Susana Muhamad: ¡°Debemos investigar a los grandes capitales que est¨¢n financiando la deforestaci¨®n¡±
La nueva ministra de Medio Ambiente en Colombia tiene una agenda ambiciosa para frenar la deforestaci¨®n, proteger la vida de los l¨ªderes ambientales, y empujar la transici¨®n energ¨¦tica que prometi¨® el presidente electo. ¡°Petro entendi¨® que las transformaciones necesitan consensos¡±, dice en entrevista con EL PA?S
Susana Muhamad, designada recientemente como nueva ministra de Medio Ambiente en Colombia, es quiz¨¢s la persona en el nuevo gabinete que mejor conoce al presidente electo. Ella, polit¨®loga y ambientalista de 45 a?os nacida en Barranquilla, acompa?¨® a Gustavo Petro las tres veces que ¨¦l se lanz¨® a la presidencia ¡ªen 2010, 2018 y 2022¡ª y estuvo a su lado cuando logr¨® ganar la Alcald¨ªa de Bogot¨¢ en 2011. Fue secretaria de Medio Ambiente en el gabinete de Petro en la capital, y m¨¢s recientemente concejal hasta que el nuevo presidente la nombr¨® en el cargo. Ahora ser¨¢ una ficha clave para la transici¨®n energ¨¦tica que ha prometido el nuevo Gobierno, una que permita depender menos de los combustibles f¨®siles y que refuerce la conservaci¨®n de las selvas, bosques y r¨ªos en unos de los pa¨ªses m¨¢s biodiversos. Muhamad recibe a EL PA?S una tarde en la que busca el tiempo para escribir una columna, hacer un video para redes, y hablar con otros dos medios de televisi¨®n. Se mueve r¨¢pido entre reuniones y entrevistas, viaja en su bicicleta de una a otra, pero una vez se sienta a tomar un expreso habla con firmeza de lo que, considera, es el Gobierno que lograr¨¢ crear una econom¨ªa m¨¢s verde.
Pregunta. ?Cu¨¢l fue el principal mandato que le pidi¨® el presidente Petro al nombrarla?
Respuesta. Me puso frente a transformaciones que no son nada f¨¢ciles, que tienen que ver con que el sector ambiental se convierta en un regulador real de los devenires productivos y sociales del pa¨ªs. Hay un principal reto que es frenar la deforestaci¨®n, pero tambi¨¦n restaurar ecosistemas estrat¨¦gicos y trabajar lo ambiental de forma que respete y garantice los derechos de las poblaciones. Por lo tanto, la relaci¨®n con las poblaciones ¨¦tnicas va a ser absolutamente crucial. Tambi¨¦n empujar la transici¨®n energ¨¦tica, que si bien es un tema que debe partir principalmente del sector Minas y Energ¨ªa, s¨¦ que el presidente conf¨ªa en mi criterio para imprimir la ambici¨®n clim¨¢tica necesaria.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le preocupa del Gobierno saliente de Iv¨¢n Duque?
R. La Operaci¨®n Artemisa [operaciones militares para frenar la deforestaci¨®n], que ha generado mucha tensi¨®n social y pol¨ªtica en los territorios donde se ha aplicado. Artemisa deja estigmatizado al sector ambiental frente a las comunidades, porque es una l¨®gica de militarizaci¨®n de la conservaci¨®n. He recibido, con preocupaci¨®n, que funcionarios de parques nacionales se sienten vulnerables en ciertos territorios porque las comunidades los ven como copart¨ªcipes de esas acciones militares. Tenemos el gran reto de recuperar la confianza de esas comunidades. Otro tema que me preocupa es la financiaci¨®n, porque he visto un sector ambiental demasiado dependiente de la cooperaci¨®n internacional y con poco presupuesto estatal.
P. ?Qu¨¦ nuevas estrategias plantea para frenar la deforestaci¨®n en Colombia?
R. Hay que implementar el acuerdo de paz [del 2016]. ?sa es la principal estrategia, porque se est¨¢ disparando la deforestaci¨®n en territorios que eran regulados en la l¨®gica de la guerra. Al salir las FARC, quedaron a merced de econom¨ªas il¨ªcitas y el Estado no lleg¨® a controlarlos. ?Qu¨¦ tenemos que hacer? Llegar integralmente con todo el Estado a respaldar a las comunidades campesinas que hoy son utilizadas en masivas operaciones de deforestaci¨®n. Eso pasa por la reforma rural integral, el Punto 1 del acuerdo de paz: titulaci¨®n de las tierras para esas comunidades, obviamente no en las zonas sensibles ecol¨®gicamente ni en los parques nacionales. Necesitamos acuerdos sociales de fondo y, como dicen los campesinos, garant¨ªas para poder vivir bien. Eso implica generar un uso sostenible de los bosques y que las comunidades se beneficien de la conservaci¨®n en t¨¦rminos de turismo, de bioeconom¨ªa, de aprovechamiento forestal sostenible. Por ah¨ª pasa, por lo menos, el 40% del problema.
P. ?Por d¨®nde pasa el otro porcentaje?
R. Hay que ver qu¨¦ hacer con esas econom¨ªas il¨ªcitas. All¨ª toca que funcione bien el programa de sometimiento a la justicia, para que podamos generar que muchas de esas personas, que de pronto hoy se est¨¢n viendo empujadas a la ilegalidad, puedan regresar a la legalidad. Por ¨²ltimo, fortalecer el control penal, pero eso no se hace a trav¨¦s del Ej¨¦rcito. Lo de ellos no son operaciones ni log¨ªstica peque?as, ac¨¢ hay corrupci¨®n. ?C¨®mo alguien va a la mitad de la nada y abre una carretera y tumba bosque y trae comunidades? Necesitamos fortalecer las capacidades de investigaci¨®n criminal, tanto contra los lazos de corrupci¨®n en el mismo Estado que permite eso, como contra los grandes capitales que est¨¢n generando este proceso. Creo que es un paquete complejo, no es una sola acci¨®n ni una operaci¨®n militar lo que va a detener el problema.
P. ?Continuar¨¢ con algunas de las pol¨ªticas de Iv¨¢n Duque para combatir delitos ambientales?
R. La pregunta m¨¢s bien es, ?a qui¨¦n queremos criminalizar? ?Al campesino que tiene una motosierra y est¨¢ bajo el poder de las disidencias armadas? Porque si te apuntan con un fusil, t¨² haces lo que te ordenen. ?D¨®nde est¨¢ el Estado para llegar a los puntos neur¨¢lgicos que mantienen estas gigantescas operaciones? Esto tiene que ver con lavado de activos, con corrupci¨®n en los gobiernos, con econom¨ªas gigantescas. Podr¨ªa decir que los financiadores de la deforestaci¨®n est¨¢n tranquilos en Bogot¨¢, mientras el Ej¨¦rcito est¨¢ persiguiendo al campesino.
P. Colombia es uno de los pa¨ªses m¨¢s peligrosos para los defensores ambientales. ?C¨®mo intentar¨¢n proteger su vida?
R. Tenemos que generar garant¨ªas para la participaci¨®n democr¨¢tica. Los liderazgos ambientales han sido estigmatizados por el Estado, porque se han opuesto muchas veces a proyectos p¨²blicos. Si el Estado no responde a las consultas populares, no respeta la consulta previa, no tiene mecanismos de di¨¢logo democr¨¢tico con estos liderazgos en zonas donde hay mucha violencia, pues estos liderazgos terminan estigmatizados, solos, aislados, y en peligro.
Un punto fundamental es aprobar el Acuerdo Escaz¨², que pone todo esto en el marco de los derechos humanos. Nos da un marco para reformas legales, para garantizar la participaci¨®n de las comunidades para el licenciamiento ambiental. Tambi¨¦n queremos lanzar un plan integral de protecci¨®n a liderazgos sociales, que tiene que ser transversal al Gobierno. No puede ser que ante una amenaza la ¨²nica instituci¨®n que responda es la Unidad Nacional de Protecci¨®n del Riesgo, con un chaleco o una camioneta. Si hay una amenaza en los liderazgos es porque hay un conflicto. ?D¨®nde est¨¢ el Estado interviniendo en ese conflicto?
P. Francia M¨¢rquez, la nueva vicepresidente, es una reconocida l¨ªder ambiental. ?Cu¨¢l va a ser su rol en el Ministerio?
R. No se ha definido, no hemos llegado a esas conversaciones, pero Francia M¨¢rquez tendr¨¢ un papel fundamental porque tiene una trayectoria de liderazgo ambiental important¨ªsimo. Se vienen retos fundamentales como la reglamentaci¨®n del cap¨ªtulo 4 de la Ley 70, que se enfoca en los derechos ambientales de las comunidades afrocolombianas. Yo s¨¦ que ella tambi¨¦n tiene en su coraz¨®n la agroecolog¨ªa, y nos proponemos trabajar en que esta transici¨®n del sistema productivo, para que la agroindustria tenga una vocaci¨®n ecol¨®gica y no una de destrucci¨®n del medio ambiente. S¨¦ que ah¨ª hay respaldo pol¨ªtico y el trabajo con ella va a ser muy importante.
P. Otro grave problema ambiental es la contaminaci¨®n de los r¨ªos por el uso del mercurio y la miner¨ªa ilegal. ?C¨®mo protegerlos sin criminalizar a peque?os mineros artesanales?
R. Hay que reformar al C¨®digo de Minas, que borr¨® la miner¨ªa ancestral o tradicional porque fue hecho para la entrada de las grandes multinacionales y las explotaciones gigantescas. El C¨®digo es s¨²per inequitativo con la miner¨ªa tradicional y comunitaria, y termina criminaliz¨¢ndola llam¨¢ndola informal o ilegal porque no ten¨ªa t¨ªtulo o no ten¨ªa licencia, cuando ha sido una actividad social y comunitaria hecha por a?os.
En Colombia hay tres niveles. Primero la miner¨ªa artesanal, de batea, que se hac¨ªa en los r¨ªos del Pac¨ªfico desde hace cientos de a?os y que no es mecanizada. Luego la gran miner¨ªa, que necesita licencia y t¨ªtulos. Y surgi¨® un nuevo modelo, la miner¨ªa de comunidades a peque?a y mediana escala, mecanizada, que tiene impactos ambientales que pueden ser graves si usan mercurio.
Entonces, en donde haya ecosistemas muy sensibles, hay que activar actividades econ¨®micas alternativas que puedan generar tantos o m¨¢s beneficios que esa miner¨ªa, en concertaci¨®n con las comunidades. Eso se puede hacer con buenos programas de pago por servicios ambientales y de bonos de carbono, pero con reglamentaci¨®n¡ªporque hoy es el salvaje oeste con respecto a los bonos de carbono. Es un tema complejo, pero creo que las claves son la concertaci¨®n y que la ley no estigmatice a los mineros artesanales.
P. ?Piensa revisar las licencias ambientales de los proyectos de exploraci¨®n petrolera actuales?
R. Estamos planteando una transici¨®n energ¨¦tica. El compromiso de campa?a fue frenar la exploraci¨®n adicional, extendiendo las reservas de petr¨®leo que tenemos para que nos lleguen a 12 o 15 a?os, para plantear simult¨¢neamente la ruta de la transici¨®n energ¨¦tica y bajar sustancialmente la dependencia de combustibles f¨®siles. Como los contratos de exploraci¨®n ya firmados se respetar¨¢n, Colombia puede terminar encontrando nuevas fuentes de combustibles f¨®siles para la transici¨®n. Pero el Gobierno se propone lanzar un plan ambicioso de transici¨®n para reducir la dependencia de combustibles f¨®siles casi a cero. El Gobierno Duque se comprometi¨® a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 51% al 2030, en ocho a?os, entonces no podemos seguir con la dualidad de que la transici¨®n ser¨¢ alg¨²n d¨ªa: empieza ahora y con este tipo de decisiones. Pero no vamos a poner en riesgo el abastecimiento de los combustibles mientras la transici¨®n se implementa, porque eso ser¨ªa causar un caos econ¨®mico que no nos permitir¨ªa avanzar.
P. La primera reforma del Gobierno de Petro es una tributaria. ?Traer¨¢ impuestos verdes?
R. Nos estamos terminando de organizar con el ministro de Hacienda, entonces preferir¨ªa no referirme a eso hasta que tengamos eso totalmente acordado. Pero s¨ª, estamos trabajando en ello.
P. A diferencia de otros ministros, usted tiene ya experiencia trabajando con Petro como secretaria de Ambiente de Bogot¨¢ ?Qu¨¦ lecci¨®n le dej¨® esa experiencia?
R. Para m¨ª fue un absoluto placer trabajar con Petro. Yo vengo del activismo ambiental y no creo que hubiera aceptado ser secretaria de un gobierno que no tomara lo ambiental en serio. Lo que hace que sea muy interesante esta posibilidad es que el presidente Petro tiene la agenda ambiental en su coraz¨®n y sabe las implicaciones de la transformaci¨®n que eso conlleva. Petro me permiti¨® todo el espacio para poder movilizar los objetivos ambientales de forma transversal al Gobierno.
P. ?Qu¨¦ opina de quienes dicen que Petro puede ser muy terco y soberbio con su equipo?
R. Que es terco, s¨ª, pero en el sentido de que no sacrifica las metas de cambio. Muchas veces la burocracia, la l¨®gica institucional, tiende a mantener el status quo, porque as¨ª podemos cumplir las metas, hacer lo que los gobiernos saben hacer y decirle a la poblaci¨®n que cumplimos. Es dif¨ªcil empujar los l¨ªmites, y lo que Petro busca es que las transformaciones se hagan. Eso reta a una institucionalidad que preferir¨ªa que fu¨¦ramos m¨¢s lento, que no tom¨¢ramos tantos riesgos, pero cambiar aspectos complejos de la sociedad requiere ese empuj¨®n, y en eso s¨ª es terco. Pero no es una persona irracional. En mi experiencia, con ¨¦l uno tambi¨¦n tiene que empujarse a ser muy creativo y a no preguntarse por qu¨¦ no se puede. Esa es nuestra tarea como equipo, buscar c¨®mo podr¨ªamos cumplir con esa transformaci¨®n.
P. ?Ha cambiado el Petro de la Alcald¨ªa al de ahora?
R. S¨ª, ha madurado mucho. Creo que el primer a?o en la Alcald¨ªa fue como una bomba, como: ¡®ac¨¢ vamos a hacer el cambio de una¡¯. Creo que ha entendido que las transformaciones necesitan consenso y di¨¢logos con otros, y que s¨ª se puede ser convocante, ser unificador alrededor del cambio. Tambi¨¦n creo que ha ganado en serenidad, y que entiende estrat¨¦gicamente por d¨®nde hay que caminar.
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