¡°Me da mucha pena que haya gente en mi pa¨ªs que muestra su odio contra mi familia¡±
Las familias que ya presentaron la solicitud para que el c¨®nyuge obtenga el estatus legal de residentes ve c¨®mo su esperanza se convierte en decepci¨®n con la paralizaci¨®n del programa
Mexicana de nacimiento y residente en Estados Unidos desde los tres a?os, Guadalupe Guti¨¦rrez, de 21 a?os, se cas¨® el pasado mes de junio en California, despu¨¦s de dos a?os de noviazgo. A la emoci¨®n inherente de reci¨¦n casada se sum¨® a los dos d¨ªas una grata e inesperada sorpresa. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciaba la regularizaci¨®n de medio mill¨®n de migrantes indocumentados casados con ciudadanos americanos. Su marido es de California, y ella, sin estatus legal de residente, reun¨ªa todas las condiciones necesarias para beneficiarse del programa. Con la licencia matrimonial le hab¨ªa llegado un preciado regalo: los tan deseados papeles que, despu¨¦s de 18 a?os, le permitir¨ªan residir de forma legal en el que ha sido casi toda su vida su pa¨ªs. ¡°Est¨¢bamos muy emocionados porque sin saberlo entramos en el l¨ªmite de quienes pod¨ªan solicitarlo¡±, afirma Guti¨¦rrez.
Sin saberlo, hab¨ªan acertado con la fecha de su boda. Para entrar en el programa Manteniendo familias juntas, los beneficiados deb¨ªan haber contra¨ªdo matrimonio antes del d¨ªa que Biden lo present¨®, el 18 de junio. Por ¨¦l se conceder¨ªa estatus legal a los migrantes que, habiendo entrado de forma ilegal en el pa¨ªs, estuvieran casados con ciudadanos estadounidenses y llevaran al menos 10 a?os viviendo en Estados Unidos. Esta vez tuvo m¨¢s suerte que su anterior intento para regularizarse. El programa DACA, que conced¨ªa la residencia a los migrantes que llegaron de ni?os de forma ilegal, se acab¨® cuando su proceso estaba en marcha.
No perdi¨® el tiempo y el 19 de junio, el primer d¨ªa que se abri¨® el plazo para recibir solicitudes, present¨® la suya. Esta vez, la orden de suspensi¨®n de un juez trunc¨® su suerte. ¡°Ahora estoy en la misma situaci¨®n. Apliqu¨¦ y otra vez est¨¢ en pausa¡±, se lamenta.
Se refiere a la decisi¨®n de un juez federal de Texas, que el lunes por la noche, una semana despu¨¦s de que Guadalupe Guti¨¦rrez hubiera presentado su solicitud, paraliz¨® temporalmente el programa que le dar¨ªa el estatus legal que tanto anhela. Detr¨¢s de la orden judicial est¨¢ la demanda interpuesta por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, que junto a los fiscales de otros 15 Estados gobernados por republicanos, pidi¨® bloquear el programa por considerarlo anticonstitucional al no haber contado con la autorizaci¨®n del Congreso.
Guti¨¦rrez lleva 18 a?os sufriendo las consecuencias de haber cruzado la frontera de forma ilegal cuando la sacaron de su M¨¦xico natal con tres a?os. Estudia negocios y cosmetolog¨ªa, pero su estatus de residente ilegal impide que acceda a ayudas para su educaci¨®n. ¡°No tengo las mismas oportunidades que otras personas que nacieron aqu¨ª porque no puedo optar a la financiaci¨®n para mis estudios¡±, explica. ¡°Con los papeles en regla, adem¨¢s, tendr¨ªa oportunidades de encontrar trabajo y ayudar a mi familia¡±, a?ade.
¡°Me sent¨ª triste. Es la misma situaci¨®n por la que ya pas¨¦. Es muy injusto porque las personas que viven aqu¨ª indocumentadas ayudan econ¨®micamente al pa¨ªs. Trabajan, pagan impuestos, llevan una vida tranquila y ellos piensan que venimos aqu¨ª a causar problemas¡±, se queja.
Los que se oponen a la reforma migratoria piensan de otra manera. El fiscal Paxton justific¨® en la demanda causante de la suspensi¨®n, que el programa tiene un ¡°evidente inter¨¦s pol¨ªtico¡± y que la regularizaci¨®n de los indocumentados ¡°incentivar¨¢ la inmigraci¨®n ilegal y da?ar¨¢ irremediablemente los Estados demandantes¡±.
El presidente Biden critic¨® la orden del juez y advirti¨® que su Administraci¨®n continuar¨¢ la lucha para que se revierta. ¡°Nada de lo que hice cambi¨® los requisitos que las personas deben cumplir para ajustar su estatus seg¨²n la ley de inmigraci¨®n. Todo lo que hice fue hacer posible que estos residentes de larga duraci¨®n presentaran la documentaci¨®n aqu¨ª, junto con sus familias¡±.
Antes de la reforma, si Guti¨¦rrez quer¨ªa obtener el permiso de residencia que le corresponde por haberse casado con un ciudadano estadounidense, ten¨ªa que abandonar el pa¨ªs, esperar 10 a?os y solicitarlo desde un consulado. Una perspectiva poco atractiva para alguien que se acaba de casar y cuyo hogar ha estado siempre en Estados Unidos.
El mismo d¨ªa que el juez dict¨® su orden, Guti¨¦rrez hab¨ªa recibido la notificaci¨®n para el siguiente paso en el proceso, la toma de huellas digitales. Ahora tiene dudas. No sabe si acudir o no, pero su abogado de Chirla, (Coalici¨®n por los Derechos Humanos de los Inmigrantes, por sus siglas en ingl¨¦s) le aconseja que vaya porque ¡±si se reactiva el proceso ya tendr¨ªan mis datos¡±, dice.
Chirla se ha unido a otras organizaciones que defienden a los migrantes para pedir que se escuche la voz de los afectados en el juicio. ¡°No entendemos por qu¨¦ una familia unida se convierte en una amenaza para Texas y otros Estados. Es importante que la comunidad sepa que la pausa en otorgar estos permisos no detiene el proceso y todav¨ªa se pueden someter solicitudes. Se urge a la comunidad a que busque asistencia con organizaciones de confianza y expertos en el tema,¡± aconseja Angelica Salas, directora ejecutiva de Chirla.
¡°Todo est¨¢ confuso y complicado¡±, reconoce Kali Pliego. Natural de Minnesota, de 43 a?os, Pliego est¨¢ casada con un mexicano desde hace 17 a?os y, al igual que Guadalupe Guti¨¦rrez, present¨® la semana pasada con su esposo la solicitud para regularizar el estatus de ¨¦l. Tambi¨¦n ha recibido el aviso para que le tomen las huellas digitales y no sabe qu¨¦ esperar. D¨ªas despu¨¦s de la presentaci¨®n del parole in place, Pliego concedi¨® una entrevista a EL PA?S en la que se mostraba esperanzada con la iniciativa.
Ahora, dos meses y medio despu¨¦s, entiende que su esposo se mostrara desconfiado. ¡°El sabe que hay un sentimiento antiinmigrante en una parte de la sociedad de este pa¨ªs. Tiene que medir sus esperanzas calculando que hay gente que est¨¢ en contra de ¨¦l¡±, afirma.
Regularizar el estatus de su marido significar¨ªa, entre otras muchas ventajas, que podr¨ªa acceder a un empleo mejor que el que tiene actualmente. ¡°Ahora tiene que aguantar cosas porque no se cree con derecho a reclamar si alguien le trata mal. Nuestro prop¨®sito es que tenga la opci¨®n de escoger, porque ahora no tiene esa libertad¡±, explica. Adem¨¢s, su hijo podr¨ªa visitar a la familia que tiene en M¨¦xico, que no conoce porque no quiere viajar sin su padre.
Pliego explica la decisi¨®n del juez de suspender el programa como ¡°pura pol¨ªtica¡±, porque no cree que haya nada ilegal en ¨¦l. ¡°El hecho de que lo parara antes de escuchar los argumentos de cada lado es una muestra de su ideolog¨ªa pol¨ªtica¡±, apunta.
A pesar del disgusto, la pareja no teme que la suspensi¨®n sea definitiva, porque no cambiar¨ªa la vida que han llevado los ¨²ltimos 17 a?os. ¡°Moralmente nos afectar¨ªa, pero no en nuestra vida diaria¡±, afirma. Lo que s¨ª les asusta es que el candidato republicano, Donald Trump, sea reelegido. ¡°Mi mayor miedo es que gane Trump, porque entonces s¨ª van a llamar a mi puerta para sacar a mi marido del pa¨ªs¡±, admite. Recuerda que la ansiedad que sufrieron en los cuatro a?os que Trump fue presidente fue ¡°horrible¡±.
Asegura que conoce a mucha gente que estaba esperando a conocer el resultado de las elecciones para solicitar la regularizaci¨®n, porque creen que su futuro depende de quien sea el pr¨®ximo inquilino de la Casa Blanca. Y se indigna con los responsables de que se paralice la regularizaci¨®n. ¡°Es una verg¨¹enza. Me da mucha pena que haya gente en mi pa¨ªs que muestra su odio contra mi familia de esa manera¡±, protesta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.