¡°El exilio colombiano es una violencia que a¨²n persiste¡±
Un grupo de colombianas exiliadas ha vuelto al pa¨ªs para participar en la entrega del informe de la Comisi¨®n de la Verdad, que incluye sus historias
A Laura Magnolia Hoyos la separaron de su madre para salvarles la vida. Es hija de una defensora de derechos humanos que tuvo que huir de Colombia por amenazas. Aunque Laura pudo alcanzarla un tiempo despu¨¦s en Espa?a, donde Amnist¨ªa Internacional les busc¨® un lugar para protegerlas, recuerda con tristeza esa primera despedida. ¡°El desarraigo es otra forma de violencia. Una de la que casi nabla, pero que existe¡±, dice Hoyos, de 29 a?os. Ha llegado a Bogot¨¢ con el colectivo Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas.
¡°Es hist¨®rico lo que vamos a ver en el informe de la Comisi¨®n de la Verdad, es la primera vez que un proceso de este tipo incluye un cap¨ªtulo para los exiliados. El exilio colombiano es una violencia que a¨²n persiste¡±, dice Alba Teresa Higuera, que tuvo que permanecer escondida, en una casa que no era la suya, antes de poder huir del pa¨ªs. Su activismo en Santander, en pleno auge del paramilitarismo, la puso en la mira de los violentos. Su salida, como la de cientos de defensores, se dio de un d¨ªa para otro. O se iban o los mataban. Para sobrevivir, Higuera dej¨® su casa y se fue a Espa?a con su pareja, tambi¨¦n defensor, y sus dos hijos, uno de dos meses.
El acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC sigue siendo una esperanza para muchos de los exiliados porque les ha permitido acercarse a procesos de justicia y los ha sacado del olvido. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indica que entre los a?os 2000 y 2012 cerca de 400.000 colombianos se vieron forzados a desplazarse m¨¢s all¨¢ de las fronteras del pa¨ªs por su seguridad. Pero solamente hay registradas 50.000 v¨ªctimas de ese delito ante las autoridades colombianas.
¡°El exilio es el ¨²ltimo eslab¨®n de una cadena de hechos victimizantes por los que han atravesado diferentes sectores de la sociedad en el marco del conflicto armado y que ha sido muy poco conocido¡±, dice la Comisi¨®n de la Verdad en la presentaci¨®n de MujEres, la obra de teatro en la que las exiliadas cuentan sus historias. Algunas recuerdan que fueron perseguidas por su profesi¨®n o por los libros que le¨ªan. ¡°¡®Eres soci¨®loga, defiendes los derechos humanos, tienes un libro del Che Guevara, entonces, eres guerrillera¡¯, as¨ª nos estigmatizaban¡±, cuenta Buitrago, de 64 a?os.
¡°El miedo se interioriza. A veces, cuando iba caminando por la calle y escuchaba el sonido de un carro, me escond¨ªa porque sent¨ªa que me estaban disparando. Luego reaccionaba y entend¨ªa que era miedo. Pero el miedo no nos paraliz¨®. Aprendimos que es leg¨ªtimo trabajar por los derechos humanos y que lo tienen que hacer los Estados en proteger nuestra vida¡±, reclama la l¨ªder que lleva viviendo casi 20 a?os en Espa?a. Las organizaciones que re¨²nen a los exiliados colombianos entregaron tres informes con sus casos a la Comisi¨®n de la Verdad, surgida del acuerdo de paz con las FARC.¡±La esperanza es que, el 28 de junio, cuando se presenta el informe, por primera vez en la historia est¨¢n contempladas las v¨ªctimas en el exterior, pero sobre todo estamos contempladas las mujeres¡±.
Mar¨ªa del Rosario V¨¢squez, de 66 a?os, es de Manizales y lleva 14 a?os en el exilio como refugiada. Es m¨¦dica y coordinaba en Caldas la campa?a contra minas, hasta que empezaron las amenazas. ¡°La situaci¨®n se volvi¨® complicada. Como me dec¨ªan mis hijos: lo importante no es a d¨®nde te vas, sino si vuelves. Ten¨ªa que irme, pero lejos de Colombia¡±. Se fue pensando que en un a?o regresaba, pero su figura era tan inc¨®moda para los gobiernos de su regi¨®n que no pudo volver.
¡°Mi nombre aparec¨ªa en listas, en panfletos de los paramilitares, incluso estando fuera del pa¨ªs, segu¨ªa estando en la mira. Me ofrecieron quedarme en Espa?a y mis hijos decidieron que me quedara. Mi familia vive tranquila con que yo est¨¦ lejos. Nos hacemos mucha falta, pero lo tenemos que hacer para sobrevivir¡±. V¨¢squez est¨¢ ilusionada con lo que pueda generar el informe final de la Comisi¨®n de la Verdad, en un pa¨ªs que lleva a?os transitando hacia la paz. ¡°Colombia es un dolor, es una herida que vamos a empezar a sanar¡±.
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