C. C. Adoro La revuelta, pero le falta mirada LGTBI+...

P. ?Tendr¨ªa sentido que se forzara a Pablo Motos a hacer chistes feministas y a Broncano a hacerlos sobre la comunidad LGTBI+?

R. M. Aunque las inercias hay que cambiarlas, tambi¨¦n es cierto que la comedia necesitas hacerla con gente con la que tienes cosas en com¨²n.

J. V. La resistencia triunf¨® porque los que aparec¨ªan en pantalla eran colegas y se llevaban muy bien. En La revuelta sabemos que necesitamos m¨¢s diversidad, aunque solo sea desde un punto de vista ego¨ªsta. A m¨¢s puntos de vista diferentes, m¨¢s chistes que creamos.

P. Teniendo en cuenta que La revuelta lidera a menudo sin necesidad de anunciar qui¨¦n acude al programa. ?Los invitados ya no son lo importantes en este tipo de espacios?

R. M. Creo que en El hormiguero sigue siendo muy relevante. Mucha gente se asoma a diario al programa y se queda seg¨²n el invitado que haya.

C. C. Me temo que lo de La revuelta va a ser un espejismo. Ojal¨¢ convenciera a los que deciden de que el invitado no es lo fundamental. En los videopodcast, el mundo en el que yo me he movido antes de llegar a Babylon Show, lo son todo. Y es complicado porque, al final, no hay tantos famosos para tanto programa...

R. M. Hay algo muy positivo con la llegada de La revuelta y es que ha hecho que vuelva a ser noticia lo que pas¨® la noche anterior en la televisi¨®n. Y tambi¨¦n que haya regresado la comedia en ella. ?ltimamente, no estaba en la tele.

P. ?Y es relevante que un programa de access sea o no en directo?

R. M. Si lo piensas, El hormiguero no parece que gane mucho por que sea en directo, salvo alg¨²n comentario de actualidad que se incorpora en alguna secci¨®n. Da m¨¢s la sensaci¨®n de ser televisi¨®n grabada que la que da La revuelta, que no es en directo. Y lleva funcionando durante a?os.

J. V. Lo importante, sea en directo o no, es generar la sensaci¨®n de evento, que el espectador sienta la necesidad de que tiene que verlo en el momento, para diferenciarse de la televisi¨®n a la carta.

P. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s dif¨ªcil de guionizar un programa de estas caracter¨ªsticas?

R. M. Crearlo desde cero. Cuando me incorpor¨¦ en los inicios de La noche D (La 1), se pas¨® por todos los estados posibles. Iba cambiando hasta el g¨¦nero del programa. Antes de emitir, no sab¨ªan si iba a ser un concurso o un talk show. A menudo depende de decisiones de ¨²ltima hora de la gente de arriba.

J. V. En nuestro caso, no hemos creado La revuelta desde cero, pero hemos tenido que adaptarlo a las nuevas circunstancias. Cada escollo, como adaptarse al horario protegido o que criticaran nuestra llegada a una cadena p¨²blica, ha sido una nueva oportunidad de hacer comedia.