La ¡°ley del latido¡± de DeSantis, que proh¨ªbe el aborto a las seis semanas, entra en vigor en Florida

Abortar despu¨¦s de la sexta semana de embarazo es ilegal en Florida a partir de este mi¨¦rcoles, con la entrada en vigor de un fallo del pasado 1 de abril del Tribunal Supremo conservador de ese Estado, que tumba la norma anterior, que permit¨ªa la interrupci¨®n del embarazo hasta las primeras 15 semanas de gestaci¨®n. Se incluyen excepciones si est¨¢ en riesgo la vida de la madre y para los casos de violaci¨®n, incesto o tr¨¢fico de personas.

La entrada en vigor de la Ley del Latido, as¨ª llamada porque fija el plazo en torno al momento en el que se detectan las constantes vitales del feto, equivale pr¨¢cticamente a una prohibici¨®n total: la mayor parte de los expertos coincide en que muchas mujeres no pueden saber que est¨¢n embarazadas a esas alturas. Se trata de la ¨²ltima consecuencia de la sentencia con la que el Tribunal Supremo estadounidense tumb¨® en junio de 2022 el precedente de Roe contra Wade (1973), y con ella, la protecci¨®n federal del derecho al aborto. Aquel fallo dej¨® tras de s¨ª un mutante y ca¨®tico mapa al trasladar a los Estados la potestad para regular sobre el tema.

La nueva ley ¨Dpromovida y firmada por el gobernador republicano Ron DeSantis, ya de vuelta a sus labores tras su aventura fallida como candidato a la designaci¨®n republicana para la Casa Blanca¨D tendr¨¢ efectos que trascienden las fronteras de Florida, que se hab¨ªa convertido en receptor de pacientes de otras partes del Sur del pa¨ªs. Desde este mi¨¦rcoles, queda sellado un gigantesco desierto para la libertad sexual y reproductiva de las mujeres, que incluye los Estados de Texas, Luisiana, Misisip¨ª, Oklahoma, Alabama, Arkansas, Tennessee, Kentucky, Misuri, Indiana y Virginia Occidental, donde el derecho est¨¢ completamente prohibido salvo en muy contados casos, as¨ª como Georgia y Carolina del Sur, lugares en los que no est¨¢ permitido a partir de la sexta semana.

De modo que ahora una paciente de, pongamos, Cayo Hueso, en el extremo meridional de Florida, tendr¨¢ que conducir durante 14 horas (y casi 1.500 kil¨®metros) para llegar a una cl¨ªnica de Charlotte, en la frontera de Carolina del Sur con la del Norte, Estado en el que la interrupci¨®n del embarazo est¨¢ permitida hasta la decimosegunda semana, aunque con una gravosa condici¨®n: la ley obliga a las pacientes a que pasen de 72 horas entre la primera y la segunda consultas, una espera que se encuentra entre las m¨¢s amplias del pa¨ªs y que persigue, seg¨²n sus defensores, que estas tengan tiempo para reflexionar, pese a que el 92%, seg¨²n un estudio del Instituto Guttmacher, no cambia de idea.

¡°Esa obligaci¨®n complica mucho las opciones para las mujeres de Florida, sobre todo, las que se encuentran en una situaci¨®n m¨¢s desfavorable, y especialmente, para la poblaci¨®n latina¡±, explic¨® este martes en una conversaci¨®n telef¨®nica Michelle Quesada, vicepresidenta de comunicaciones de Planned Parenthood del Sur, Este y Norte de Florida, con ocho cl¨ªnicas en esa parte del Estado (el tercero m¨¢s poblado de la Uni¨®n, un territorio en el que Planned Parenthood es el mayor proveedor de abortos). ¡°No solo les obliga a viajar a un lugar muy lejano, sino que tambi¨¦n les exige un gran desembolso: tienen que pasar fuera al menos cinco d¨ªas fuera de casa, con sus noches de hotel y dietas correspondientes, y pedir permiso en el trabajo¡±, recuerda Quesada. ¡°Hay que tener en cuenta que muchas de las mujeres que abortan ya tienen hijos, y buscar con qui¨¦n dejarlos es un problema a?adido¡±.

Esos obst¨¢culos, confirma Quesada, que explica que el ¨²ltimo mes sus m¨¦dicos han estado trabajando a pleno rendimiento para dar servicio a las pacientes antes de la llegada de este mi¨¦rcoles, las empuja a otra opci¨®n a¨²n un poco m¨¢s al norte: Virginia, Estado en el que un triunfo dem¨®crata en las elecciones del pasado mes de noviembre alej¨® la aspiraci¨®n del Partido Republicano de cambiar la regulaci¨®n sobre el aborto y bajar de las 15 semanas actuales a seis.

Votaci¨®n en noviembre

La entrada en vigor de la Ley del Latido supone un triunfo tanto para el gobernador DeSantis como para las organizaciones antiabortistas de un Estado que se ha convertido en s¨®lidamente republicano en los ¨²ltimos a?os. Aunque esa victoria podr¨ªa tener los meses contados. El mismo d¨ªa en el que el Supremo estatal dio luz verde a la entrada en vigor de la norma, sus magistrados aprobaron el texto que se someter¨¢ a votaci¨®n en el pr¨®ximo mes de noviembre, cuando adem¨¢s de elegir al inquilino a la Casa Blanca, los habitantes de Florida decidir¨¢n si incorporan una enmienda a su Constituci¨®n estatal que blinde el derecho al aborto.

El texto, resumido, dice as¨ª: ¡°Ninguna ley prohibir¨¢, penalizar¨¢, retrasar¨¢ o restringir¨¢ el aborto antes de la viabilidad o cuando sea necesario para proteger la salud de la paciente, seg¨²n lo determine el m¨¦dico de esta. Esta enmienda no cambia la autoridad constitucional del Legislativo para exigir la notificaci¨®n a un padre o tutor antes de que una menor se someta a un aborto¡±.

Las organizaciones antiabortistas consideran que el texto es enga?oso y que abre la puerta a que se puedan interrumpir embarazos hasta poco antes del nacimiento. ¡°Es sumamente radical¡±, opina la radi¨®loga Grazie Christie, que habla en nombre de la fundaci¨®n Susan B. Anthony, una de las m¨¢s activas de Estados Unidos en contra del aborto. ¡°El concepto de la viabilidad es muy inconcreto. Lo hacen a prop¨®sito¡±, considera, antes de admitir en una entrevista telef¨®nica celebrada esta semana que hay consenso m¨¦dico en que se puede fijar a la altura de las semanas 21 o 22, plazo que rigi¨® en Florida hasta 2022. ¡°La enmienda dice que hasta la viabilidad se puede hacer por cualquier motivo, y a partir de entonces, por razones de salud, pero ah¨ª entra, lo hemos visto en otros Estados, la salud psicol¨®gica: es decir, ¡®tengo mucha ansiedad, no puedo dormir, me muero de la preocupaci¨®n¡¯. Es un crimen¡±.

Lo cierto es que la gran mayor¨ªa de los abortos se practica en las primeras 15 semanas. Seg¨²n Planned Parenthood y otras organizaciones, las interrupciones del ¨²ltimo trimestre obedecen en la mayor parte de los casos a motivos de salud f¨ªsica.

A Christie tambi¨¦n le preocupa que una enmienda constitucional ¡°queda en cemento¡±, ¡°porque no es f¨¢cil de cambiar¡±. ¡°Si no les gusta la Ley del Latido, basta conque ganen la mayor¨ªa en el Congreso de Tallahassee y aprueben una nueva norma. Si tocamos la Constituci¨®n, es una cosa muy distinta¡±, argumenta. Para forzar la votaci¨®n de noviembre, las asociaciones que promueven el refer¨¦ndum, entre las que se encuentra Planned Parenthood, tuvieron que reunir 222,898 firmas. Para que salga adelante, la iniciativa debe recibir un apoyo de m¨¢s del 60% del electorado. A estas alturas, las encuestas les son favorables. En noviembre, tambi¨¦n se preguntar¨¢ a los votantes sobre el tema en Nueva York y Maryland. Otros 12 Estados se encuentran en el proceso de reunir firmas para que la decisi¨®n se incluya en la papeleta.

El recurso a los argumentos de los abortos tard¨ªos y a los peligros para los menores, compartidos por DeSantis, recuerda a la estrategia seguida por otras campa?as para evitar que saliera adelante una enmienda como la que se votar¨¢ en Florida. Sucedi¨® en M¨ªchigan en 2022, o en Ohio, el a?o pasado. En ambos Estados, y en los otros cinco en los que se ha permitido a los votantes decidir sobre la libertad reproductiva de las mujeres, la cosa no funcion¨®, y el resultado siempre fue el mismo: el blindaje de la protecci¨®n del aborto. El tema que promete ser uno de los m¨¢s candentes de la campa?a electoral que enfrentar¨¢, si nada se tuerce, a Donald Trump contra Joe Biden.

En la candidatura dem¨®crata, el tema, en el que conf¨ªan para movilizar a sus bases y a los indecisos, ha reca¨ªdo en manos de la vicepresidenta, Kamala Harris, que este mi¨¦rcoles viajar¨¢ a Jacksonville para un evento que ¡°se enfocar¨¢ en la influencia de la libertad reproductiva en las elecciones¡±. Adem¨¢s de los derechos de esas mujeres, hay 30 votos electorales en juego. Un (improbable) triunfo dem¨®crata en Florida ayudar¨ªa enormemente a las aspiraciones de Biden de continuar en la Casa Blanca.