La lucha clave entre Harris y Trump por el voto puertorrique?o en la di¨¢spora: de Anuel AA a?Miguel?Cardona
Ambos candidatos han redoblado recientemente sus esfuerzos para apelar al creciente electorado boricua, especialmente en el Estado clave de Pensilvania, donde el 80% del voto latino es puertorrique?o
Camille Rivera recuerda que su abuela muri¨® anhelando regresar a su patria, a su casa y su terreno en Puerto Rico. Su familia hab¨ªa decidido trasladarla a Nueva York despu¨¦s de que fuera diagnosticada con Alzh¨¦imer para que recibiera un tratamiento mejor que el que pod¨ªa obtener en la isla, que atraviesa una intensa crisis sanitaria. ¡°Hasta que se acost¨® y tom¨® su ¨²ltimo aliento, siempre dijo, ¡®tengo tierra y tengo un hogar, y quiero volver¡¯¡±, cuenta Rivera. Como su abuela, muchos de los seis millones de puertorrique?os en la di¨¢spora en Estados Unidos sue?an con volver a pisar su pa¨ªs, pero la realidad en la isla les disuade: una red el¨¦ctrica en pedazos, escuelas clausuradas, barrios gentrificados, fondos p¨²blicos mal gestionados¡
Es por ello que Rivera decidi¨® fundar el pasado junio La Brega y Fuerza, una iniciativa que busca movilizar a la di¨¢spora boricua a lo largo de Estados Unidos para que ejerza su derecho a votar en las elecciones presidenciales del pr¨®ximo 5 de noviembre, un privilegio del que se priva a los que residen en el territorio estadounidense. De esa manera, el electorado puertorrique?o en Estados como Florida, donde residen 1,2 millones de boricuas, Nueva York (con casi un mill¨®n) o Pensilvania (500.000), puede servir de portavoz para sus compatriotas en la isla y trasladar sus preocupaciones.
¡°Queremos construir un canal de poder que conecte a la gente de la isla con la di¨¢spora de una manera m¨¢s profunda¡±, sintetiza Rivera. Esa di¨¢spora ha ido creciendo exponencialmente desde 2017, a?o que el hurac¨¢n Mar¨ªa devast¨® a la isla y forz¨® un ¨¦xodo masivo hacia el territorio continental de Estados Unidos. La llegada de miles de puertorrique?os desde entonces a Estados como Pensilvania, Florida, Carolina del Norte, Georgia y Nueva York les ha dado una influencia pol¨ªtica significativa, especialmente dentro del cotizado voto latino, ya que, por ser ciudadanos estadounidenses, tan pronto se asientan en el pa¨ªs son elegibles para votar, a diferencia de otros inmigrantes latinoamericanos.
Esta realidad no se le ha escapado a Kamala Harris ni a Donald Trump. Ambos candidatos han redoblado recientemente sus esfuerzos para apelar al electorado boricua, en especial en el Estado clave de Pensilvania, donde el 80% del voto latino es puertorrique?o. Con solo una semana de diferencia, las campa?as del republicano y la dem¨®crata celebraron mitines en el Estado en los que intentaron de manera expl¨ªcita atraer a los votantes puertorrique?os.
En el caso de Trump, el expresidente invit¨® a su rally en Johnstown (Pensilvania) el pasado 30 de agosto a dos personajes ins¨®litos: los reguetoneros puertorrique?os Anuel AA y Justin Quiles. ¡°Caballeros, s¨²banse aqu¨ª r¨¢pido porque no s¨¦ si esta gente sabe qui¨¦nes diablos son, pero es bueno para el voto puertorrique?o. Todos los puertorrique?os van a votar por Trump ahora¡±, dijo el candidato republicano al presentar a los cantantes. Ambos lucieron gorras con la frase insignia del candidato republicano, Make America Great Again, y dejaron claro por qu¨¦ hab¨ªan acudido a ese mitin. ¡°El mundo sabe que el mejor presidente que ha visto este pa¨ªs se llama Donald Trump¡±, asegur¨® Anuel. ¡°Muchos latinos nos mantenemos firmes junto a Trump¡±, a?adi¨® Quiles. Desde entonces, Nicky Jam, otro reguetonero boricua, tambi¨¦n mostr¨® su apoyo por la candidatura del republicano en un mitin en el que Trump lo confundi¨® por una mujer.
Una semana despu¨¦s, a unas 200 millas de distancia, le toc¨® a los dem¨®cratas. El pasado 7 de septiembre, en Allentown, una de las ciudades de mayor proporci¨®n de votantes latinos en Pensilvania, el ¡°segundo caballero¡± y esposo de Kamala Harris, Douglas Emhoff, fue recibido en el primer mitin de la campa?a dem¨®crata dedicado a la comunidad latina con pancartas que rezaban ¡°Boricuas con Harris-Walz¡±. Lo acompa?aba Miguel Cardona, Secretario de Educaci¨®n y el ¨²nico puertorrique?o en el gabinete del presidente Joe Biden. Cardona resalt¨® su origen boricua, identific¨¢ndose como un orgulloso nieto de campesinos puertorrique?os que, seg¨²n cont¨®, le dijeron que para tener una buena cosecha, hay que saber sembrar semillas. ¡°Plantar semillas para la generaci¨®n futura es de lo que se trata la candidatura Harris-Walz¡±, asegur¨®.
Para los expertos y organizadores comunitarios, ya era hora de que ambos partidos reconocieran la importancia de este electorado, especialmente en Pensilvania, donde hay 500.000 latinos registrados para votar y 400.000 de ellos son boricuas. Nilda Ruiz, presidenta de la entidad National Puerto Rican Agenda y de la Asociaci¨®n Puertorrique?os en Marcha, con sede en Filadelfia, explica que la clave est¨¢ en las cifras. ¡°Considerando esos 400.000 votantes y viendo el margen tan peque?o por el que gan¨® Biden en 2020 (81.660 votos) y por el que perdi¨® Hillary Clinton en 2016 (44.292), si podemos activar el voto puertorrique?o, podemos cambiar las elecciones a favor de lo que nosotros queremos¡±, se?ala.
¡°Con 400.000 votantes y el margen por el que gan¨® Biden en 2020 (81.660 votos) y perdi¨® Hillary Clinton en 2016 (44.292), si podemos activar el voto puertorrique?o, podemos cambiar las elecciones¡±Nilda Ruiz
¡°Muchos dicen que los puertorrique?os no votamos en grandes cantidades, pero es porque no ha habido incentivos¡±, a?ade Ruiz, en referencia a anteriores elecciones en las que la participaci¨®n boricua ha sido baja, seg¨²n varios estudios y encuestas a pie de urna. ¡°Si podemos educar a las personas sobre las pol¨ªticas que afectan a los puertorrique?os en Puerto Rico y aqu¨ª, se motivan m¨¢s para votar¡±, asegura.
Jimmy Torres V¨¦lez, vicepresidente de National Puerto Rican Agenda, concuerda. ¡°Si salimos a votar tenemos la capacidad de virar la balanza¡±, apunta el tambi¨¦n l¨ªder del Llamado Boricua, una nueva iniciativa dirigida a educar e incentivar el voto de los boricuas en Florida. ¡°De los casi 1.2 millones de puertorrique?os que hay en Florida, debe haber 900.000 que tienen edad para votar y que cumplen con todos los requisitos¡±, se?ala Torres V¨¦lez. En 2020 Trump se llev¨® este Estado por 371.686 votos y en 2016 por solo 112.911. Por tanto, a pesar de que muchos dan por sentado el hecho de que Florida se ha vuelto territorio republicano, el sindicalista resalta que el voto puertorrique?o sigue siendo clave y se merece m¨¢s atenci¨®n.
Sobre este ¨²ltimo punto, Torres V¨¦lez hace hincapi¨¦. Mientras ambas campa?as luchan por Pensilvania, los organizadores comunitarios en Florida sienten que el Partido Dem¨®crata se ha olvidado de ellos. Aunque es cierto que este Estado, hist¨®ricamente considerado un territorio de enorme importancia para cualquier aspirante a la Casa Blanca, ha ido inclin¨¢ndose m¨¢s hacia la derecha en los ¨²ltimos a?os, Torres V¨¦lez insiste en que los dem¨®cratas no pueden simplemente ¡°tirar las manos al aire¡±.
Aunque los puertorrique?os tienden a votar azul, en Estados como Florida cada vez m¨¢s votan rojo. ¡±Muchos puertorrique?os que conozco son republicanos porque cuando se mudaron a Florida no hab¨ªa m¨¢s nada¡±, se?ala Torres V¨¦lez. Para ¨¦l, el problema est¨¢ en que los dem¨®cratas no quieren invertir en el Estado porque no ven factible ganar en ¨¦l. ¡°Es una mentalidad de: ¡®Invierto si gano, pero como no gano, no invierto¡±, explica. ¡°Pero t¨² no puedes abandonar Florida aunque cojas una pela. Tenemos que romper con ese c¨ªrculo vicioso¡±, resalta.
¡°Los dem¨®cratas se parecen naturalmente m¨¢s a nosotros porque sus pol¨ªticas van dirigidas m¨¢s a la ayuda de nuestra gente. El otro lado, con sus acciones, lo que hacen es el rid¨ªculo y faltarnos el respecto constantemente. Buscan un trapero, lo sacan en una tarima y dicen ¡®no s¨¦ qui¨¦n es este, pero nos va a dar el voto puertorrique?o¡¯. Esa no es la conversaci¨®n que queremos tener ni necesitamos¡±, opina el l¨ªder del Llamado Boricua.
Trabajo de hormiga en las comunidades boricuas
Tanto o m¨¢s importante que conseguir que ambos partidos presten atenci¨®n al electorado puertorrique?o es educar a los votantes sobre el sistema electoral de Estados Unidos e inscribirlos para que participen. ¡°Lo m¨¢s importante es saber c¨®mo acercarse a los votantes¡±, se?ala Natascha Otero-Santiago, fundadora de la campa?a Boricuas con Kamala y quien lleva organizando el voto boricua a favor de los dem¨®cratas desde la candidatura de Barack Obama.
Otero-Santiago explica que ¡°hay diferentes di¨¢sporas puertorrique?as¡± que se caracterizan por ¡°la cantidad de tiempo que han pasado en Estados Unidos¡±. Por ejemplo, la mayor¨ªa de los puertorrique?os en Florida llegaron al Estado en los ¨²ltimos cinco a 10 a?os, mientras que a Nueva York los boricuas llevan arribando desde la segunda mitad del siglo pasado. Por tanto, esos nuevos votantes en Florida saben menos acerca de c¨®mo funcionan las elecciones en el pa¨ªs, ya que en la isla los procedimientos son distintos, y necesitan m¨¢s educaci¨®n al respecto. ¡°Es importante prestar atenci¨®n a esos matices¡±, explica Otero-Santiago.
Organizaciones como La Brega y Fuerza se han lanzado a esta tarea en comunidades en Nueva York, Pensilvania y Carolina del Norte. ¡°Hemos creado varios programas en zonas donde hay una gran densidad o una gran poblaci¨®n de votantes puertorrique?os para ayudarles a registrarse y persuadirles para que hagan o¨ªr su voz¡±, cuenta Rivera. Adem¨¢s, el grupo est¨¢ preparando una serie de recursos para difundir en los que explicar¨¢n las pol¨ªticas de cada candidato sobre cuestiones que afectan a la comunidad boricua dentro y fuera de la isla.
Otra entidad laborando por movilizar a estas comunidades es Boricua Vota, dirigida por Torres V¨¦lez desde Florida. El activista, que lleva 40 a?os abogando por Puerto Rico y sus di¨¢sporas, explica que la meta es elevar a la conversaci¨®n nacional: ¡°Lo que nos conviene a nosotros como Puerto Ricans y a nosotros como puertorrique?os, porque hay una diferencia. Cuando vivimos ac¨¢ tenemos unos intereses particulares importantes ¡ªacceso a la educaci¨®n, vivienda asequible, entre otros¡ª pero tambi¨¦n tenemos un compromiso porque dormimos aqu¨ª pero so?amos con Puerto Rico¡±, asegura. ¡°Nuestro coraz¨®n est¨¢ en Puerto Rico, as¨ª que tenemos que asegurarnos de que las pol¨ªticas del Gobierno federal sean beneficiosos para la isla¡±.
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