Selva Almada: ¡°Creo que muchos varones se reconocen con espanto en mis personajes¡±

Es la primera vez que Selva Almada (Argentina, 51 a?os) visita Nueva York. Resulta interesante ver c¨®mo le est¨¢ impactando estar en una de las mayores metr¨®polis del mundo a una persona como ella, que se ha descrito en alguna ocasi¨®n como una mujer de provincias y que lleva en su nombre, Selva, una conexi¨®n innata con la naturaleza. De momento dice que la ciudad le gusta y el ritmo de la urbe no parece haber contaminado su car¨¢cter. Camina tranquila, habla despacio. Quiz¨¢ su rasgo f¨ªsico m¨¢s distintivo sea su pelo largo canoso. Hay una elegancia natural y relajada en su manera de moverse y de vestir, lleva una chaqueta de cuadros en tonalidades marrones que combina con unos pantalones vaqueros.

Almada ha venido con motivo de la sexta edici¨®n de la Feria Internacional del Libro de Nueva York donde participa en varios paneles y seguir¨¢ su rumbo a Washington DC, donde participar¨¢ en el Festival de Literatura Iberoamericana. Su agenda se ha intensificado desde que hace unos meses la traducci¨®n de su tercera novela, No es un r¨ªo, con la que culmina la trilog¨ªa de los hombres, quedara entre los seis libros finalistas del prestigioso Premio Internacional Booker. Una novela por la que tambi¨¦n fue finalista del Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa y con la que gan¨® el Premio IILA-Literatura

Pregunta. ?C¨®mo celebr¨® ser finalista?

Respuesta. Me reun¨ª a comer y beber con mis editores y un grupo de amigos cuando la novela pas¨® a la lista larga de finalistas. Y despu¨¦s volvimos a juntarnos los mismos, por eso de la k¨¢bala, a celebrar que hab¨ªa quedado en la lista corta. Fue inesperado y me hizo muy feliz, especialmente por el trabajo de la traductora Annie McDermott y de la editorial independiente Charco Press, que est¨¢ traduciendo a muchas escritoras latinoamericanas y creando un cat¨¢logo hermoso.

P. Las escritoras latinoamericanas est¨¢n en ebullici¨®n.

R. S¨ª, y me llena de orgullo ser parte de una generaci¨®n tan potente de escritoras latinoamericanas. Creo que hemos existido siempre, pero se nos daba muy poca visibilidad, nuestros libros apenas circulaban y creo que quiz¨¢ hab¨ªa ciertos lectores masculinos que no se atrev¨ªan a leernos por prejuicios que les hac¨ªan pensar que solo escrib¨ªamos literatura para mujeres. Parte de nuestra fuerza es que somos muy diversas y cada una hacemos un trabajo propio con el lenguaje, lo que hace que nuestros libros sean interesantes.

P. Sus tres novelas conforman una trilog¨ªa sobre el universo masculino, ?ha tenido feedback de alg¨²n lector hombre?

R. En ferias y eventos de firmas de libros los varones se suelen acercar a conversar conmigo sobre los libros. Creo que muchos se reconocen, con espanto, en los personajes y eso los ayuda a reevaluar sus conductas.

P. Para conocer sus inicios. ?Qu¨¦ fue lo que la inspir¨® a escribir?

R. La revelaci¨®n para m¨ª fue leer dos obras de Juan Carlos Onetti, El astillero y Juntacad¨¢veres, que ten¨ªan en com¨²n al mismo personaje. Me impactaron tanto la trama como los personajes y la pluma, que me parec¨ªa deslumbrante. Ten¨ªa veinte a?os y me dije que quer¨ªa hacer ese tipo de escritura.

P. ?Y qu¨¦ fue lo que le hizo dedicarse completamente a la escritura?

R. Hab¨ªan pasado 15 a?os desde que comenc¨¦ a escribir, tuve un maestro durante mucho tiempo. Publiqu¨¦ algunas cosas en editoriales muy peque?as. Y de pronto, en torno a los 35 a?os decid¨ª que era hora de trabajar solo en trabajos relacionados con la literatura, as¨ª que dej¨¦ mi trabajo en la farmacia de un hospital donde llevaba seis a?os. Muy poco despu¨¦s publiqu¨¦ mi primera novela, El viento que arrasa (Mardulce, 2012) que tuvo mucha repercusi¨®n en Argentina.

P. Una novela que la directora Paula Hern¨¢ndez ha adaptado al cine en una pel¨ªcula con el mismo nombre.

R. S¨ª. Yo no particip¨¦ en el proceso de adaptaci¨®n y solo vi la pel¨ªcula cuando ya estaba hecha, pero me gust¨® mucho. La mirada de Paula Hern¨¢ndez est¨¢ muy presente a la vez que se mantiene el esp¨ªritu del libro.

P. ?Qu¨¦ est¨¢ escribiendo ahora?

R. He empezado a escribir una novela que todav¨ªa no s¨¦ hacia d¨®nde va. El personaje es una casa que lleva diez a?os vac¨ªa porque sus due?os han desaparecido.

P. ?Y cu¨¢l es su proceso de escritura?

R. Ahora estoy en modo b¨²squeda pero cuando ya vislumbro la novela escribo todos los d¨ªas, normalmente unas cuatro horas desde el mediod¨ªa hasta la tarde y me suelo poner objetivos. Luego tengo que parar y hacer otra cosa. Paso tiempo en mi librer¨ªa, Salvaje federal, que empez¨® a funcionar en el 2020 y desde la que organizamos eventos y un festival literario itinerante que se llama Salvaje. La librer¨ªa quiere contribuir a la circulaci¨®n de literatura escrita y editada en las provincias y acercarla a lectores de toda Argentina. Por eso leo principalmente a autores argentinos.

P. ?C¨®mo fue relaci¨®n con el su pueblo, Villa Elisa, una localidad que ten¨ªa por entonces en torno a 5.000 habitantes?

R. No tengo una mirada rom¨¢ntica hacia los pueblos. Para m¨ª son lugares opresivos, que suelen ser muy conversadores, la mirada est¨¢ puesta en uno todo el tiempo y resulta dif¨ªcil vivir y sobre todo ser mujer. Desde los nueve a?os mi sue?o era escaparme. Pero como universo narrativo los pueblos son maravillosos y me gusta incluir el lenguaje de los lugares peque?os, los dichos populares. En mis libros utilizo un lenguaje popular de clase baja, juego con toda la materia de la oralidad en la funci¨®n m¨¢s po¨¦tica que pueda (no me interesa la funci¨®n documental). Exprimo el coraz¨®n po¨¦tico de lo popular para llevar la lengua de lo popular a la belleza.

P. Lleva 24 a?os viviendo en Buenos Aires, ?c¨®mo vive la llegada de Milei?

R. Es horrible.

P. ?Se plantea irse?

R. Cuando las cosas est¨¢n mal en mi pa¨ªs me sucede que me dan ganas de quedarme y presentar resistencia. Y aprovechar las ocasiones que se me presentan para manifestar p¨²blicamente que la pobreza se ha agudizado much¨ªsimo desde que lleg¨® al poder y que se dan situaciones de verg¨¹enza, como que la polic¨ªa reprime a ancianos de 70 y 80 a?os que se manifiestan. Pero para m¨ª no es una opci¨®n irme. Se trata de un fen¨®meno mundial esta tendencia a que gobierne una derecha sin cultura ni educaci¨®n.