¡°Del territorio al Capitolio¡±: las v¨ªctimas de la guerra llegan al Congreso
Los elegidos para ocupar las curules de paz ser¨¢n la quinta fuerza pol¨ªtica en la C¨¢mara de Representantes en cumplimiento de uno de los puntos del acuerdo con las FARC
Escuchar el testimonio de todas las v¨ªctimas que ha dejado el conflicto armado en Colombia llevar¨ªa 17 a?os, utilizando las 24 horas del d¨ªa. Lo dijo recientemente el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisi¨®n de la Verdad, creada en el marco del acuerdo de paz que firmaron el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC en 2016. La afirmaci¨®n dibuja en parte la magnitud de una guerra que sobrepasa medio siglo. M¨¢s de nueve millones de personas han sufrido esta confrontaci¨®n armada en la que han participado m¨²ltiples actores y que todav¨ªa deja innumerables heridas por sanar. Por primera vez, las v¨ªctimas tendr¨¢n representaci¨®n en el Congreso de la Rep¨²blica que toma posesi¨®n este 20 de julio.
Son 16 curules de un total de 188 esca?os en la C¨¢mara de Representantes que, junto con el Senado, compone el ¨®rgano legislativo nacional. Estar¨¢n ocupadas por candidatos que fueron elegidos en las zonas rurales de los municipios m¨¢s afectados por la violencia, agrupados en circunscripciones. Su llegada se materializa despu¨¦s de cuatro a?os de retraso, a pesar de ser uno de los puntos del acuerdo. ¡°Desde el principio de las conversaciones se dijo que las v¨ªctimas eran el centro del proceso de paz. Su presencia tendr¨¢ un efecto de integraci¨®n nacional e incorporaci¨®n de las regiones m¨¢s afectadas por el conflicto, que han sido las m¨¢s aisladas y menos representadas¡±, afirma Humberto de la Calle, que fue jefe negociador del Gobierno en La Habana y hoy es senador electo para el nuevo periodo del Congreso.
Impulsar desde el Capitolio Nacional un verdadero tr¨¢nsito hacia el posconflicto es una de las m¨¢ximas prioridades de los representantes, quienes exigir¨¢n avances reales para el cumplimiento total del acuerdo. Entre ellos, una reforma rural integral que acerque oportunidades de igualdad y desarrollo para el campo. ¡°Vamos a acompa?ar y proponer proyectos que beneficien a los territorios, que sean justos y oportunos porque normalmente se crean leyes que solo quedan en el papel. No ser¨¢ un trabajo de escritorio sino con conocimiento de las necesidades en estas poblaciones, del territorio al Capitolio¡±, asegura Karen Manrique, de 31 a?os, una de las tres mujeres elegidas. Fue v¨ªctima de desplazamiento forzado en el departamento de Arauca, al oriente del pa¨ªs, donde ni?os y ni?as todav¨ªa crecen expuestos al reclutamiento por parte de grupos armados.
Los candidatos a las curules de paz, parad¨®jicamente, tuvieron que hacer campa?a en medio del conflicto. Vivieron situaciones como amenazas y paros armados que obligaban a los habitantes de algunas localidades a permanecer encerrados en sus casas. El Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja alert¨®, a comienzos de este a?o, sobre el recrudecimiento de la violencia en algunas zonas y advirti¨® que el panorama podr¨ªa ser m¨¢s complejo que el del a?o pasado. En lo que va de 2022, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, ha reportado el asesinato de 102 l¨ªderes sociales, 1.329 desde la firma del acuerdo entre el Gobierno y las FARC.
¡°Los grupos armados deben saber leer la realidad que est¨¢ viviendo el pa¨ªs. El pr¨®ximo Gobierno (de Gustavo Petro) ha abierto la posibilidad de nuevos di¨¢logos y estos actores deben corresponder al llamado a terminar la confrontaci¨®n que est¨¢ afectando a la poblaci¨®n civil¡±, dice Di¨®genes Quintero, de 33 a?os, representante electo por el Catatumbo (Norte de Santander). Es abogado y defensor de Derechos Humanos. En esta regi¨®n, disidencias de la antigua guerrilla han realizado patrullajes recientes en pleno casco urbano del municipio de Tib¨², fronterizo con Venezuela. ¡°Es inaceptable lo que ha ocurrido, el Estado y la Fuerza P¨²blica no pueden permitir este tipo de hechos¡±, se?ala.
El proceso de elecci¨®n de los aspirantes a las curules de paz no estuvo libre de cuestionamientos como la presunta participaci¨®n de clanes y maquinarias de pol¨ªticos tradicionales. Uno de los hechos m¨¢s controvertidos fue la elecci¨®n de Jorge Rodrigo Tovar V¨¦lez, hijo del exjefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, como representante de las v¨ªctimas de Cesar, La Guajira y Magdalena, departamentos de la costa norte. El joven de 31 a?os, que obtuvo cerca de 15.000 votos, se ha defendido en medios de comunicaci¨®n asegurando que ¨¦l tambi¨¦n ha sido v¨ªctima de la violencia. Su padre est¨¢ condenado en Colombia a 40 a?os de prisi¨®n, ha tenido m¨¢s de 1.400 investigaciones penales y estuvo preso en Estados Unidos por narcotr¨¢fico. La elecci¨®n est¨¢ demandada ante el Consejo de Estado.
Por otra demanda en curso, este tribunal suspendi¨® la del representante Jhon Fredy N¨²?ez, de la circunscripci¨®n de paz de Caquet¨¢, en el suroriente del pa¨ªs, como una medida cautelar por una posible inhabilidad. Los dem¨¢s elegidos tomar¨¢n posesi¨®n en la instalaci¨®n del Congreso de la Rep¨²blica por un periodo de cuatro a?os (2022-2026). Las v¨ªctimas podr¨¢n elegir a sus voceros para las 16 curules de paz por un total de dos periodos electorales.
Seg¨²n el informe final de la Comisi¨®n de la Verdad, el conflicto armado en Colombia dej¨® m¨¢s de 450.000 muertos en un periodo de 30 a?os (entre 1986 y 2016), incluidas masacres y asesinatos selectivos; cerca de ocho millones de desplazados y 40.000 menores de edad reclutados, entre otros delitos. El 80% de las v¨ªctimas del conflicto eran civiles. Los actores involucrados han sido grupos armados ilegales como las FARC, el ELN, grupos paramilitares, la fuerza p¨²blica y agentes del Estado no integrantes de la fuerza p¨²blica. El control territorial de zonas estrat¨¦gicas para el tr¨¢fico de drogas y armas ha sido una de las principales causas de la prolongaci¨®n de la violencia.
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