El ¡®caso Niemann¡¯ sobrevuela un Mundial de ajedrez libre de trampas
El estadounidense, acusado sin pruebas por Carlsen, juega un torneo a 400 metros de Niep¨®mniashi y Ding, rodeados de estrictas medidas preventivas
Hans Niemann, acusado de trampas por el campe¨®n del mundo, Magnus Carlsen, logr¨® en septiembre que se hablase tanto de ajedrez como cuando la serie Gambito de Dama (Netflix) se convirti¨® en un tremendo ¨¦xito. Ni siquiera hay indicios s¨®lidos de que el estadounidense, de 19 a?os, haya hecho trampas en partidas presenciales (s¨ª por internet, como menor de edad). Pero la Federaci¨®n Internacional (FIDE) ha tomado medidas preventivas muy estrictas en el Mundial de Astan¨¢ (Kazajist¨¢n) donde Ian Niep¨®mniashi y Liren Ding firmaron este lunes unas tablas sopor¨ªferas en la und¨¦cima partida. El ruso domina por 6-5 a falta de tres (la pr¨®xima, el mi¨¦rcoles), mientras Niemann disputa un torneo a 400 metros.
Las trampas en ajedrez eran rar¨ªsimas hasta que surgieron los programas inform¨¢ticos que calculan millones de movimientos por segundo y pueden funcionar en un tel¨¦fono m¨®vil. M¨¢s de un ajedrecista (pero no de ¨¦lite) ha sido cazado por los ¨¢rbitros (incluso con fotos) mientras consultaba su celular encerrado en el ba?o cuando le tocaba jugar a su rival. El otro m¨¦todo para enga?ar es que un compinche est¨¦ siguiendo la partida en directo por internet con la ayuda de esos monstruos de silicio y sople los mejores movimientos al jugador por un auricular. El histri¨®nico magnate Elon Musk especul¨® con que Niemann podr¨ªa recibir ayuda ilegal por vibraciones de un dispositivo anal, lo que multiplic¨® todav¨ªa m¨¢s el ruido que la acusaci¨®n de Carlsen produjo por doquier.
Niep¨®mniashi y Ding deben estar (bajo pena de multa) en el escenario del Mundial diez minutos antes de cada partida para ser escaneados por una m¨¢quina tan potente que incluso detectar¨ªa un microauricular escondido en el o¨ªdo, lo que hace innecesario aplicar imanes en esa parte del cuerpo, como hicieron recientemente en el torneo de Dusseldorf (Alemania). Adem¨¢s, sus camerinos (el ¨²nico sitio adonde pueden ir si no est¨¢n en el estrado) tienen instaladas sendas c¨¢maras de control remoto vigiladas por los tres ¨¢rbitros. Los espectadores est¨¢n separados del recinto de juego por un cristal opaco, de tal modo que ellos tienen una excelente visi¨®n de ambos contendientes, pero estos no pueden verlos; as¨ª, la transmisi¨®n de informaci¨®n por gestos resulta imposible. Despu¨¦s de los primeros seis minutos de cada partida, en el escenario solo pueden entrar, adem¨¢s de los ¨¢rbitros, un par de fot¨®grafos oficiales (apenas unos minutos y disparando desde lejos).
Hay medidas adicionales que la FIDE no quiere detallar para que sean m¨¢s eficaces. En otras competiciones se instalan con frecuencia inhibidores de ondas que imposibilitan cualquier tipo de transmisi¨®n electr¨®nica en decenas de metros a la redonda. Y tambi¨¦n se suele retrasar quince minutos la retransmisi¨®n por internet para que el supuesto tramposo tenga que consumir mucho tiempo si quiere recibir ayuda ilegal; pero la FIDE se siente muy segura con las medidas adoptadas, y en este Mundial no hay ese retraso.
Ni siquiera en los torneos por internet, muy abundantes desde que estall¨® la pandemia, ha habido acusaciones s¨®lidas contra estrellas del ajedrez. Y las sospechas fundadas en competiciones presenciales son a¨²n menores. Preguntado por EL PA?S al respecto tras el empate de la und¨¦cima partida (despu¨¦s de solo 100 minutos de lucha muy aburrida), Ding fue categ¨®rico: ¡°En ning¨²n torneo presencial de ¨¦lite que yo haya jugado en toda mi carrera he sospechado de nadie¡±.
Pero no pocos ajedrecistas tienden a ser muy desconfiados por deformaci¨®n profesional (su mente se ha acostumbrado al estado de alerta permanente por cualquier amenaza oculta del rival). Y esa tendencia se aprecia en la respuesta que dio Niep¨®mniashi: ¡°En las pruebas oficiales del m¨¢ximo nivel, como mi duelo con Carlsen en Dub¨¢i [2021] o el Torneo de Candidatos de Madrid [junio de 2022] o en este Mundial no creo que sea posible hacer trampas, por las serias medidas adoptadas y porque tengo plena confianza en mi adversario, a quien conozco muy bien¡±. Pero a continuaci¨®n matiz¨®: ¡°En cuanto a otros jugadores de ¨¦lite, nunca puedes estar seguro, sobre todo en los torneos por internet¡±. ?Y en los presenciales? ¡°Me cuesta mucho creer que hagan trampas, aunque siempre hay alguien que especula sobre lo contrario. Nunca puedes garantizar la seguridad total, pero conf¨ªo en que el riesgo de ser demonizado p¨²blicamente si te pillan sea muy disuasorio¡±.
La presidencia de la FIDE ha delegado el caso Niemann en su comisi¨®n de ?tica, cuyo fallo es tan inminente que podr¨ªa publicarse mientras Niemann compite en Astan¨¢ (de momento, ha ganado sus dos primeras partidas) tras hacerlo en el abierto de Menorca con un resultado normal y sin sospecha fundada alguna contra ¨¦l. Por otro lado, el estadounidense ha presentado una demanda judicial en su pa¨ªs contra Carlsen y otros implicados en el caso (como la plataforma Chess.com) por cientos de millones de d¨®lares (no es f¨¢cil saber exactamente cu¨¢ntos por lo mal redactada que est¨¢ la demanda); se desconoce cu¨¢ndo habr¨¢ sentencia.
Desde que gan¨® a Carlsen, el pasado 4 de septiembre en la Copa Sinquefield de San Luis (EEUU), Niemann ha logrado mantenerse en la lista mundial durante varios torneos por encima de los 2.700 puntos, la barrera que se toma como referencia para separar a la ¨¦lite del resto. Ello demuestra que su talento y su fuerza como jugador son enormes. Pero tambi¨¦n lo son su inestabilidad emocional y su rudeza de modales, como pudo comprobar el autor de esta cr¨®nica el pasado noviembre, observ¨¢ndolo a pocos metros durante varios d¨ªas en el Mundial por Naciones en Jerusal¨¦n. Niemann no concede entrevistas por indicaci¨®n de sus abogados y elude cualquier comunicaci¨®n informal con un periodista. La consecuencia m¨¢s clara del esc¨¢ndalo sobre ¨¦l provocado por Carlsen es que, para los organizadores de todo tipo de torneos, y especialmente de los abiertos con centenares de participantes de muy diversas categor¨ªas, la prevenci¨®n de trampas es ahora una prioridad total.
Suscr¨ªbete al bolet¨ªn semanal ¡®Maravillosa jugada¡¯, de Leontxo Garc¨ªa
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.