La riqueza de los hispanos avanza pero la brecha de la desigualdad persiste

Hace 10 a?os, cuando a¨²n era notable el efecto de la Gran Recesi¨®n en los hogares de Estados Unidos, la Asociaci¨®n Nacional de Profesionales de Bienes Ra¨ªces Hispanos (NAHREP) cre¨® el Proyecto de Riqueza Hispana (HWP, por sus siglas en ingl¨¦s) para dar un empuje al patrimonio de las familias de esta comunidad. La crisis de la vivienda, la de los mercados y el retroceso econ¨®mico hizo que los latinos perdieran hasta dos tercios de su riqueza mediana. El objetivo propuesto entonces fue ambicioso: que se triplicara la riqueza o patrimonio de los hogares en 2024. La meta se ha alcanzado antes del plazo: la riqueza mediana de los hogares hispanos (la que queda en el punto medio de los que m¨¢s tienen y los que menos) lleg¨® a 63.4000 d¨®lares en 2022, 3,17 veces por encima de la de 2013 una vez que se ajusta a la inflaci¨®n, seg¨²n cifras de NAHREP. Aun as¨ª, queda mucho por hacer para rebajar en una medida significativa la fuerte desigualdad que existe con la generalidad de la poblaci¨®n.

¡°No solo se ha triplicado, sino que adem¨¢s el ritmo de crecimiento ha sido el mayor entre otros grupos ¨¦tnicos y raciales, ya que el patrimonio de los otros creci¨® 1.9 veces en ese periodo¡±, se explica en el informe de NAHREP, hecho p¨²blico durante la celebraci¨®n del Mes de la Herencia Hispana. Ese progreso, se explica desde esta organizaci¨®n, es notable porque llega tras la pandemia, una crisis que afect¨® desproporcionadamente a la comunidad latina. ¡°A pesar de ello la riqueza de los hogares ha florecido gracias a un aumento de las tasas de propiedad de vivienda, el aumento de los precios de los bienes ra¨ªces, el crecimiento de los negocios en manos de hispanos y un progresivo crecimiento de la participaci¨®n en activos financieros no l¨ªquidos ¡ª inversiones¡ª¡±, se detalla.

Esta mejora, sin embargo, no oculta la brecha significativa que hay entre estos hogares y los blancos no latinos. Para estos la riqueza media es de 283.300 d¨®lares y para la poblaci¨®n general es de 192.160 d¨®lares. ¡°La diferencia en t¨¦rminos de riqueza entre los hogares hispanos y los hogares blancos no hispanos es significativa en cuanto a montos en d¨®lares, y es mayor hoy en d¨ªa que hace dos d¨¦cadas¡±, se admite desde este proyecto.

Diferencias profundas

Los responsables de HWP admiten que queda mucho para hacer para rebajar esa brecha y no se ha llegado al potencial de propiedad de viviendas, de negocios y ahorros e inversi¨®n. Pero en un pa¨ªs en el que mucha riqueza y oportunidad son heredadas, esto no es tarea f¨¢cil. En el informe se hace ¨¦nfasis en una situaci¨®n que de partida afecta a esta desigualdad patrimonial: se necesita tiempo para aumentar su patrimonio y la comunidad latina es muy joven. No ha tenido ese tiempo.

Los hispanos son significativamente m¨¢s j¨®venes que la poblaci¨®n general. La edad mediana es 30 a?os, ocho a?os menos que la poblaci¨®n general. Tambi¨¦n son 14 a?os m¨¢s j¨®venes que los blancos no hispanos. ¡°Esta juventud relativa significa que los hogares han tenido mucho menos tiempo para construir o hacer crecer su patrimonio. Tienen menos a?os en el mercado laboral, por lo que ganan menos y menos tiempo para que sus activos se aprecien¡±, apuntan desde NAHREP. Hay una proporci¨®n de la brecha que se atribuye a la edad y cuando esta se considera las diferencias se reducen un 20%.

En el Proyecto de Riqueza Hispana se celebra, no obstante, el avance de la tasa de propiedad de esta comunidad. El objetivo era llegar al 50% o m¨¢s en 2024 y el a?o pasado ya se ha llegado al 49.5%. El avance se considera ¡°notable¡± y es importante porque un tercio del actual patrimonio de estas familias est¨¢ ligada al valor de la residencia principal, algo que se ha beneficiado de los altos precios de los bienes ra¨ªces de los ¨²ltimos a?os.

Desde NAHREP se detalla adem¨¢s que la mayor¨ªa de las compras de viviendas financiadas por esta comunidad, hasta el 71%, es en tareas que se consideran, seg¨²n el Censo, de clase media y alta. Solo el 4% de las compras se hicieron en vecindarios en los que predominan los hogares de bajos ingresos.