La diplomacia colombiana tropieza en su apuesta frente a Nicaragua

La tormenta desatada por la deliberada ausencia de Colombia en una sesi¨®n de la OEA sobre la condena al r¨¦gimen de Nicaragua, por perseguir a la prensa y encarcelar opositores, no amaina. La pol¨ªtica exterior del Gobierno de Gustavo Petro tropez¨® entonces, reci¨¦n posesionado el mandatario de izquierdas, con su primera piedra, en una movida que ha provocado, entre otras, que la oposici¨®n promueva una moci¨®n de censura contra el canciller, ?lvaro Leyva. Adem¨¢s, esa arriesgada apuesta se ha topado con un aparente rechazo del r¨¦gimen de Daniel Ortega.

La movida de la diplomacia colombiana, nunca del todo aclarada, no ha rendido frutos, a juzgar por el mensaje de un portavoz de Ortega. ¡°No estamos pidiendo nada diferente a que reconozcan el fallo del m¨¢ximo tribunal del planeta¡±, se?al¨® el lunes en su programa radial William Grisby, vocero oficioso de Ortega, sobre el litigio que enfrenta a Colombia y Nicaragua en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Sus palabras se han interpretado como un portazo a los pasos del Gobierno de Petro con respecto a la pretendida negociaci¨®n para conseguir la liberaci¨®n de un grupo de presos pol¨ªticos, por un lado, y la posibilidad de que los pescadores de la isla caribe?a de San Andr¨¦s puedan trabajar en aguas que el tribunal ha declarado como nicarag¨¹enses.

Sin identificar a los mensajeros, Grisby ¡ªa quien el peri¨®dico nicarag¨¹ense El Confidencial califica como ¡°uno de los principales propagandistas del r¨¦gimen Ortega-Murillo¡±¡ª asegur¨® que la negociaci¨®n que propon¨ªa Colombia implicaba reconocer el fallo de La Haya a cambio de la liberaci¨®n de presos pol¨ªticos. Ya el periodista Daniel Coronell hab¨ªa se?alado, tanto en su columna de Los Danieles como en W RADIO, que Bogot¨¢ intenta negociar con Managua la aplicaci¨®n de la sentencia, emitida el pasado abril, para que les permita a los pescadores raizales de San Andr¨¦s seguir trabajando en esas aguas que La Haya concedi¨® a Nicaragua desde 2012.

Coronell coincide en que la segunda raz¨®n de la ausencia de Colombia en la sesi¨®n de la OEA era la gesti¨®n para lograr liberar a un grupo de al menos 14 presos pol¨ªticos, entre ellos los excandidatos presidenciales Juan Sebasti¨¢n Chamorro, Medardo Mairena, Miguel Mora Barberena y F¨¦lix Madariaga. ¡°En esta intermediaci¨®n tambi¨¦n participa Cuba¡±, agrega el periodista.

En la ¨²nica comunicaci¨®n oficial ante la lluvia de cr¨ªticas, un comunicado firmado por Leyva que lleg¨® despu¨¦s de d¨ªas de controversia y especulaciones, la Canciller¨ªa asegur¨® sin mayores detalles que la ausencia de Colombia en la sesi¨®n del pasado 12 de agosto fue por razones estrat¨¦gicas y humanitarias, pero no ideol¨®gicas. Habl¨® entonces de la ¡°ventana de oportunidad para una acci¨®n humanitaria de envergadura en Nicaragua¡±, que coincidi¨® con la votaci¨®n de aquel d¨ªa en la OEA. ¡°Se guard¨® silencio diplom¨¢tico debido a que no pod¨ªamos hacer p¨²blicas las gestiones internacionales que se estaban adelantando antes de obtener un resultado¡±, se escud¨®.

La derecha no ha perdido la oportunidad de acusar a Petro de promover una pol¨ªtica exterior ideologizada, en l¨ªnea con la izquierda autoritaria de Am¨¦rica Latina. Desde entonces, el Centro Democr¨¢tico, declarado en oposici¨®n al Ejecutivo, ha anunciado que promover¨¢ sendos debates contra el ministro de Relaciones Exteriores tanto en el Senado como en la C¨¢mara de Representantes. En ambos casos, el Gobierno se encamina a tener amplias mayor¨ªas que deber¨ªan impedir una improbable censura.

Petro, que se posesion¨® el 7 de agosto, busca marcar el camino de la nueva izquierda latinoamericana, pero el liderazgo regional al que aspira tambi¨¦n se juega en sus posturas con respecto a la vieja izquierda. En campa?a se distanci¨® de los reg¨ªmenes autoritarios como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Sin embargo, tanto La Habana como Caracas son clave para la paz total que persigue el Gobierno, que pasa por una negociaci¨®n con la guerrilla del ELN. En esos dos casos, avanza una bienvenida normalizaci¨®n luego de a?os de tensiones diplom¨¢ticas en el periodo de Iv¨¢n Duque. Es en Managua donde, por ahora, m¨¢s se ha empantanado la nueva diplomacia colombiana.

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