V¨ªdeo | As¨ª fue el 23-F a tres metros de Tejero
Nicol¨¢s P¨¦rez-Serrano, letrado en las Cortes hasta 2019 y Juan Luis Herr¨¢iz, jefe de mantenimiento en el Congreso de los Diputados, narran su experiencia de aquel d¨ªa hace 40 a?os
Su padre fue letrado de las Cortes con 22 a?os y asesor en la redacci¨®n de la Constituci¨®n de 1931, durante la Rep¨²blica. ?l particip¨® en la elaboraci¨®n de la Constituci¨®n de 1978. El 23 de febrero de 1981, Nicol¨¢s P¨¦rez-Serrano era secretario general de la C¨¢mara de los Diputados. Ten¨ªa 33 a?os y se sentaba junto a la tribuna, de frente al hemiciclo. ¡°De repente o¨ª unos ruidos extra?os, que parec¨ªan disparos, y que proven¨ªan, parece ser, de la sala donde estaban los escoltas de los ministros. Instintivamente intent¨¦ ir a cerrar las dos puertas, pero me encontr¨¦ con un teniente de la Guardia Civil con una metralleta en bandolera y una pistola en cada mano. En ese momento es la refriega con Guti¨¦rrez Mellado, con Adolfo Su¨¢rez tir¨¢ndole de la levita, y se producen los disparos, atronadores¡±.
¡°Un guardia civil me puso la rodilla en la espalda, con una mano me cacheaba y con la otra sosten¨ªa la metralleta, apunt¨¢ndome a la cabeza¡±, rememora P¨¦rez-Serrano. ¡°Pens¨¦: esto es un golpe de Estado y me van a dejar aqu¨ª tieso. El coraz¨®n me lat¨ªa a 200. En el bolsillo ten¨ªa un librito de leyes pol¨ªticas y recuerdo que toda mi preocupaci¨®n era poder cogerlo a tiempo para utilizarlo de parapeto en la cabeza, pensando, iluso de m¨ª, que quiz¨¢ las balas no lo atravesar¨ªan. Se llevaron a Guti¨¦rrez Mellado, Su¨¢rez, Carrillo y parec¨ªa s¨ªntoma de pase¨ªllos. Fue una sensaci¨®n inaguantable. Tejero era rigurosamente alocado, era obvio que estaba perturbado. Predominaba la gente hosca, cuarteleros, sab¨ªan lo que hac¨ªan. Pero tambi¨¦n hab¨ªa gente que hab¨ªa ido enga?ada, capturada a ¨²ltima hora, entre ellos uno que me acompa?¨® al servicio alguna vez que fui y que me susurr¨®: ¡°Yo no tengo la culpa. Perd¨®neme, los que estamos haciendo el rid¨ªculo somos nosotros¡±.
¡°Esto estaba lleno de gente¡±, recuerda del 23-F Jos¨¦ Luis Herr¨¢iz, frente a los leones de bronce que custodian la entrada al edificio del que es jefe de mantenimiento; el Congreso de los Diputados. ¡°Cuando entraron, un guardia dio un par de tiros a un escritorio, que es donde estaban todos los escoltas, y de ah¨ª todo el mundo sali¨® corriendo, desaparecieron¡±. ?l y otros funcionarios tuvieron un papel fundamental, dado que grabaron en cintas las im¨¢genes de lo que acontec¨ªa. ¡°Todas las cintas que se vieron en televisi¨®n, las ten¨ªamos guardadas en una caja fuerte por lo que pudiera pasar¡±, asegura a EL PA?S, 40 a?os despu¨¦s.