In¨¦s Rodr¨ªguez: ¡°No soy ni ni?a ni tonta: solo tengo par¨¢lisis cerebral¡±
La logopeda canaria, de 25 a?os, salt¨® a la popularidad con un v¨ªdeo de TikTok donde se quejaba de que la llamen ¡°campeona¡± por ser discapacitada. Ahora tiene una secci¨®n divulgativa en ¡®El intermedio¡¯
Son las 7 de la tarde de un d¨ªa cualquiera de v¨ªsperas de Navidad y hace un fr¨ªo que pela en Madrid, pero In¨¦s Rodr¨ªguez se presenta a la cita en la Redacci¨®n de EL PA?S tan fresca, con una blusa y un abrigo finito, que me sale sin querer el preguntarle si no tiene fr¨ªo y que si le apetece un caf¨¦ para entrar en calor. Ella dice que no, gracias, atravesamos juntas un g¨¦lido patio hasta la salita donde charlamos y, ya all¨ª, se arrellana y se relaja en una amen¨ªsima conversaci¨®n trufada por las frases hechas de las construcciones verbales de la generaci¨®n Zeta y la calidez de su acento canario. La falta de ox¨ªgeno que sufri¨® de beb¨¦ durante el parto le ha dejado una determinada forma de caminar y de hablar que se te olvida al minuto de estar con ella. Toda la rapidez motora y verbal que tal vez quisiera alcanzar y no llega, la derrocha en agilidad, estilo y velocidad mental. Da gusto verla y escucharla.
¡°A la pr¨®xima persona que me llame ¡®campeona¡¯ la apu?alo¡±, dec¨ªa en el TikTok que la lanz¨® a la fama. ?C¨®mo ve hoy aquel exabrupto?
Ese v¨ªdeo me cambi¨® la vida, literalmente. Hasta entonces, yo lo que hac¨ªa era, b¨¢sicamente, trabajar como logopeda en un centro sanitario y subir cosas de mi vida a Internet, un poco para normalizar mi vida con discapacidad, sin ninguna pretensi¨®n. Pero, de repente, pues eso lo pet¨® y yo no entend¨ª nada, y a¨²n no ha pasado ni un a?o, y estoy trabajando en la tele, y t¨² me pides esta entrevista, y yo sigo sin entenderlo.
Para que algo se haga viral, hace falta conectar con mucha gente muy distinta. ?Qu¨¦ cree que fue lo que enganch¨® de sus palabras?
El quejarme sin tapujos, sin ser pol¨ªticamente correcta, ni cursi, ni lastimera. El d¨ªa que sub¨ª ese v¨ªdeo estaba cansada, enfadada porque alguien me hab¨ªa parado y me hab¨ªa dicho algo as¨ª en una tienda y me sali¨® quejarme a gusto, como me quejo con mis amigas, desde la libertad que da tener pocos seguidores, sin sospechar que se iba a liar lo que se lio. Yo creo que la gente agradece eso: la naturalidad, el humor, el no cortarme ni media, porque si la gente no se corta para decirme cosas, yo menos, que soy la afectada y no me apetece aguantarlo.
?Cu¨¢ndo empez¨® a enfadarse con c¨®mo la tratan los dem¨¢s?
Siempre me ha gustado que me dejen en paz. Siempre he sido muy independiente y me ha gustado hacer lo m¨ªo sola, sin ayuda. Hace poco, una profe m¨ªa de Primaria me cont¨® que un d¨ªa quiso ayudarme a subir la escalera cogi¨¦ndome del brazo y yo le dije que me soltara. Siempre he sido as¨ª, pero, llega un punto en que, por acumulaci¨®n, explotas. A ver, quiero que se me comprenda. Tengo un discurso muy tajante, porque quiero que se me escuche bien. Pero la realidad es que yo entiendo a la gente. Soy consciente de que lo hacen por puro desconocimiento. Entonces, yo me he tomado la libertad de educar a mi modo. Y, para que cale, hay que decir las cosas a saco.
?Siempre fue as¨ª de contestona?
Siempre me ha encantado hablar, comunicar. De peque?a, me crie con cuentacuentos, con teatro, me encantaba hablar en p¨²blico, exponer en clase. Entonces, todas esas herramientas que he tenido ahora cristalizan. Adem¨¢s, como soy logopeda, pues todas esas herramientas comunicativas las utilizo tambi¨¦n en mi trabajo, porque trabajo con personas que tienen da?o cerebral, problemas de comunicaci¨®n, y tengo que ser muy concisa y precisa para que el lenguaje les llegue.
?Estudi¨® Logopedia para ayudarse a s¨ª misma?
Qu¨¦ va, llegu¨¦ de rebote. Yo quer¨ªa ser psic¨®loga, igual porque tambi¨¦n tengo mis taritas, pero hice la matr¨ªcula mal, no me admitieron, pens¨¦ en hacer un curso puente para volver a intentarlo al siguiente a?o, me met¨ª en Logopedia como me pod¨ªa haber metido en Paleontolog¨ªa, y me enamor¨¦ de la especialidad. Y me he especializado en logopedia para da?o cerebral, no s¨¦ si por autoconocimiento o porque me parece fascinante, incre¨ªble y chul¨ªsimo por s¨ª mismo.
Sea como sea, lo que ha aprendido lo puede usar usted misma.
Bueno, no te creas. Tengo muchas herramientas para utilizarlas, pero en eso pasa como con el dicho ¡°en casa del herrero, cuchillo de palo¡±. Soy como el m¨¦dico que fuma. Es verdad que hay cosas que antes yo hac¨ªa y no entend¨ªa por qu¨¦ y ahora, a nivel anat¨®mico funcional, soy capaz de entenderlas y por eso me es m¨¢s f¨¢cil manejarlas. Pero no las uso tanto para m¨ª como para otros.
?Por qu¨¦?
Uf, es que eso es un mel¨®n. F¨ªjate, como trato con pacientes que est¨¢n mucho m¨¢s afectados que yo, yo como que me creo la reina del mambo. Y es verdad que yo tengo ciertas cosas, me engancho al hablar, hay palabras que no se me entienden todo lo bien que deber¨ªan, dependiendo del momento, de lo cansada o nerviosa que est¨¦, como todo el mundo, solo que lo m¨ªo es algo neurol¨®gico y tiene un nombre. Entonces, hay ejercicios que podr¨ªa hacer y no los hago, porque ya me defiendo bien sola.
Es interesante eso de sentirse la reina del mambo con sus pacientes. ?Es algo as¨ª como en el pa¨ªs de los ciegos, el tuerto es el rey?
Es triste admitirlo, pero es verdad. Pero eso pasa con todo: la discapacidad, la precariedad, la soledad. Siempre hay alguien peor que t¨². Creo que lo pensamos para sentirnos mejor: poner en perspectiva lo que nos pasa y verlo en un marco que no nos haga sentirnos tan mal. Me parece un m¨¦todo de defensa natural. Yo, a nivel de mi discapacidad, me quiero y me valoro y me respeto y me asumo como soy, porque, adem¨¢s, hay gente peor que yo. Y eso lo he visto much¨ªsimo m¨¢s claro desde que trabajo con ellos. He aprendido a valorar lo afortunada que soy.
?No se ha cabreado con el mundo por haber nacido con su discapacidad?
S¨ª, much¨ªsimo. Empec¨¦ a ir a terapia con 18 a?os porque, algo de lo que estoy orgullosa, es de que, en la adolescencia, y a¨²n hoy, hay ¨¦pocas, y d¨ªas, en los que me pregunto por qu¨¦ me ha pasado esto a m¨ª, pero esa ¨¦poca la super¨¦ bastante bien. Lo que tuve fue una ¨¦poca en que estuve muy cabreada con el mundo: me com¨ªan los conflictos b¨¦licos, la precariedad, las injusticias. No pod¨ªa entender por qu¨¦ el mundo es tan injusto, sigo sin entenderlo. Fui a terapia porque era algo que no me permit¨ªa funcionar, me ten¨ªa preocupada y triste todo el tiempo, y tuve que pedir ayuda para adquirir herramientas para poner esto en perspectiva y no me comiera.
?Qu¨¦ ve en los ojos de la gente cuando la ven caminar o la oyen hablar?
Sobre todo, paternalismo. Y mucha infantilizaci¨®n. Y pena. Te ven como a una ni?a. Es como que te ven y dicen: ¡°M¨ªrala, qu¨¦ mona, qu¨¦ independiente, qu¨¦ contenta va, con lo que tiene encima¡±. Hay gente que incluso te dice: ¡°Qu¨¦ pena, con lo guapa que eres¡±, o ¡°pues hablando no se te nota nada¡±. Parece como que tengas que ser tonta. Como que asumen que vas a tener discapacidad intelectual, que esa es otra: a las personas con discapacidad intelectual tampoco hay que tratarlas con paternalismo. Y, no. No soy ni soy una ni?a ni soy tonta: solo tengo par¨¢lisis cerebral.
Le revienta que le digan campeona, o valiente, o hero¨ªna, pero ?y los que les dicen a ciertos discapacitados que son ¨¢ngeles?
Imag¨ªnate. No todos somos seres de luz, hay gente est¨²pida en todas partes, yo misma puedo ser una hija de puta de vez en cuando. Yo soy bastante atea, pero tampoco me quiero meter ah¨ª, porque cada uno tiene su movida y lidia con ella como puede, si eso les sirve. Entiendo que la religi¨®n es una v¨ªa de escape absolutamente v¨¢lida, ojal¨¢ a m¨ª me sirviera. Me da envidia la gente que tiene fe. Pues yo no tengo. Ojal¨¢. Me ahorrar¨ªa mucha terapia.
?Cree que a una joven con discapacidad le es m¨¢s complicado encontrar pareja que a otra sin ella?
La respuesta es que no lo s¨¦. Si lo supiera, no ir¨ªa a terapia. Yo, a nivel personal me relaciono muy f¨¢cil con todo el mundo, pero en el plano de lo rom¨¢ntico soy una negada, se me da muy mal. Antes, en la adolescencia, lo achacaba a mi discapacidad, pero ahora he concluido que no, porque conozco a personas que no tienen ese problema. Creo que hay gente que tiene esa habilidad para encontrar pareja, pero a m¨ª no me pasa. Es un talento que yo no tengo.
D¨ªgame un deseo para el a?o nuevo
Un poco que me quede como estoy. Lo que hago tiene mucho potencial, pero no quiero acotarlo ni ponerme barreras a m¨ª misma. Yo me he dejado llevar. Lo fluyo. Adem¨¢s, me da un poco de verg¨¹enza pedir nada.
?Por qu¨¦?
Pues porque, como dice una chica en Internet, hay trabajos de verdad, como fontanero, o zapatero, pero yo, ?qu¨¦ soy? Me da un poco de risa, porque el d¨ªa que se caiga Internet, yo no soy nada. Tengo el plan B de la Logopedia, pero me da como corte decir que me est¨¢n pagando por hablar, que es algo que me encanta, y no lo entiendo. Yo, que s¨¦ lo que es trabajar como sanitaria, me da verg¨¹enza decir que ahora, en un d¨ªa, cobro lo que antes en tres meses. Y eso, en el fondo, me parece injusto.
Me da que sufre mucho con la desigualdad.
Mucho. Creo que eso es necesario para mi trabajo, y me gusta serlo en mi vida. Hace poco estuve en Banglad¨¦s y madre m¨ªa. En Espa?a hay cosas que est¨¢n muy mal, pero, en cuanto haces un poco de zoom, dices, madre m¨ªa, y yo me quejo. Hay que quejarse, pero viene bien relativizar.
He visto que uno de sus lemas, frente a quienes la tratan con paternalismo, es ¡°d¨¦jame vivir¡±. D¨ªgame c¨®mo es sentirse tratada con paternalismo.
Mira, la equivalencia que todo el mundo puede entender es la t¨ªpica madre pesada que te dice cuando sales de casa: ¡°Ponte la chaqueta, que hace fr¨ªo¡±. ?Sabre yo si tengo fr¨ªo y si quiero ponerme la chaqueta? Yo s¨¦ que me quieres, que est¨¢s velando por mi seguridad, pero soy adulta, y, si me pongo enferma, es cosa m¨ªa. Pues eso, a todos los niveles, todo el mundo, todo el rato.
Confieso que he estado a punto de decirle que si quer¨ªa una chaqueta cuando la he visto llegar tan fresca.
Lo peor de esto es que todos, en el fondo, somos madres. Porque yo, como terapeuta y como amiga, menos, pero a veces, tambi¨¦n le digo a la gente que se ponga la chaqueta. Y yo misma me descubro dici¨¦ndome: pero qu¨¦ co?o est¨¢s diciendo, y tengo que pararme. Eso es precisamente lo que yo creo que hace falta. Que la gente se d¨¦ cuenta, que, de manera consciente, aprendamos a frenarnos, lo que viene siendo deconstruirse. Hay que deconstruirse, pero, hasta que no te das cuenta de c¨®mo est¨¢s construido, no te puedes deconstruir. Y en eso estoy, y estamos.
SIMPLEMENTE IN?S
Inés Rodríguez (Tenerife, 25 años) sufrió hipoxia de bebé durante el parto de su madre y, esa falta de oxígeno en el cerebro, le provocó la parálisis con la que convive desde su nacimiento. Sus padres, educadores, la han "mimado", pero no "sobreprotegido", según sus propias palabras. Después de estudiar Logopedia, se trasladó a Madrid, donde trabajaba en un centro de atención a personas con daño cerebral, como ella y mantenía una cuenta en TikTok desde donde contaba aspectos de su vida cotidiana, con humor y rigor, sin pelos en la lengua, para ayudar a la visibilidad y la normalización de la discapacidad. Hasta que uno de sus vídeos más radicales, y divertidos, se hizo viral y, ahora, colabora con el programa El Intermedio con una sección fija.
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