El barbero de la ¨¦lite deportiva: de las cabezas de la NBA a la del ¡®Dibu¡¯ Mart¨ªnez en Qatar
David Marulanda, de origen colombiano, es el barbero oficial de la selecci¨®n de f¨²tbol de Estados Unidos. Por su barber¨ªa de White Plains desfilan famosos del mundo del deporte y la m¨²sica
De cortar el cabello a sus compa?eros de colegio en el pasillo de la casa de su t¨ªa a comandar un equipo de peluqueros como barbero oficial de la selecci¨®n nacional de f¨²tbol de Estados Unidos. La historia de David Marulanda es una historia de ¨¦xito, no exenta de dificultades, de un latino que triunf¨® en el mundo deportivo por el arte de sus tijeras. Obra suya fue el look m¨¢s comentado de la Copa del Mundo de Catar y por su barber¨ªa desfilan atletas c¨¦lebres de todas las edades y deportes, desde el f¨²tbol hasta el baloncesto, el hockey y el b¨¦isbol.
¡°Eso ayuda a que el negocio est¨¦ siempre lleno. Muchos clientes lo saben y van con la esperanza de encontrarse con alguno¡±, afirma Marulanda. Por los 80 d¨®lares que vale un corte pueden llevarse una foto con su ¨ªdolo. No solo los deportistas acuden habitualmente a su local, los miembros del Grupo Firme lo llaman cada vez que est¨¢n en Nueva York y DJ Pope, colaborador de J Balvin, tambi¨¦n se ha puesto en sus manos.
Desde sus comienzos precarios, Marulanda no olvida a todas las personas que le echaron una mano para acabar regentando una barber¨ªa en una de las zonas m¨¢s exclusivas de Nueva York, en White Plains. Nacido en Nueva York hace 34 a?os y de padres colombianos, Marulanda dej¨® Estados Unidos a los tres a?os y pas¨® su infancia entre Colombia y Espa?a, donde residi¨® en varios lugares siguiendo el trabajo de sus padres, dedicados a la hosteler¨ªa.
Su primer contacto con unas tijeras fue a los nueve a?os, en Colombia, donde su t¨ªa estudiaba peluquer¨ªa. Aunque sigui¨® practicando los a?os que pas¨® en Espa?a, no fue hasta que lleg¨® a Nueva York, con 14 a?os, cuando decidi¨® dedicarse a ello. ¡°Vi que hab¨ªa un mundo totalmente diferente que se llama barber¨ªa, que ya no era la t¨ªpica peluquer¨ªa o el t¨ªpico sal¨®n de belleza que se ve¨ªa en Colombia o en Espa?a, llevado generalmente por damas y gays, ya ve¨ªa que exist¨ªan barberos, y eso me cautiv¨®¡±, recuerda. El escenario entero de ese Nueva York lo conquist¨®. ¡°Era el momento del hip hop, el break dance, el graffiti, la m¨²sica urbana¡ Y todo fusionado con la barber¨ªa¡±, apunta.
Entonces empez¨® a cortar el pelo a sus compa?eros de colegio en el pasillo del edificio donde viv¨ªa su t¨ªa. Se hab¨ªa ganado la popularidad en la calle entre latinos -hab¨ªa muchos puertorrique?os, dominicanos, mexicanos, pero pocos colombianos-, haciendo pistas de hip hop, y eso le facilit¨® la clientela. Al principio su servicio era gratis junto con un socio con el que a¨²n comparte el negocio, pero la demanda creci¨® como la espuma y empez¨® a cobrar cinco d¨®lares. A diario, chavales adolescentes acud¨ªan a la salida de la escuela para formar colas en el pasillo del edificio mientras amenizaban la espera con su m¨²sica. Las quejas de los vecinos no tardaron en llegar. Y la de la propia t¨ªa, que le dijo: ¡°Mira sobrino, yo te quiero mucho pero ya me est¨¢n apareciendo pelos hasta en las ollas¡±. Y salieron a buscar trabajo. Y a darse de bruces con la realidad.
Latinos, con 14 y 16 a?os, respectivamente, usando la ropa al estilo de la moda urbana de entonces, con tres o cuatro tallas m¨¢s que la suya, la primera impresi¨®n no ayud¨®. ¡°Esos son bandidos, son ni?os problem¨¢ticos¡±, asegura que pensaban. Caminaron toda la ciudad, de barber¨ªa en barber¨ªa, y llegaron a casa desilusionados y sin trabajo. Fue en su ¨²ltimo intento, en una peluquer¨ªa de su barrio, sin el glamur de las otras barber¨ªas, donde les dieron la primera oportunidad. ¡°Est¨¢n muy j¨®venes, yo no creo que sepan cortar, nos dijo la due?a, pero a?adi¨® unas palabras que nunca se me van a olvidar: ¡®Cuando yo ten¨ªa la edad de ustedes, una se?ora me ayud¨® y me dej¨® aprender en su sal¨®n. Creo que es mi momento de hacer lo mismo¡±. El lugar era peque?o y les habilit¨® un espacio reducido al lado del ba?o. Fue el comienzo de una prol¨ªfica carrera. La benefactora se llamaba Evelyn y Marulanda la ha buscado sin ¨¦xito para agradec¨¦rselo.
En los siguientes a?os fue saltando de barber¨ªa en barber¨ªa, aprendiendo el oficio, pero lleg¨® un momento cuando los ingresos eran bajos que se pas¨® al ramo de la hosteler¨ªa. Su econom¨ªa mejor¨®, hasta que lleg¨® la recesi¨®n de 2008. ¡°Un d¨ªa fui a trabajar al restaurante y estaba sellado. Ten¨ªa que hacer algo para buscarme la vida y pens¨¦, bueno, yo s¨¦ cortar el pelo¡±, cuenta. Y volvi¨® a las barber¨ªas. Comenz¨® en otra estaci¨®n al lado del ba?o, pero fue subiendo de categor¨ªa para ser el barbero de la ventana, el escalaf¨®n m¨¢s alto y deseado en la profesi¨®n. ¡°El de la ventana es el barbero que tiene la magia, el que corta mejor, el m¨¢s popular¡±, aclara.
Ya con la experiencia de varios a?os, Marulanda quiso ense?ar la profesi¨®n a su cu?ado en Colombia y alguien le dijo que en vez de mandar CDs pod¨ªa hacer v¨ªdeos en YouTube para mostr¨¢rselos. Lo que no sab¨ªa es que su canal en YouTube era p¨²blico y sus videos se volvieron virales. ¡°Nunca hice nada con ello, solo sub¨ª lo que cre¨ª que era bueno para que esas personas aprendieran¡±, asegura. Su canal alcanz¨® los 30.000 suscriptores.
Y as¨ª lleg¨® a 2013, cuando junto a su antiguo socio decidi¨® emprender su propio negocio y abrieron el que hoy es su local, el Authentic Hair Studio, en el que la pared de la fama, como la llaman, muestra cu¨¢ntos famosos han pasado por all¨ª. La ubicaci¨®n fue perfecta. Enfrente a las torres de Trump (todo el que sale de ellas tiene que pasar obligatoriamente por el local) y cerca de varios clubes deportivos: el campo de entrenamiento del equipo de f¨²tbol New York City Club, de los Knicks de la NBA y los Rangers, de hockey.
El ¨¦xito por unas monedas
Los deportistas son los que le han hecho famoso y todo empez¨® con una buena acci¨®n, una t¨¢ctica de marketing que a Marulanda le result¨® efectiva al 100%. En esa zona de la ciudad las monedas para pagar el parqu¨ªmetro son m¨¢s codiciadas que el oro y los establecimientos las guardan para sus clientes. Marulanda cuenta que ¨¦l hac¨ªa lo contrario y siempre las daba incluso si no eran clientes. En vez de que se las devolvieran, les dec¨ªa que cuando tuvieran que cortarse el pelo acudieran a ¨¦l. Uno de ellos fue Allan Houston, estrella de la NBA, que cumpli¨® y a los tres d¨ªas apareci¨® por la barber¨ªa.
El nuevo cliente le hizo buena propaganda y fue el primero de una larga lista de atletas de varios deportes que han desfilado por la barber¨ªa. De todos ellos, Marulanda recuerda que solo se puso nervioso una vez al cortar a un famoso. Lo llamaron para que fuera al campo del equipo de f¨²tbol de los New York City para cortar a unos jugadores que resultaron ser el espa?ol David Villa y el italiano Andrea Pirlo. ¡°Yo era fan del Barcelona, donde Villa fue una estrella, y pens¨¦, guau, esto ya es otro nivel¡±, confiesa.
A partir de ah¨ª su carrera con la ¨¦lite deportiva despeg¨®. Su experiencia con selecciones nacionales empez¨® con Costa Rica, pero pronto llegar¨ªa a convertirse en el barbero oficial del equipo de Estados Unidos. El detonante lleg¨® por la pandemia de la covid. La selecci¨®n estadounidense lleg¨® a la final de la Copa Oro de 2021, que se jugaba en Las Vegas. Uno de los jugadores llam¨® a Marulanda para ver si conoc¨ªa a un barbero en esa ciudad. Era una situaci¨®n de emergencia y le acab¨® pagando el pasaje a ¨¦l y otros dos de su equipo para que fueran y les cortaran el pelo antes del partido. Los barberos llegaron de inc¨®gnito, pues no estaba permitido. Un directivo se enter¨®, pero al ver lo preparados que iban y lo profesionales que fueron, en vez de echarles decidi¨® cortarse tambi¨¦n el pelo y nombrarlo barbero oficial de la selecci¨®n. Lo dem¨¢s es historia. Desde entonces, les ha acompa?ado a cada gran concentraci¨®n, desde el Mundial de Catar hasta la ¨²ltima Copa de Am¨¦rica.
El c¨¦lebre corte del Mundial de Qatar
Marulanda recuerda que para ir a la Copa del Mundo de Qatar le preguntaron qu¨¦ necesitaba y, bromeando, dijo que suelo de madera, pared de ladrillo, varias sillas de barber¨ªa, play station, nevera¡ Reconoce que se sorprendi¨® al ver que sus deseos fueron ¨®rdenes y al llegar al lugar de concentraci¨®n, ten¨ªa una barber¨ªa de lujo a su disposici¨®n. Durante ese Mundial, gan¨® popularidad porque fue el art¨ªfice de un corte que se hizo c¨¦lebre y fue copiado por muchos seguidores, dibujando la bandera argentina en la cabeza de Dibu Mart¨ªnez, el portero de la selecci¨®n argentina, que gan¨® la Copa de 2022.
Desde entonces tambi¨¦n ha prestado sus servicios a otras selecciones, como las de Argentina, Colombia, Ecuador, Canad¨¢ y Venezuela. Y ha servido de precedente, pues m¨¢s selecciones est¨¢n empezando a llevar su propio barbero en los viajes.
Una vez al a?o, Marulanda cambia el glamur de mezclarse con los famosos en Nueva York para ir a ?frica a cortar el pelo a ni?os sin recursos. Viaja con la organizaci¨®n Ankhkastah Natural Healing desde hace nueve a?os, siempre antes de que empiecen los colegios.
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