Putin resucita la amenaza nuclear
La ofensiva rusa sobre Ucrania trae los fantasmas de la segunda mitad del Siglo XX
Este viernes los rusos asaltaron la central nuclear de Zaporiyia, provocando un incendio en un edificio anexo. El Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) tuvo que emitir un comunicado para informar de que la central segu¨ªa estable: ¡°Los sistemas de seguridad de los seis reactores de la planta no han sido afectados y no se ha liberado material radioactivo¡±. Pero hacer la guerra alrededor de un reactor no es la peor amenaza esta semana.
Vladimir Putin ha resucitado el fantasma nuclear.
Ha invadido por la fuerza un pa¨ªs europeo. Eso hubiese bastado para que el mundo entero pensase en armas at¨®micas. Pero no se qued¨® en eso. Pronto hizo expl¨ªcita su amenaza. Despu¨¦s de que Europa y EEUU anunciaran sanciones contra Rusia, su presidente mand¨® activar ¡°en modo especial de combate¡± su arsenal nuclear. En comparaci¨®n, Zaporiyia parece menor.
La amenaza nuclear es la carta de Putin. Rusia tiene un ej¨¦rcito enorme, pero su econom¨ªa es d¨¦bil en escala geopol¨ªtica y no tiene grandes aliados para esta guerra. Su poder son las ojivas nucleares, su mera existencia, porque maniatan a la OTAN.
Al arsenal nuclear se le asume un poder disuasorio, como explicaba Tim Harford en su ¨²ltima columna. La l¨®gica es sencilla: los pa¨ªses con armas nucleares no pueden tomar riesgos que puedan escalar sus conflictos, porque una escalada puede acabar en destrucci¨®n mutua. De esa manera, una arma terrible actuar¨ªa como freno a la violencia. Limitan las hostilidades entre las grandes potencias, porque la m¨¢s peque?a ofensa merecer¨¢ ser meditada si eleva la probabilidad de un da?o inconmensurable.
Pero hay una fisura en ese equilibrio: que tu contrincante sea razonable. ?Es Putin razonable? Como dice Harford, puede que estemos seguros al 99% de que sus amenazas son un farol, y que no usar¨¢ armas nucleares, ni siquiera las llamadas ¡°t¨¢cticas¡±, pero un 1% de duda sigue siendo un riesgo terror¨ªfico. ?Qu¨¦ concesiones har¨¢ Occidente para evitar ese riesgo? Si Putin invadi¨® Ucrania es porque pens¨® que ser¨ªan muchas, pero quiz¨¢s calcul¨® mal.
El ataque ruso no est¨¢ saliendo como el Kremlin desear¨ªa. De hecho, una preocupaci¨®n en Washington es lo que llaman el ¡°problema del Putin arrinconado¡±, cuenta The New York Times. Temen que el presidente ruso redoble su ofensiva al quedarse sin buenas alternativas. Putin se ha metido en una guerra que no le deja salidas claras. Hay qui¨¦n cree que no puede ganarla. Retirarse es asumir una derrota, y aunque puede ocupar Ucrania, ha quedado claro que no lo conseguir¨¢ con una operaci¨®n quir¨²rgica y que controlar el pa¨ªs no ser¨¢ id¨ªlico. Eso deja sobre la mesa otra pregunta inquietante: ?de qu¨¦ ser¨ªa capaz un Putin arrinconado?
Tenemos una respuesta parcial. Sabemos que est¨¢ dispuesto a recrudecer los ataques sobre civiles ucranios, porque esta semana los bombardeos se han intensificado en J¨¢rkov, Kiev, Mariupol o Zhit¨®mir.
Pero no hay respuesta completa. Primero, porque depende de lo que pase por su cabeza. Segundo, porque depende de m¨¢s cosas. Y tercero, porque Putin puede que sea impulsivo y hasta inestable, pero aunque no lo fuese, tiene un motivo para parecerlo: las armas de destrucci¨®n mutua dan m¨¢s miedo en manos de un loco.
Otras historias
1. El miedo nuclear del Siglo XX
Es inevitable que vuelva el miedo nuclear. El temor a las armas at¨®micas fue una de las ideas que definieron la segunda mitad del Siglo XX. Era una amenaza horrenda: un arma que te amenazaba desde kil¨®metros de distancia, que pod¨ªa tomar la forma invisible de la radiaci¨®n, y que hac¨ªa posible algo hasta entonces impensable, que los humanos nos aniquil¨¢semos a nosotros mismos.
La era nuclear dej¨® su marca en los libros, por poner solo un ejemplo. Seg¨²n datos de Google Ngram, que contabiliza las palabras de miles de libros, los t¨¦rminos ¡°guerra nuclear¡±, ¡°bomba at¨®mica¡± y ¡°armas nucleares¡± surgieron en 1940 y 1950. Su uso estuvo en m¨¢ximo en los ochenta, pero baj¨® tras la ca¨ªda de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
2. Los mapas de la guerra
En esta p¨¢gina vamos contando la invasi¨®n d¨ªa a d¨ªa. Las tropas rusas contin¨²an su ofensiva sobre Ucrania por cuatro frentes, que vamos mostrando sobre mapas.
- Actualizamos un mapa nacional y otro de Kiev.
- Tambi¨¦n incluimos v¨ªdeos e im¨¢genes geolocalizadas, pero solo despu¨¦s de verificarlas y tenerles confianza.
Es el trabajo de un equipo de ocho personas de la secci¨®n de Narrativas Visuales de EL PA?S. Esta captura mostraba el tama?o de la pieza el d¨ªa 1 de marzo:
3. Un mill¨®n de refugiados
M¨¢s de un mill¨®n de ucranios han sido desplazados por la guerra, la mayor¨ªa mujeres y ni?os. Solo el martes salieron 190.000 personas. Aqu¨ª hemos repasado los datos de este ¨¦xodo.
El tren y el coche est¨¢n siendo la v¨ªa de escape desde que se cerr¨® el espacio a¨¦reo al comenzar la invasi¨®n. En las estaciones de Kiev y Lviv se ven largas colas. Las carreteras hac¨ªa otros pa¨ªses llevan d¨ªas congestionadas y en los puestos fronterizos hay regueros de coches uno detr¨¢s de otro. Se ve en las im¨¢genes sat¨¦lite.
M¨¢s: Un mill¨®n de refugiados huyen de la guerra en Ucrania: los datos del ¨¦xodo.
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