El sheriff fronterizo pro armas y provida que perdi車 la lealtad de sus vecinos por ser tachado de ※blando§ con la inmigraci車n
La inmigraci車n no forma parte del trabajo de Joe Frank Mart赤nez. Pero en Del R赤o, Texas, al igual que en otras comunidades mayoritariamente latinas del pa赤s, es un tema de m芍xima importancia para los votantes y est芍 trastocando viejas lealtades pol赤ticas
En 2008, Joe Frank Mart赤nez venci車 al republicano que ocupaba el cargo y se convirti車 en el primer sheriff latino electo en este tramo fronterizo de 177 km (110 millas). Casi 16 a?os despu谷s, a mediados de septiembre, Mart赤nez se encontraba frente a varias docenas de votantes en el Club de Leones de San Felipe, obligado a hacer una campa?a m芍s dura que nunca, y sobre un tema que en ocasiones anteriores no hab赤a influido para que le eligieran: la inmigraci車n.
Este dem車crata de 68 a?os de edad ha formado parte de las fuerzas de orden durante casi cinco d谷cadas, y seg迆n cont車 Mart赤nez a los presentes, exceptuando el a?o largo en que estuvo destinado en otro sitio como polic赤a estatal, hab赤a pasado todo ese tiempo garantizando la seguridad de los residentes del condado de Val Verde. Hab赤a dominado la pol赤tica en este lugar a casi tres horas al oeste de San Antonio, donde los residentes se enorgullec赤an de votar por la persona que m芍s les gustaba en lugar de por un partido. Hab赤a ganado holgadamente cada una de sus elecciones y se present車 sin oposici車n hace cuatro a?os, cuando el condado se inclin車 por Donald Trump.
Desde entonces, ha sido una 谷poca tumultuosa, reconoc赤a Mart赤nez a los reunidos en un espacio similar a una cafeter赤a. Hab赤an superado una pandemia. Se hab赤an enfrentado a una tormenta invernal que hab赤a dejado centenares de tejanos muertos. Y luego, afirm車, ※nos enfrentamos a los haitianos§.
No explic車 lo que quer赤a decir, pero tampoco ten赤a que hacerlo. El recuerdo de casi 20.000 inmigrantes, principalmente haitianos 〞el equivalente a m芍s de la mitad de la poblaci車n de Del R赤o〞 llegando a la frontera pr芍cticamente a la vez y retenidos bajo el puente internacional durante dos semanas en septiembre de 2021 ha quedado grabado a fuego en las mentes de los residentes. Muchos temen que pueda volver a ocurrir y dudan que Mart赤nez sea lo suficientemente duro en el tema de la inmigraci車n.
La inmigraci車n no es competencia de Mart赤nez. Pero en Del R赤o, como en otras comunidades fronterizas de mayor赤a latina en todo el pa赤s, es una cuesti車n de m芍xima importancia para los votantes y est芍 trastocando viejas lealtades pol赤ticas. Este agente de la ley, de torso voluminoso y voz atronadora, ha vivido de primera mano estos des車rdenes. En una comunidad en la que cerca del 80% de los residentes son latinos, algunos han empezado a tachar al sheriff dem車crata de blando con la inmigraci車n y le han acusado falsamente de ayudar a personas a cruzar la frontera sin autorizaci車n.
En ocasiones los ataques se produjeron abiertamente. Cuando sac車 del agua a inmigrantes que hab赤an llegado hasta la orilla del r赤o para evitar que se ahogaran, los republicanos le acusaron de ayudar a la gente a entrar ilegalmente en el pa赤s. Algunos residentes, incluidos sus simpatizantes, criticaron a Mart赤nez en las redes sociales cuando se enteraron de que iba a recibir el respaldo del sheriff del condado de Bexar, que abarca San Antonio, quien, durante un discurso en la Convenci車n Nacional Dem車crata, calific車 a Trump de egoc谷ntrico y acus車 al expresidente de dificultar el trabajo de los sheriffs fronterizos cuando se carg車 un acuerdo bipartidista de seguridad fronteriza a principios de este a?o.
Otras veces, algunos de los que se volvieron contra Mart赤nez lo hicieron sin mediar palabra. Un cartel de campa?a que el sheriff hab赤a colocado en casa de una vieja amiga fue sustituido por otro con el lema de su adversario instando a ※poner orden en la frontera§.
De pie frente a la multitud reunida en el Club de Leones, Mart赤nez comparti車 una abrumadora serie de gr芍ficos que hab赤a tra赤do para responder a sus detractores. Las cosas estaban en orden en la frontera. El n迆mero de inmigrantes que cruzaban la frontera en Val Verde era de los m芍s bajos de los 迆ltimos a?os, incluso menor que en los condados vecinos, donde los sheriffs hab赤an llegado incluso a permitir que intervinieran las milicias.
En cuanto a si el episodio de los inmigrantes haitianos podr赤a repetirse 〞la pregunta que sab赤a que rondaba la mente de la gente〞, les record車 que eran las autoridades federales, y no su oficina, quienes controlaban los cruces fronterizos.
Estaba tan disgustado como ellos con la respuesta del presidente Joe Biden, y hab赤a sido muy expl赤cito a la hora de manifestarlo p迆blicamente. Esperaba que, cuando llegara el momento de elegir al sheriff, le juzgaran por c車mo hab赤a gestionado las responsabilidades que se le hab赤an asignado; por c車mo hab赤a servido a Val Verde, al igual que su padre antes que 谷l, como agente de la ley, vecino, marido y padre; que el qui谷n era pesara m芍s que la afiliaci車n a un partido.
Sin embargo, esta vez, no estaba seguro de que el discurso funcionara.
※Quiero mantener mi campa?a en el plano local§, afirmaba Mart赤nez en una entrevista.
※A lo mejor estoy cerrando los ojos ante el hecho de que no se puede hacer§.
Cambios pol赤ticos
Hace tiempo que se sabe que el voto latino no es monol赤tico ni dem車crata. Lugares como Del R赤o, una ciudad fronteriza profundamente cat車lica cuya econom赤a depende en gran medida de los empleos en las agencias policiales, siempre han mantenido posturas conservadoras. Republicanos como el expresidente George W. Bush ganaron en este lugar apelando a esos puntos de vista y defendiendo al mismo tiempo un enfoque compasivo de la inmigraci車n.
Hasta hace poco, el giro ultraderechista del partido en materia de inmigraci車n no hab赤a conseguido abrirse paso de forma significativa en las comunidades fronterizas. Las aseveraciones conservadoras sobre el tema, en particular las que describ赤an la inmigraci車n como una ※invasi車n§, no hab赤an calado entre los habitantes de la frontera precisamente porque, como viv赤an all赤, sab赤an que no era as赤. Para ellos la frontera era un elemento fundamental de su vida cotidiana y un motor de sus econom赤as, no algo a lo que temer.
Hasta hace una d谷cada, la inmensa mayor赤a de los inmigrantes que cruzaban la frontera proced赤an de M谷xico. Y la mayor赤a de los latinos que viv赤an en el lado estadounidense de la frontera tambi谷n ten赤an ra赤ces en el pa赤s vecino.
Eso ha cambiado, al igual que otros patrones migratorios en la frontera. Y tambi谷n han cambiado las actitudes de los que viven ah赤. La pol赤tica dem車crata ha tardado en adaptarse 〞al menos en lo que respecta a la ret車rica〞 a estos cambios. Pero los republicanos los han aprovechado para atraer a m芍s votantes a su partido. El Partido Republicano del Estado ya no intenta encontrar un equilibrio en materia de inmigraci車n. De hecho, durante este ciclo presidencial, ha ido a迆n m芍s lejos al utilizar el tema como prueba definitiva para saber si puede conseguir que las comunidades fronterizas se ti?an de rojo, no solo en los comicios para elegir candidatos estatales y federales, sino tambi谷n en las elecciones locales.
A partir de 2014, el n迆mero de familias centroamericanas y de menores no acompa?ados que llegaban a la frontera empez車 a aumentar. El ver a esos menores retenidos en campamentos improvisados en bases militares de la zona aviv車 las tensiones pol赤ticas en las comunidades fronterizas y m芍s all芍. M芍s tarde, la frontera se convirti車 en la zona cero de los esfuerzos antiinmigraci車n de Trump, que implicaron separar a los ni?os de sus padres y obligar a los solicitantes de asilo centroamericanos a permanecer en M谷xico hasta que se les diera una fecha para comparecer ante el tribunal de inmigraci車n de Estados Unidos. Ninguna de esas medidas tuvo un impacto duradero en el n迆mero de personas que llegaban a la frontera, pero obligaron a m芍s inmigrantes a quedarse atrapados en el lado mexicano durante periodos m芍s largos, y los des車rdenes en el lado mexicano de la frontera casi siempre se propagan al lado estadounidense.
En un esfuerzo sin precedentes por ayudar a Estados Unidos a evitar que los inmigrantes llegaran a la frontera, M谷xico empez車 a detenerlos y a transportarlos m芍s al sur. Tambi谷n permiti車 a Estados Unidos devolver a los ciudadanos mexicanos y a algunos centroamericanos, pero no a otros inmigrantes. Cuando se corri車 la voz entre los inmigrantes en potencia de Sudam谷rica, ?frica Occidental, China y Hait赤, empezaron a llegar en n迆meros tan elevados que desbordaron la frontera, as赤 como varios de los pueblos y ciudades estadounidenses donde acabaron asent芍ndose.
La llegada a Del R赤o de millares de haitianos hace tres a?os conmocion車 a la ciudad porque no se parec赤a a nada que sus habitantes hubieran experimentado en la historia reciente. Y al igual que Mart赤nez, muchos de los residentes tienen historias que se remontan a muchos a?os atr芍s.
Sus abuelos emigraron de Italia y M谷xico hace m芍s de 100 a?os, atra赤dos por las tierras f谷rtiles y los ranchos de la zona. Una de sus abuelas huy車 de la inestabilidad y la violencia que se produjo poco antes de la Revoluci車n Mexicana. Mart赤nez recuerda que, cuando era peque?o, los inmigrantes llamaban a la puerta de su casa para pedir comida y trabajo temporal. A veces eso significaba que en la mesa hab赤a un poco menos de comida o que el cobertizo del patio recib赤a otra mano de pintura que en realidad no necesitaba.
Mart赤nez y sus nueve hermanos aprendieron a moverse con soltura en dos culturas.
※Mi padre siempre nos lo recalcaba: estamos en este pa赤s, somos estadounidenses en primer lugar§, se?ala su hermano Leonel Mart赤nez Jr., de 67 a?os, que dirige una empresa binacional que fabrica sillas de montar de cuero en Ciudad Acu?a, M谷xico, y las vende en Estados Unidos. ※Tambi谷n hac赤a hincapi谷 en que nunca deb赤amos olvidar nuestras ra赤ces§.
El patriarca de la familia, cat車lico y dem車crata de coraz車n, tiene una gran influencia en las decisiones que toman los hermanos. Particip車 activamente en la lucha por la igualdad de derechos en una 谷poca en la que los estadounidenses de origen mexicano estaban excluidos de muchas actividades y no ten赤an voz en el Gobierno. Fue cofundador de un grupo c赤vico que ayud車 a llevar alcantarillado, carreteras asfaltadas y buzones a su barrio, habitado predominantemente por mexicanoestadounidenses; ayud車 a elegir al primer alcalde de origen mexicano de la ciudad; y so?aba con convertirse en el primer sheriff hispano electo de Del R赤o, un sue?o que mantuvo hasta su muerte a los 51 a?os.
Gracias a 谷l, los hermanos tambi谷n son dem車cratas, pero de distintas maneras.
Leonel, que lleva perilla y se hace llamar Leo, vot車 por Barack Obama y luego vot車 dos veces por Trump, aseverando que coincide m芍s con este 迆ltimo en materia de econom赤a e inmigraci車n. Cree que la pol赤tica de Estados Unidos ha cambiado hasta tal punto que ahora a la gente de pa赤ses lejanos le resulta m芍s f芍cil llegar al pa赤s y quedarse que a los mexicanos.
※?Qu谷 sentido tiene?§, preguntaba. ※Me refiero a que, si mi vecino tiene un problema, es el primero al que quiero ayudar. Si veo a alguien al otro lado del mundo que necesita ayuda, no s谷§.
Otro hermano, David, fue elegido hace cuatro a?os fiscal del condado de Val Verde. Este hombre de 60 a?os y pelo canoso es uno de los m芍s progresistas entre los hermanos. Se ha opuesto a los intentos de enjuiciar a algunas personas que buscan asilo y opina que, en lo que a 谷l respecta, lo que ha estado sucediendo en la frontera no constituye una crisis migratoria. Es ※una crisis humana§. Y en respuesta a esta crisis, a?ad赤a, tratando de contener las l芍grimas: ※No podemos ser inhumanos. No podemos dejar de lado nuestra compasi車n§.
Joe Frank, cuyo nombre de pila es Jos谷 Francisco, est芍 a caballo entre los puntos de vista de sus hermanos. Se muestra partidario de las armas, se opone al aborto y tiene un hijo que trabaja como agente de la Patrulla Fronteriza. Cree que debe existir una v赤a para que la gente pueda exponer sus razones para empezar una nueva vida en Estados Unidos, pero que el sistema actual es demasiado ca車tico y no avanza lo bastante r芍pido como para expulsar a quienes no re迆nen los requisitos.
Esa posici車n siempre le hab赤a funcionado con los votantes porque parec赤a que ellos tambi谷n pensaban lo mismo... hasta que llegaron los inmigrantes haitianos.
Se desata la crisis
En una fr赤a ma?ana de enero de 2021, Mart赤nez esperaba en la orilla del r赤o a que una lancha de salvamento trajera el cad芍ver de una mujer haitiana de 33 a?os. Llevaba zapatillas de tenis rojas y pantalones cortos de baloncesto azules y blancos. La camiseta dejaba ver el abultado vientre. La mujer, que se ahog車 mientras intentaba llegar a Del R赤o, hab赤a gestado dos gemelos casi a t谷rmino.
La p谷rdida de tres vidas de golpe afect車 mucho a Mart赤nez. Ten赤a la sensaci車n de que la gente no sab赤a o no le importaba lo que estaba ocurriendo en la frontera.
Tom車 su tel谷fono y empez車 a sacar fotos de la crisis que ve赤a desarrollarse ante 谷l: padres con sus beb谷s luchando por vadear el R赤o Bravo y otros inmigrantes que no tuvieron la suerte de sobrevivir a las corrientes del r赤o. Tambi谷n estaban las im芍genes de una traficante de personas que fue detenida tres veces porque la dejaban en libertad, ni?as que viajaban solas y una persecuci車n a alta velocidad que dej車 ocho inmigrantes muertos.
En los meses siguientes, el n迆mero de detenciones de la Patrulla Fronteriza en el sector de Del R赤o, que se extiende a lo largo de casi 400 km (245 millas) del R赤o Bravo a trav谷s de Val Verde y otros dos condados fronterizos, se duplicaron de 11.000 en aquel enero a casi 22.000 en abril de 2021. Frustrado, Mart赤nez escribi車 su primera tribuna de opini車n para USA Today. En ella instaba a los pol赤ticos de Washington a visitar su condado en lugar de limitarse a pasar por all赤 para hacerse la foto, y les rogaba que dejaran sus egos a un lado y aprobaran una reforma migratoria integral.
※Si pudieran quedarse unos d赤as y ver la locura y el caos que se est芍 produciendo ahora mismo, dejar赤an de perder el tiempo intentando decidir si la situaci車n en la frontera es una &crisis* o no§, escrib赤a. ※Si hubieran podido presenciar c車mo mis ayudantes sacaban del R赤o Bravo el cad芍ver de una mujer embarazada a punto de dar a luz, a lo mejor podr赤an dejar de lado sus diferencias§.
No se trataba solo de una cuesti車n humanitaria, explicaba Mart赤nez en una entrevista en Fox News ese mismo mes. Era una cuesti車n de recursos. ※Si tengo cuatro ayudantes trabajando, y tres de ellos est芍n ocupados la mayor parte del d赤a, no podemos servir a nuestros ciudadanos y a nuestra comunidad de la forma en que tenemos que servirles§, explicaba a la cadena de noticias por cable.
Ning迆n responsable de Washington visit車 el condado. Sin embargo, el gobernador de Texas, Greg Abbott, aprovech車 la oportunidad. Fiel partidario de Trump y uno de los detractores m芍s virulentos de Biden, Abbott viaj車 a Del R赤o aquel mes de junio para celebrar una cumbre sobre seguridad fronteriza. Elogi車 a Mart赤nez, diciendo que se sent赤a agradecido por ※todo lo que hac赤an 谷l y cada hombre y mujer involucrados en la aplicaci車n de la ley, sobre todo por dar un paso al frente y ayudar a asegurar nuestra frontera§.
El gobernador describi車 lo que estaba ocurriendo como una invasi車n. Acto seguido, anunci車 que el Estado construir赤a su propio muro y detendr赤a a los inmigrantes por entrar ilegalmente como parte de la Operaci車n Estrella Solitaria, una iniciativa estatal multimillonaria que hab赤a puesto en marcha a principios de ese a?o. ※Vamos a hacer todo lo que podamos para asegurar la frontera§, afirmaba Abbott ante una multitud bulliciosa, ※y eso comienza inmediatamente hoy aqu赤 mismo, en el condado de Val Verde§.
Pero tres meses despu谷s, poco hab赤a cambiado.
Los inmigrantes empezaron a llegar a Del R赤o a centenares, luego a millares. En lugar de realizar los tr芍mites y abandonar la ciudad casi tan pronto como llegaban, como sol赤an hacer, esperaban con unos boletos como los de las rifas codificadas por colores y emitidas por la Patrulla Fronteriza la oportunidad de entregarse a las autoridades federales para poder solicitar protecci車n legal, incluido el asilo.
Descansaban sobre trozos de cart車n bajo unas tiendas improvisadas que constru赤an con ca?as que cortaban en las orillas del R赤o Bravo. Padres e hijos vomitaban y se desmayaban a causa de la deshidrataci車n con temperaturas que rondaban los 40? C (100? F). No hab赤a regaderas y solo dispon赤an de un ba?o port芍til por cada 140 personas.
Algunos residentes de Del R赤o preguntaban c車mo pod赤an ayudar, mientras que otros ped赤an la deportaci車n inmediata de todos los inmigrantes. Una mujer dispar車 su rev車lver en direcci車n a un grupo de haitianos, alegando que hab赤a entrado en p芍nico.
La r芍pida y repentina llegada de tantos inmigrantes tambi谷n puso a prueba a la familia Mart赤nez.
Cuando el Gobierno federal anunci車 el cierre temporal del puente internacional, Leo Mart赤nez llam車 al sheriff, con la esperanza de que su hermano tuviera informaci車n sobre cu芍nto durar赤a el cierre. Joe Frank Mart赤nez no lo sab赤a.
Mientras esperaba a saber m芍s, Leo Mart赤nez se vio obligado a desviar las entregas en Estados Unidos de las sillas de montar a otro puente internacional situado a m芍s de 80 km (50 millas), donde los conductores ten赤an que esperar m芍s de 12 horas para cruzar. El cierre del puente cost車 a la empresa varios miles de d車lares en combustible y tiempo adicional de personal.
※Somos peones en este juego que est芍 jugando el Gobierno federal§, se lamentaba Leo Mart赤nez, un dem車crata que se autodenomina ultraconservador, a?adiendo despu谷s que, al igual que en una partida de ajedrez, los residentes fronterizos son ※a los que sacrifican primero§.
El domingo siguiente al cierre del puente, David Mart赤nez, fiscal del condado, estaba haciendo las maletas para acudir a una conferencia cuando recibi車 una llamada de un funcionario municipal. Abbott quer赤a que la polic赤a detuviera a miles de inmigrantes bajo el puente por invasi車n de propiedad privada y el funcionario municipal le pregunt車 si los enjuiciar赤a.
El fiscal del condado no dijo directamente que no, pero su respuesta no dejaba lugar a dudas.
El Gobierno federal hab赤a creado las circunstancias que hab赤an provocado que los inmigrantes permanecieran all赤, le dijo al funcionario municipal. Hab赤a llevado aseos port芍tiles y proporcionado agua y comida. Para que la polic赤a pudiera detenerlos, las autoridades ten赤an que hacerles saber que ya no pod赤an permanecer en terrenos municipales. Adem芍s, a?adi車 el fiscal del condado, la abrumadora carga de trabajo para su equipo jur赤dico, formado por tres personas, provocar赤a inevitablemente una acumulaci車n de trabajo que obligar赤a a los inmigrantes a permanecer detenidos m芍s tiempo del legal. Si no se les avisaba previamente, ※violar赤a los derechos constitucionales de miles de personas, y no estoy dispuesto a hacerlo§.
Dos d赤as despu谷s, Abbott volvi車 a Del R赤o, y all赤 acus車 a Biden y a la vicepresidenta Kamala Harris de ※promover y permitir pol赤ticas de fronteras abiertas§. Presumi車 de las detenciones de inmigrantes realizadas en el marco de su iniciativa estatal, que para medir su 谷xito inclu赤a trabajo que no ten赤a nada que ver con la frontera.
El sheriff le respald車.
Perder terreno
El pasado oto?o, cuando se dirig赤a a una cita m谷dica, Joe Frank Mart赤nez recibi車 una llamada de un n迆mero desconocido. Era un agente republicano que le invitaba a postularse para el otro equipo.
Los l赤deres republicanos del Estado, incluidos sus dos senadores, le adoraban, recuerda Mart赤nez que le dijo el agente. Hab赤a adoptado posturas tan conservadoras como las suyas en los temas que m芍s les preocupaban. Si aceptaba cambiar de partido, el comit谷 de acci車n pol赤tica cubrir赤a sus gastos de inscripci車n y le ayudar赤a a financiar su campa?a.
Desde luego, en los 迆ltimos a?os hab赤a tenido serias diferencias con los dem車cratas. El partido hab赤a cambiado en aspectos que no le gustaban. Pero marcharse le parec赤a demasiado deshonroso, no solo por la memoria de su padre, sino por sus ideales.
Dijo que no.
Poco despu谷s, el comit谷 de acci車n pol赤tica, conocido como Project Red TX (Proyecto Rojo Texas), dio su apoyo a un agente de polic赤a de 56 a?os llamado Rogelio Roger Hern芍ndez. El candidato republicano hab赤a nacido en Del R赤o, pero hab赤a desarrollado su carrera policial en San Antonio. Hern芍ndez explicaba que estaba planeando jubilarse y regresar a la ciudad fronteriza para estar cerca de su madre. No pod赤a recordar si fue Project Red TX el que le abord車 a 谷l o si fue 谷l el que abord車 al grupo.
Project Red TX comenz車 a dirigirse m芍s agresivamente a las comunidades fronterizas despu谷s de que Trump lograra victorias en bastiones tradicionalmente dem車cratas durante las elecciones presidenciales de 2020. El grupo, que ayuda a elegir republicanos en contiendas locales en comunidades latinas, ha recaudado m芍s de 2,5 millones de d車lares. La mayor parte de ese dinero proviene de un comit谷 de acci車n pol赤tica, entre cuyos principales donantes se encuentran los empresarios inmobiliarios de Texas Harlan Crow y Richard Weekley.
Solo este a?o, el grupo ha gastado cerca de 370.000 d車lares en publicidad para unos 50 candidatos locales, principalmente en condados fronterizos, seg迆n los informes financieros de campa?a. Tres de los candidatos, entre ellos Hern芍ndez, est芍n en el condado de Val Verde.
Parece que el mensaje est芍 teniendo repercusi車n. Este a?o, por primera vez en d谷cadas, ha votado m芍s gente en las primarias republicanas del condado de Val Verde que en las dem車cratas; de hecho, votaron el doble de personas.
Aumento de la participaci車n en las primarias republicanas en el condado de Val Verde
Cada a?o que Donald Trump apareci車 en la papeleta electoral, m芍s de 2.000 personas votaron en las primarias republicanas en el condado de Val Verde.
Como parte de su campa?a para poner ※orden en la frontera§, Hern芍ndez ha prometido obtener recursos adicionales para la oficina del sheriff.
※Conseguir谷 que tengan mejor formaci車n, mejores equipos, mejores veh赤culos, mejor todo§, aseguraba Hern芍ndez, sin ofrecer detalles sobre c車mo cumplir赤a esa promesa, afirmando 迆nicamente que ※hay fondos que se pueden conseguir§.
Mart赤nez se?ala que su oficina ha trabajado arduamente para procurarse las subvenciones disponibles, entre ellas las asignadas a la seguridad fronteriza. En total, el condado de Val Verde y la ciudad de Del R赤o han recibido m芍s de 13 millones de d車lares en ayudas estatales y federales desde 2021, aproximadamente la mitad de las cuales se pueden atribuir a la Operaci車n Estrella Solitaria. Eso supera lo que obtuvieron en total los 13 a?os anteriores.
※Ese tipo no ha vivido aqu赤 en m芍s de 30 a?os, y de repente se presenta en el 迆ltimo momento. Por favor, un poco de seriedad§, rezongaba Mart赤nez.
A medida que la carrera se caldeaba este verano, Wayne Hamilton, un veterano agente republicano de Texas que dirige el Project Red TX, public車 una foto de s赤 mismo con Hern芍ndez en las redes sociales. Detr芍s de ellos se ve赤a una pila de carteles de campa?a del candidato. Hamilton escribi車 que Hern芍ndez estaba comprometido con la seguridad fronteriza y a?ad赤a: ※El actual sheriff aparece en un documental ayudando a los inmigrantes a entrar ilegalmente en el pa赤s. Es hora de un cambio§.
Hamilton declin車 ser entrevistado y no respondi車 a preguntas sobre la contienda o a cu芍l documental se refer赤a. Durante el pico migratorio se transmitieron im芍genes en las noticias en las que se ve a Mart赤nez en el R赤o Bravo tendiendo la mano para ayudar a las personas que ya hab赤an llegado a Estados Unidos a ponerse a salvo en tierra. M芍s tarde entreg車 a esos inmigrantes a la Patrulla Fronteriza.
※Una vez que alguien est芍 en Estados Unidos, en medio de ese r赤o, tengo que protegerle§, sosten赤a Mart赤nez, pregunt芍ndose qu谷 habr赤a dicho la gente si no lo hubiera hecho y uno de los inmigrantes se hubiera ahogado. ※Al fin y al cabo, es un ser humano§.
Los ataques resultan especialmente dolorosos para Mart赤nez, que se enorgullece de tener amigos de derechas y de izquierdas. Entre los partidarios de Mart赤nez se encuentra el sheriff republicano al que derrot車 en 2008. ※Es cuesti車n de relaciones, algo que llevo construyendo desde 1977∪, explicaba.
Algunas de esas relaciones resultaron ser m芍s fr芍giles de lo que Mart赤nez imaginaba.
En una tarde reciente a mediados de septiembre, Mary Fritz, una ranchera de cuarta generaci車n y partidaria de Trump, cogi車 un cartel de su adversario durante un encuentro en una hamburgueser赤a local.
Fritz, una mujer menuda de 62 a?os y piel curtida, y Mart赤nez son amigos desde hace cerca de cuatro d谷cadas. Ella le ha votado siempre, incluso contra los republicanos.
Es un buen sheriff, afirma Fritz. Aprecia su disponibilidad y su presencia en la comunidad, donde los electores pueden hablar con 谷l y expresarle sus preocupaciones. ※Ojal芍 hubiera insistido m芍s en el tema de la frontera§, prosigui車 Fritz mientras recorr赤a un tramo de las 809 hect芍reas de matorral des谷rtico que lindan con el R赤o Bravo y en las que su familia cr赤a ovejas y cabras.
Mart赤nez no oculta su frustraci車n. Si los votantes estaban dispuestos a ignorar sus d谷cadas de servicio y juzgarle por algo sobre lo que 谷l no ten赤a ning迆n control, ※que Dios les bendiga§.
Un sistema roto
Cuando los pol赤ticos, los bur車cratas del Gobierno o los periodistas vienen a Del R赤o y le piden al sheriff que les muestre si los miles de millones de d車lares gastados por los sucesivos presidentes han hecho que la frontera sea m芍s segura, los sube a su camioneta Chevrolet Silverado blanca y los lleva hasta el supuesto muro para que puedan comprobarlo por s赤 mismos.
※Todo esto de aqu赤§, explica Mart赤nez, se?alando una extensi車n de tierra donde antes hab赤a ranchos, aproximadamente un kil車metro y medio al norte del R赤o Bravo, ※sol赤an ser peque?os ranchitos que llegaban hasta el r赤o. Creo que el Gobierno de Estados Unidos hizo millonarias a algo as赤 como 13 personas cuando compr車 todas estas propiedades§.
Su lugar lo ocupa ahora un amasijo de vallas.
Los paneles negros de hierro forjado de algo m芍s de cuatro metros de altura se erigieron durante el Gobierno del expresidente George W. Bush, que intentaba empujar a los inmigrantes hacia zonas donde la Patrulla Fronteriza pudiera atraparlos m芍s f芍cilmente. Mart赤nez cree que funcionaron.
El Gobierno de Trump derrib車 algunos de ellos para construir secciones el doble de altas del ※muro grande y hermoso§ que prometi車 a los votantes. Pero Trump dej車 el cargo antes de completar el proyecto. Entonces lleg車 Biden y detuvo inmediatamente la construcci車n, comprometi谷ndose a no construir ※ni un cent赤metro m芍s§ de muro. En Del R赤o, eso signific車 que los trabajadores dejaron montones de materiales de construcci車n y huecos entre los paneles de la valla lo suficientemente anchos como para que los tractores con remolque pudieran pasar a trav谷s de ellos. El Gobierno de Biden intent車 tapar esos huecos colocando una endeble malla met芍lica que ya se est芍 descolgando en algunas zonas a causa de la gente que trepa por ella.
Para Mart赤nez, todo esto es reflejo de un sistema pol赤tico empe?ado en disputarse la seguridad fronteriza en vez de en conseguirla.
※?Tenemos realmente un sistema que est芍 roto, o tenemos una maquinaria pol赤tica que est芍 rota?§, preguntaba. ※La extrema derecha presiona y la extrema izquierda intenta contraatacar, pero ?d車nde ha quedado lo de trabajar juntos?§.
Respondiendo a su propia pregunta, a?ad赤a despu谷s: ※Seguramente seguiremos con este l赤o mucho despu谷s de que yo est谷 muerto y enterrado§.