El aumento de las tasas del ICETEX ahoga a los estudiantes endeudados: ¡°Estoy pensando en usar la tarjeta de cr¨¦dito¡±

David ?lvarez gana 3,5 millones de pesos mensuales (unos 850 d¨®lares) por su trabajo como m¨¦dico de urgencias de un hospital de Ch¨ªa, a las afueras de Bogot¨¢. Con un tercio de ese sueldo pagaba hasta hace unos d¨ªas un cr¨¦dito del ICETEX, el instituto estatal que cofinanci¨® su carrera en una universidad privada. Poco a poco iba amortizando una deuda de 127 millones de pesos (unos 30.000 d¨®lares). Le sobraban algunos recursos para ayudar a su madre con las cuotas educativas de sus dos hermanos menores. Sin embargo, el ICETEX anunci¨® la semana pasada que la crisis fiscal le impide mantener los subsidios a las tasas de inter¨¦s que hab¨ªa otorgado a estudiantes de poblaciones vulnerables ¡ªen particular, los que beneficiaban a quienes ya terminaron sus programas acad¨¦micos y est¨¢n en proceso de pago¡ª. A partir de este mes, la cuota de ?lvarez superar¨¢ los dos millones de pesos y se llevar¨¢ m¨¢s de la mitad de su sueldo.

Para afrontar el pago de marzo, est¨¢ considerando pedir un pr¨¦stamo a un familiar o usar una tarjeta de cr¨¦dito que le permita diferir el pago. ¡°Es la soluci¨®n en el corto plazo¡±, dice. Mientras tanto, sumar¨¢ m¨¢s turnos en su trabajo para aumentar sus ingresos. Sabe que tiene margen de maniobra, pero le parece injusto tener que trabajar un n¨²mero exorbitante de horas. Entre 2023 y 2024 tuvo dos empleos intercalados como m¨¦dico y hab¨ªa concluido que era insostenible. ¡°Uno no deber¨ªa consumirse por el trabajo. No vale la pena sacrificar el descanso y la salud mental por m¨¢s dinero¡±, consider¨®. En su caso, volver a sobrecargarse para pagar m¨¢s intereses al Estado significar¨¢ recortar tiempo del gimnasio, de esparcimiento con su familia y de estudios en neurociencias, el ¨¢rea de la medicina en la que quiere especializarse.

El m¨¦dico explica que escogi¨® estudiar en la Universidad de La Sabana, una instituci¨®n privada, por su enfoque social y cercano al paciente, pero que tampoco tuvo la opci¨®n de ir a una p¨²blica. La Universidad Nacional tiene cupos limitados y es dif¨ªcil entrar. Por eso, miles de estudiantes colombianos dependen del ICETEX para estudiar. Ahora considera que la deuda exorbitante y el sueldo precario le incentivan a irse de Colombia. Ya homolog¨® su t¨ªtulo en Espa?a y su objetivo es migrar en los pr¨®ximos meses. ¡°A uno deber¨ªa alcanzarle con un solo trabajo para desempe?arse en todos los aspectos de la vida. Uno tambi¨¦n es hijo, hermano, pareja¡±, justifica.

Es uno de muchos afectados que comentan sus casos en X y en grupos de WhatsApp como lCETEX Te Condena, una comunidad que busca soluciones sin recurrir a la rama judicial, seg¨²n explica uno de sus organizadores. Algunos afectados defienden al Gobierno de Gustavo Petro. Replican el argumento presidencial de que la Corte Constitucional tumb¨® en 2023 un art¨ªculo de la reforma tributaria que buscaba que las universidades asumieran los intereses de las deudas. Otros responden con notas period¨ªsticas que desmienten la afirmaci¨®n: la decisi¨®n del alto tribunal no tiene relaci¨®n con los subsidios del ICETEX ni afecta a quienes ya ten¨ªan cr¨¦ditos. La mayor¨ªa, m¨¢s all¨¢ de las culpas, evidencia su frustraci¨®n por las promesas incumplidas.

Los pol¨ªticos, en tanto, evaden la responsabilidad. El ministro de Educaci¨®n, Daniel Rojas Medell¨ªn, se?al¨® en W Radio que el ICETEX le inform¨® que los problemas presupuestales se deb¨ªan a que el Congreso rechaz¨® el a?o pasado una ley de financiamiento que el Gobierno promovi¨® para aumentar impuestos y evitar recortes presupuestales. Reiter¨®, adem¨¢s, que las deudas del ICETEX han sido hist¨®ricamente abusivas y que la soluci¨®n est¨¢ en fortalecer la educaci¨®n p¨²blica, pese a que el Gobierno est¨¢ muy lejos de cumplir con su promesa de abrir 500.000 nuevos cupos en este cuatrienio. El director del instituto, ?lvaro Urquijo, agreg¨® en la misma emisora que no se han cambiado las condiciones con las que los estudiantes aceptaron los cr¨¦ditos: argument¨® que las tasas subsidiadas eran temporales, sujetas a las posibilidades presupuestarias, y se pod¨ªan retirar.

La decisi¨®n en la adolescencia

Natalia Duarte, una m¨¦dica de C¨²cuta que trabaja en Tunja, cuenta que no hubiera podido estudiar sin el cr¨¦dito del ICETEX. ¡°Las universidades que ofertaban medicina en mi ciudad eran dos. Una, la de Pamplona, es p¨²blica pero tiene cupos muy limitados: te puedes demorar tres o cuatro a?os en entrar y tienes que pagar un curso de ingreso que es muy costoso¡±, explica. Su familia, en tanto, no pod¨ªa pagar la otra, la privada Universidad de Santander. Su padre le daba un aporte econ¨®mico, pero tiene varios hijos de los que ocuparse. Su mam¨¢ muri¨® cuando era ni?a. Su t¨ªa, que la adopt¨®, se dedicaba a vender alimentos en tiendas y apenas le alcanzaba para las otras necesidades.

La ¨²nica opci¨®n era un cr¨¦dito. Por eso, se esforz¨® para obtener un puntaje alto en las pruebas de fin de bachillerato. Le fue bien, pero no lo suficiente para ser beneficiaria de Ser Pilo Paga, un programa discontinuado de cr¨¦ditos condonables. Entonces, no tuvo dudas cuando le lleg¨® un correo con la opci¨®n del ICETEX. Enfatiza que era una adolescente que ¡°solo ten¨ªa la ilusi¨®n de poder estudiar y no pensaba en enfrentarse a una deuda de tantos millones¡±. M¨¢s all¨¢ de la letra chica, Duarte subraya que el correo publicitaba tasas de inter¨¦s iguales a la inflaci¨®n.

La cuota mensual de la m¨¦dica ahora subi¨® de 2 millones a 2,9 millones de pesos. Podr¨¢ hacerle frente porque tiene dos empleos: uno de tiempo completo con un sueldo de 4,5 millones y otro de jornada parcial que le aporta otro mill¨®n y medio. Su objetivo de trabajar sin descanso era pagarle pronto al ICETEX y pensar en otro cr¨¦dito para pagar una especializaci¨®n en ginecolog¨ªa (alrededor de 200 millones de pesos). Ahora, sin capacidad de ahorro, enfatiza que ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil pagar si primero pudiera terminar de formarse. ¡°Siendo especialista, el sueldo se triplicar¨ªa a 20 millones. Ah¨ª ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil pagar tres millones mensuales de deuda¡±, eval¨²a.

La falta de transparencia

Las formas en las que el ICETEX ha manejado la situaci¨®n no han ayudado. El periodista bogotano Hugo Caro, que tiene una deuda de unos 90 millones con el instituto, cuestiona que no recibi¨® ninguna notificaci¨®n previa al aumento. ¡°Primero te golpean y luego te avisan¡±, dice. Se enter¨® de que algo suced¨ªa cuando le lleg¨® un cobro 1,3 millones, frente a los 780.000 que sol¨ªa pagar. Entr¨® a X, vio que otros denunciaban situaciones similares y comprendi¨® que era algo generalizado. Despu¨¦s, le lleg¨® la carta en la que se explicaba que el pa¨ªs enfrenta ¡°una compleja crisis fiscal¡±.

Caro cuenta que el aumento no es el ¨²nico problema. Le frustra a¨²n m¨¢s que la fracci¨®n que se destina al pago del capital se haya reducido a una cifra irrisoria: 65.000 pesos, apenas el 5%. Dice que antes variaba, pero rondaba el 30% o 40%. ¡°Siento que me est¨¢n robando. Si lo hiciera un banco privado, estoy seguro de que ya lo hubieran intervenido¡±, dice. Exige una explicaci¨®n. ¡°No voy a pelear por la cuota, es una batalla perdida. Pero ir¨¦ a la oficina del ICETEX para entender la nueva distribuci¨®n¡±, se?ala. Conf¨ªa menos en el instituto estatal que en los bancos: ¡°La cuota de ellos es el primer pago que hago cada mes. No quiero que me est¨¦n llamando, me reporten y arruinen mi historial crediticio¡±.

El periodista a¨²n no sabe qu¨¦ hacer para cubrir el incremento. Su familia le ha sugerido que colabore con la Asociaci¨®n Colombiana de Usuarios de Pr¨¦stamos Educativos (ACUPE) para buscar irregularidades en los cobros y demandar al ICETEX. Mientras lo piensa, reconsidera su oficio. ¡°El periodismo no es el sector mejor pago¡±, explica. Recuerda que como adolescente sent¨ªa fascinaci¨®n por el periodismo deportivo y agradece que el ICETEX le permitiera estudiar en la Universidad Javeriana, con una de las carreras de la Comunicaci¨®n m¨¢s prestigiosas del pa¨ªs. Pero, dice, su sueldo no compensa y el 35% de sus ingresos se va a pagar los intereses de su deuda educativa. A diferencia de los m¨¦dicos, no tiene la opci¨®n de sumar m¨¢s turnos. ¡°O me quedo haciendo lo que me gusta o me busco otro empleo y gano mejor¡±, eval¨²a.

La desilusi¨®n con el Gobierno

Los m¨¦dicos Duarte y ?lvarez cuentan que tomaron en cuenta las promesas educativas de Gustavo Petro cuando lo votaron en las elecciones de 2022. La cucute?a explica que no se considera de izquierdas, pero que valor¨® las promesas de una condonaci¨®n masiva de deudas y de fortalecimiento de las universidades p¨²blicas. ?lvarez se?ala que lo vot¨® porque iba a priorizar a poblaciones antes relegadas. Comparten la decepci¨®n. ¡°Nos vendieron que se priorizar¨ªa la educaci¨®n y no nos han cumplido en absolutamente nada¡±, dice ella. ¡°Parte de ser presidente es asumir la responsabilidad sobre las promesas que se hicieron¡±, comenta ¨¦l.

El periodista Caro, que tambi¨¦n vot¨® a Petro, matiza que nunca crey¨® en las promesas de cambiar el ICETEX. ¡°Hace 10 a?os que lidio con el cr¨¦dito y s¨¦ qu¨¦ tipo de instituci¨®n es: est¨¢ moldeada para exprimirte hasta la ¨²ltima gota de esfuerzo¡±, afirma. Aunque volver¨ªa a votar al presidente frente a opciones de derecha, encuentra una doble vara en cu¨¢nto a la pol¨ªtica educativa. ¡°Los sectores que antes marchaban ahora est¨¢n con el Gobierno. No tengo ninguna duda de que, si esto mismo ocurr¨ªa en el Gobierno de Iv¨¢n Duque [2018-2022], estar¨ªamos en marchas y plantones continuos frente al ICETEX o el Ministerio¡±.