El desesperado intento de DeSantis por torpedear en las urnas la protecci¨®n del aborto en Florida
Los floridanos recogieron firmas para incluir en las elecciones de noviembre una enmienda que garantice el derecho a la interrupci¨®n del embarazo
La polic¨ªa toca a la puerta. Est¨¢n investigando un posible indicio de fraude, dicen. ¡°?En verdad fue usted quien firm¨® la petici¨®n para que la Enmienda 4 se presente en las urnas en noviembre?¡±.
El episodio, repetido a grandes rasgos en numerosos condados de Florida en las ¨²ltimas semanas, seg¨²n testimonios recogidos en medios locales y redes sociales, es parte de una desesperada campa?a del gobernador republicano Ron DeSantis en contra del derecho al aborto. El esfuerzo coordinado va dirigido a hacer descarrilar el plebiscito incluido en la papeleta electoral del Estado que tumbar¨ªa la restricci¨®n vigente ¡ªque limita el procedimiento hasta la sexta semana, antes de que muchas mujeres siquiera sepan que est¨¢n embarazadas, sin excepciones reales¡ª y que ¨¦l mismo firm¨® el a?o pasado despu¨¦s de la revocaci¨®n del derecho a nivel federal. Si recibe por lo menos el 60% de los votos, el derecho estar¨ªa garantizado por la constituci¨®n estatal.
La norma conocida como Ley del Latido fue aprobada por los legisladores de Florida, de mayor¨ªa republicana, en abril de 2023, con una votaci¨®n de 70-40, y entr¨® en vigor el primero de mayo de este a?o. Es una de las leyes m¨¢s restrictivas del pa¨ªs, que tras el hist¨®rico fallo del Supremo en 2022 en contra de Roe vs. Wade, el precedente legal que garantizaba el acceso al aborto a nivel nacional, entreg¨® a los Estados potestad para legislar al respecto. La Ley del Latido, que es una de las banderas del popular gobernador DeSantis y excandidato en las elecciones primarias republicanas, solo mantiene la posibilidad de abortar antes de la semana seis y solamente si se presentan pruebas y documentaci¨®n para demostrar que se trata de una violaci¨®n, incesto o tr¨¢fico de personas; si peligra la salud de la madre, dos doctores tienen que certificarlo, y aun en esos casos los profesionales temen que se tomen medidas penales en su contra. En la pr¨¢ctica, actualmente no hay manera realista para llevar a cabo un aborto legalmente en Florida.
La severidad de la norma gener¨® una en¨¦rgica respuesta desde que apenas era una propuesta de ley. Y cuando fue aprobada, se inici¨® una enorme recolecta de firmas liderada por la organizaci¨®n Floridians Protecting Freedom para una petici¨®n que pusiera la cuesti¨®n en un plebiscito en las elecciones de noviembre de 2024. Tras largos meses de campa?a se lograron un mill¨®n de firmas, 100.000 m¨¢s que las necesarias para traer una pregunta directamente a los votantes. Las firmas fueron validadas durante ocho meses independientemente y tambi¨¦n por los supervisores electorales del Estado. En abril fueron finalmente aceptadas y ratificadas por el Tribunal Supremo del Estado, af¨ªn a DeSantis, que nombr¨® a cinco de sus siete jueces.
La propuesta de reforma constitucional que se presentar¨¢ a los votantes se conoce como Enmienda 4 y establece lo siguiente: ¡°Ninguna ley prohibir¨¢, penalizar¨¢, retrasar¨¢ o restringir¨¢ el aborto antes de la viabilidad o cuando sea necesario para proteger la salud de la paciente, seg¨²n lo determine el proveedor de atenci¨®n m¨¦dica de la paciente. Esta enmienda no cambia la autoridad constitucional del Legislativo para exigir la notificaci¨®n a un padre o tutor antes de que una menor se someta a un aborto¡±.
Desde entonces, la misi¨®n de Floridians Protecting Freedom y otras organizaciones aliadas ha sido hacer campa?a a favor de la Enmienda 4. Recaudaron 12 millones de d¨®lares en dos meses, seg¨²n sus cuentas, y no han parado de tocar puertas y educar a los votantes, explica la portavoz Lisa Zayas. ¡°Estamos hablando con la gente sobre los riesgos de la prohibici¨®n, porque ya estamos viendo much¨ªsimas mujeres a las que se les est¨¢ denegando cuando m¨¢s lo necesitan¡ Y vemos que la mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa nos apoya. Esto es una iniciativa que no es partidista, que cuenta con apoyo transversal de los floridanos¡±. Las encuestas de los ¨²ltimos meses y semanas muestran un apoyo al derecho al aborto y a la enmienda en de entre el 55 y el 69%, apuntando que s¨ª se lograr¨ªa la mayor¨ªa necesaria para convertirse en ley.
Ante este panorama, a finales de agosto el ejecutivo y legislativo de Florida comenz¨® una serie de acciones atacando la enmienda desde diferentes flancos. Primero, el 21 de agosto, el Supremo acept¨® que una declaraci¨®n del impacto financiero acompa?ara al texto de la enmienda en la papeleta. El enunciado, sustancialmente m¨¢s largo que la Enmienda en s¨ª, dice lo siguiente: ¡°La enmienda propuesta provocar¨ªa un n¨²mero significativamente mayor de abortos y un menor n¨²mero de nacidos vivos al a?o en Florida. El aumento de abortos podr¨ªa ser a¨²n mayor si la enmienda invalida las leyes que exigen el consentimiento paterno antes de que las menores se sometan a abortos y las que garantizan que s¨®lo los m¨¦dicos con licencia realicen abortos. Tambi¨¦n existe incertidumbre sobre si la enmienda obligar¨¢ al Estado a subvencionar abortos con fondos p¨²blicos. Los litigios para resolver esas y otras incertidumbres supondr¨¢n costes adicionales para el gobierno y los tribunales del estado que repercutir¨¢n negativamente en el presupuesto estatal. Un aumento de los abortos puede afectar negativamente al crecimiento de los ingresos estatales y locales a lo largo del tiempo. Dado que el impacto fiscal del aumento de abortos en los ingresos y costes estatales y locales no puede estimarse con precisi¨®n, el impacto total de la enmienda propuesta es indeterminado¡±.
Lauren Brenzel, directora de la campa?a a favor de la enmienda, acus¨® a los patrocinadores de la declaraci¨®n financiera de buscar causar confusi¨®n y esconder la cuesti¨®n real bajo consideraci¨®n. ¡°Nuestra campa?a trabaj¨® duro para garantizar que el lenguaje de nuestra iniciativa cumpliera las normas constitucionales y el Estado deber¨ªa cumplir esas mismas normas de claridad y precisi¨®n para no enga?ar a los votantes. Cualquier declaraci¨®n de impacto financiero debe ser legalmente precisa, inequ¨ªvoca, directa, clara y transparente. Esta farsa de proceso es un recordatorio a los votantes de Florida de que los pol¨ªticos est¨¢n jugando sucio para complicar en exceso y politizar una simple soluci¨®n administrativa¡±.
El siguiente paso de DeSantis consisti¨® en la creaci¨®n de una p¨¢gina web por parte de la Florida Agency for Health Care Administration en oposici¨®n abierta a la Enmienda 4. La ley estatal proh¨ªbe al gobierno usar su autoridad y fondos para influenciar una elecci¨®n o el voto de un ciudadano. Ante las preguntas generadas por la p¨¢gina web, que alega que la enmienda pone en peligro la salud de las mujeres, DeSantis se defendi¨® p¨²blicamente. ¡°No es electoralismo. Son cosas que se pueden hacer absolutamente a trav¨¦s de estos anuncios de servicio p¨²blico. Y me alegro de que lo est¨¦n haciendo¡±.
No satisfecho con eso, el Departamento de Estado de Florida, tambi¨¦n bajo la cercana influencia del gobernador, reclam¨® unas 37.000 de las firmas verificadas hace unas semanas, pues hab¨ªa sospechas de fraude. DeSantis ha dicho que se estaban investigando peticiones ¡°hechas en nombre de personas muertas¡±. A partir de aqu¨ª es cuando se empezaron a realizar las visitas a domicilios para comprobar que efectivamente los firmantes hab¨ªan firmado la petici¨®n, a pesar de que ya hab¨ªan sido validadas y que el plazo para cuestionar las firmas hab¨ªa pasado hac¨ªa tiempo. Por lo tanto, no queda claro cu¨¢l es el objetivo, pues parece legalmente improbable que puedan eliminar la enmienda de la papeleta a estas alturas.
Lisa Zayas y el resto de la campa?a a favor de la enmienda ve en todos estos esfuerzos una campa?a intimidatoria y dise?ada para torpedear el proceso democr¨¢tico, pero no se inmutan en su propia misi¨®n. ¡°Obviamente, se est¨¢ respondiendo a esas acciones y a la difusi¨®n de desinformaci¨®n que es pat¨¦tica y dram¨¢tica [...] pero estamos firmes en que vemos en todas nuestros estudios, en toda nuestra informaci¨®n, que la mayor parte de los ciudadanos la apoyan. Nosotros seguiremos educando para consolidar ese apoyo porque sabemos que lo podemos lograr¡±, dice Zayas. De todas formas, este viernes, Floridians Protecting Freedom y la Asociaci¨®n Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) de Florida presentaron una demanda contra el ¡°uso indebido del dinero de los contribuyentes para mentir a los votantes sobre esta enmienda¡±.
Lejos de la campa?a oficial, las movidas tambi¨¦n han generado m¨²ltiples acciones legales en respuesta y esta semana el Supremo acept¨® acelerar un caso en contra del gobernador DeSantis y otros oficiales que los acusa de usar su poder oficial inapropiadamente. El demandante pidi¨® que se prohibiera el ¡°mal uso o abuso de sus cargos y agencias para interferir con la elecci¨®n de la Enmienda 4¡å. Si bien los jueces habr¨ªan podido desestimar la petici¨®n, han pedido que los acusados respondan a los alegatos antes de la tarde del 23 de septiembre.
Todo esto podr¨ªa tener un impacto electoral m¨¢s amplio en elecciones locales, a la C¨¢mara de Representantes, al Senado e incluso en las presidenciales. Precisamente, el candidato republicano, Donald Trump, es residente de Florida y deber¨¢ votar por la Enmienda 4. En semanas recientes se le ha preguntado en m¨²ltiples ocasiones sobre su posici¨®n al respecto y sus respuestas han patinado. Primero diciendo que no apoyaba la restricci¨®n de las seis semanas, para retractarse unos d¨ªas despu¨¦s. No est¨¢ claro si votar¨¢ a favor o en contra de la Enmienda 4, ni el efecto que esto pueda tener en las elecciones de Florida o en las nacionales.
Florida se ha convertido desde la irrupci¨®n de Trump en la pol¨ªtica en un Estado de clara mayor¨ªa republicana despu¨¦s de a?os de ser uno de los territorios bisagra m¨¢s importantes. Aun as¨ª, las veces que se ha sometido a refer¨¦ndum el derecho al aborto desde la decisi¨®n del Tribunal Supremo de 2022 tanto en Estados conservadores como progresistas, la mayor¨ªa de los ciudadanos han votado a su favor. Y en esta campa?a presidencial, el aborto es uno de los temas m¨¢s fuertes de la candidata dem¨®crata, Kamala Harris. Nadie se atreve a decirlo en voz alta por ahora y las encuestas que hay apuntan a que es altamente improbable, pero en medio de una batalla encarnizada que est¨¢ poniendo el asunto en el centro del debate, tal vez el aborto est¨¢ volviendo a hacer de Florida un territorio en disputa.
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