Menores que migran solos: una tragedia que crece en las fronteras colombianas
El tr¨¢nsito de ni?os, ni?as y adolescentes migrantes no acompa?ados o separados aument¨® el ¨²ltimo a?o de la mano del recrudecimiento de la crisis humanitaria en la regi¨®n
Cuando Mar¨ªa empez¨® su segundo viaje para intentar cruzar el Tap¨®n del Dari¨¦n, en la frontera entre Colombia y Panam¨¢, vio a una familia de haitianos regalar su ni?o peque?o a una pareja de venezolanos. Era la ¨²nica forma de garantizarle un futuro distinto al que ellos tendr¨ªan regresando a su pa¨ªs. Luego, m¨¢s adelante en la misma ruta, se encontr¨® varios j¨®venes que no alcanzaban los quince a?os de edad y que hac¨ªan esta traves¨ªa solos, como ella, cuenta al tel¨¦fono desde Necocl¨ª. Todos buscaban un futuro mejor. Para Mar¨ªa y el resto del grupo de migrantes no eran im¨¢genes nuevas, est¨¢n acostumbrados a hacer lo necesario para cruzar la espesa selva.
Aunque Colombia siempre ha sido un punto de migraci¨®n, en el ¨²ltimo a?o el tr¨¢nsito de menores, en especial, los no acompa?ados va en aumento. De enero a mayo de 2022 transitaron 19.000 personas hacia el Dari¨¦n, de ellas el 25% eran ni?as, ni?os y adolescentes. Por su parte, Unicef alert¨® que en ese mismo per¨ªodo 168 ni?os, ni?as y adolescentes cruzaron la frontera con Panam¨¢ no acompa?ados o separados, en contraste con el 2021, cuando cruzaron 202 menores en total en todo el a?o. Una tragedia que al parecer tiene ra¨ªz en un cambio en las din¨¢micas migratorias y que, adem¨¢s, necesita atenci¨®n gubernamental urgente.
El a?o pasado la migraci¨®n, al menos en el Dari¨¦n, era principalmente haitiana, masculina y joven. Pero en el 2022, se ha transformado en una migraci¨®n m¨¢s de origen venezolano y de n¨²cleos familiares, lo que redunda en un mayor tr¨¢nsito de menores de edad migrantes que no cuentan con alg¨²n tipo de cuidador. Los ni?os separados son aquellos que en medio de las agrestes rutas fronterizas se pierden o son separados de su familia por terceros, sean actores ilegales o autoridades. La franja de edad de los menores separados oscila entre 0 a 5 a?os mientras que los no acompa?ados son en su mayor¨ªa adolescentes.
Las alertas sobre las implicaciones de este cambio en el flujo migratorio se han encendido, dadas las magnitudes y la vulnerabilidad de esta poblaci¨®n, si se tiene en cuenta las rutas tan agrestes como lo es la selva del Dari¨¦n. Solo en el aspecto de afectaciones a la salud, inquieta que los menores de edad son propensos a tener f¨¢cilmente infecciones en la piel, deshidrataci¨®n severa hasta ahogamientos. Desde M¨¦dicos Sin Fronteras, organizaci¨®n humanitaria que hace presencia en la zona fronteriza con Panam¨¢, expresaron su preocupaci¨®n, ¡°al ser una poblaci¨®n epidemiol¨®gicamente m¨¢s vulnerable, esto tiene consecuencias negativas en su salud y su desarrollo¡±.
Pero los peligros a los que se exponen los ni?os, ni?as y adolescentes son numerosos y de diferentes ¨ªndoles. As¨ª lo expres¨® despu¨¦s de una visita a Necocl¨ª, v¨ªa de entrada al Dari¨¦n, el Defensor del Pueblo: ¡°reitero el llamado a las autoridades de Colombia y de los dem¨¢s pa¨ªses por donde se da este tr¨¢nsito de menores de edad no acompa?ados para que adopten las medidas de protecci¨®n necesarias a fin de evitar que esta poblaci¨®n, que goza de especial protecci¨®n del Estado, caiga en manos de redes criminales que los utilicen para actividades il¨ªcitas como la trata, tr¨¢fico y explotaci¨®n sexual, mendicidad, tr¨¢fico de estupefacientes, entre otras¡±.
Estas mismas inquietudes las comparte un trabajador de una organizaci¨®n social de la zona de Dari¨¦n, que por seguridad prefiri¨® omitir su nombre y quien se?al¨®: ¡°Para nadie es un secreto que en el Urab¨¢ que muchos de estos menores terminan siendo explotados para la mendicidad por su falta de recursos o siendo v¨ªctimas de reclutamiento forzado por parte de grupos armados ilegales que operan en estos territorios, como el Clan del Golfo¡±.
Un pa¨ªs de tr¨¢nsito y de conflicto en aumento
Colombia suele ser un pa¨ªs de paso que conecta el centro y el sur del continente, por sus m¨¢s de cuatro puntos fronterizos, que cruzan desde venezolanos y haitianos hasta grandes caravanas de africanos. En su mayor¨ªa buscan llegar a Estados Unidos, otros se dirigen a Canad¨¢. De acuerdo a esta ruta y sus principales destinos, el fen¨®meno de los ni?os, ni?as y adolescentes no acompa?ados ha tenido lugar de forma recurrente hace a?os en la frontera entre M¨¦xico y Estados Unidos o en el tri¨¢ngulo norte de Centroam¨¦rica. Pero al ser una din¨¢mica reciente y al alza en pa¨ªses como Colombia, las medidas de contenci¨®n est¨¢n en su fase inicial y m¨¢s cr¨ªtica, a lo que se le suma un fuerte recrudecimiento del conflicto armado interno.
Un claro ejemplo es Necocl¨ª, un municipio que recibe miles de migrantes anualmente pero que por su tama?o est¨¢ configurado bajo una figura de ¡®sexta categor¨ªa¡¯. Es decir, que los recursos estatales all¨ª asignados son acotados. Un factor que limita la presencia en terreno de las entidades gubernamentales claves para hacerle frente a este flagelo o para desplegar una atenci¨®n efectiva para la poblaci¨®n migrante y la ni?ez, como el Instituto Nacional de Bienestar Familiar que no tiene presencia directa en esta parte del Urab¨¢, sino que presta sus servicios a trav¨¦s de terceros.
En otros lugares con altos ¨ªndices de migraci¨®n, como C¨²cuta o Arauca, en donde tambi¨¦n ha aumentado el tr¨¢nsito de menores de edad, la problem¨¢tica tiene otras complejidades. En estos puntos, la presencia se da muchas veces mediante la militarizaci¨®n, as¨ª sucede en la frontera colombo-venezolana debido a la cooptaci¨®n de las llamadas ¡®trochas¡¯ por parte de los grupos armados ilegales y las constantes disputas territoriales, generando obst¨¢culos en la atenci¨®n integral de los migrantes.
El Gobierno colombiano enfrenta un desaf¨ªo humanitario que ya desborda su andamiaje estatal y que exige soluciones inmediatas. As¨ª lo reafirm¨® la UNICEF en un comunicado donde hac¨ªan t¨¢citas sus preocupaciones: ¡°los gobernantes deben comprometerse y tomar medidas inmediatas para ayudar a proteger a todos los ni?os, ni?as, adolescentes y familias migrantes mientras se desplazan¡±. Entre tanto, esas medidas parecen lejanas y en las fronteras cientos de j¨®venes siguen exponiendo su vida buscando cumplir el sue?o de vivir bajo condiciones dignas.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.