El jazz colombiano en clave femenina
La ciudad de Bogot¨¢ organiz¨® la primera Big Band de Jazz colombiana conformada enteramente por mujeres. ¡°Nos vamos a tomar la escena del jazz en Colombia¡±, dice su directora.
Hay un espacio en Bogot¨¢ donde el jazz del norteamericano Charles Mingus y la cumbia del colombiano Lucho Berm¨²dez se encuentran. La reuni¨®n de los dos, esta semana, la lleva a cabo una Big Band muy particular en la escena musical colombiana: la primera gran orquesta de jazz conformada solo por mujeres. En el largo camino de la igualdad de g¨¦nero, un nuevo grupo de 18 int¨¦rpretes colombianas se toma el escenario este jueves en la noche, y el fin de semana, para mostrar que el lugar de la mujer tambi¨¦n es frente a un saxof¨®n. O frente a un clarinete. O dirigiendo una enorme orquesta.
¡°Despu¨¦s de este proyecto, vamos a tomar la escena del jazz en Colombia¡±, dice Esther Rojas, bajista, arreglista, compositora y la directora musical de la nueva Big Band.
El Instituto Distrital de Artes de Bogot¨¢ organiza anualmente, desde 2010, una convocatoria para conformar la Big Band de la capital: una orquesta con los mejores m¨²sicos que se presentan en el festival Jazz al Parque¡ªun festival que regresa esta semana despu¨¦s de dos a?os y medio de receso por la pandemia. En 12 a?os de existencia los m¨²sicos de la Big Band han sido casi exclusivamente hombres, y por eso el Distrito decidi¨® este a?o hacer una convocatoria solo para ellas. ¡°Ac¨¢ hay una deuda hist¨®rica que hay que saldar¡±, cuenta Daniella Cura, music¨®loga feminista y programadora de Jazz al Parque. ¡°Cuando abrimos la convocatoria p¨²blica, solo para mujeres, se presentaron 93 de ellas, todas residentes en Bogot¨¢ pero que vienen de todas partes del pa¨ªs¡±. Hay mujeres de Cartagena, Barranquilla, Cali, Ubat¨¦, Zipaquir¨¢, y varias bogotanas.
¡°En Colombia hay una nueva generaci¨®n de mujeres m¨²sicas, estamos en muy buenas manos¡±, dice Esther Rojas, la directora de la orquesta, una barranquillera que reside en Estados Unidos pero antes de viajar al norte hizo parte de grandes orquestas colombianas. ¡°La escena del jazz en Colombia ha estado compuesta en un 98% por hombres¡±, cuenta ella. En 2018 dirigi¨® la Big Band de Jazz al Parque y ella, la directora, era la ¨²nica mujer. Conoc¨ªa entonces al 80% de los miembros de esa orquesta, hombres con los que se hab¨ªa presentado en el pasado, mientras que la convocatoria de este a?o destap¨®, como encontrando secretos debajo de las piedras, a casi un centenar de excelentes saxofonistas, clarinetistas o trombonistas que los expertos del jazz colombianos no conoc¨ªan. ¡°?Yo conoc¨ªa a solo una!¡±, dice ella.
La escena del jazz, como la de casi todos los g¨¦neros musicales, ha sido dominada principalmente por hombres. ¡°En la universidad vi a muchas mujeres estudiando jazz pero a muy pocas como parte de un grupo de jazz¡±, cuenta Natalia Mendoza, pianista que en la Big Band es jefa de cuerdas de la secci¨®n r¨ªtmica¡ªbater¨ªa, bajo, guitarra, piano y percusiones. ¡°No hab¨ªa mucho espacio para uno estar en lugares como estos, para que el talento se vea, para que todo lo que uno estudia se ponga en alg¨²n lado¡±.
En la universidad no fue f¨¢cil identificar en qu¨¦ momento se frenaba la carrera de ellas y agarraba m¨¢s impulso la de ellos. Pero Mendoza cuenta que todos ven¨ªan una enorme disparidad entre n¨²mero de estudiantes mujeres y n¨²mero de int¨¦rpretes mujeres en escena. Un d¨ªa, un amigo m¨²sico le dijo que percib¨ªa que, en las convocatorias de orquestas, para que ¡°una saxofonista est¨¦ al lado de otros saxofonistas, es porque ella es mejor que el saxofonista. Porque, si hay un hombre que sea igual de bueno a ella, seguramente se escoger¨¢ al hombre¡±.
Lina Roc¨ªo Ni?o, saxofonista bogotana de 29 a?os, no se hab¨ªa lanzado a competir a¨²n por un puesto en una orquesta porque dudaba si pod¨ªa ser escogida. ¡°Muchas veces no se nos da como el mismo valor, se piensa que por el hecho de ser mujeres talvez tocamos menos, que nuestro nivel es m¨¢s bajo¡±, dice Ni?o. ¡°Yo no me hab¨ªa lanzado al agua en convocatorias anteriores, porque dec¨ªa como que no, no me lanzo porque de pronto no me van a valorar¡±. Despu¨¦s de que supo de esta convocatoria solo para mujeres, encontr¨® una nueva comunidad. ¡°Es maravilloso tener la libertad de compartir la m¨²sica solo entre nosotras¡±, a?ade.
¡°?Co?mo sonari?a el jazz si tuvie?ramos noches enteras solamente a cargo de mujeres?¡±, se preguntaba hace un tiempo la cantante de jazz colombiana Gina Savino, en una conversaci¨®n con la periodista cultural Irene Littfack. Una orquesta de solo mujeres permite escuchar el jazz de otra forma, dicen las int¨¦rpretes. ¡°De eso tambi¨¦n se trata el jazz, de escuchar al otro¡±, dice Mendoza, la pianista. ¡°Yo siento que no queremos sobresalir cada una, individualmente, sino hacer que todo suene muy bueno entre todas¡±. El mensaje de la conversaci¨®n no se entiende si cada instrumento busca sobresalir solo, explica ella, y la Big Band de mujeres quiere m¨¢s bien que se escuche muy claro otro mensaje.
¡°Yo siento que con esta Big Band femenina hay un poquito m¨¢s de sensibilidad en el sentido de la interpretaci¨®n cuidadosa de las obras¡±, dice Rojas, la directora. ¡°Cuando dirig¨ª la Big Band de hombres, en 2018, pues todo era como muy fuerte. Aqu¨ª tambi¨¦n somos fuertes, pero con m¨¢s variedad de emociones y que las expresamos a trav¨¦s de la m¨²sica¡±.
La primera presentaci¨®n, de entrada libre, es en la inauguraci¨®n del festival, la noche del jueves en el colegio del norte de Bogot¨¢, el Gimnasio Moderno; y la segunda ser¨¢ el domingo en el parque El Country. La Big Band de mujeres escogi¨® temas de los ¨ªconos del jazz, como Nina Simone, ¡°Ain¡¯t Got No¡ªI Got Life¡±, y Charles Mingus con ¡°Goodbye Pork Pie Hat¡±, en una versi¨®n con letras de Joni Mitchell. Pero tambi¨¦n escogieron cumbias como ¡°La Danza Negra¡± de Lucho Berm¨²dez, ¡°A d¨®nde van¡± de Mar¨ªa Mulata, y otros temas de las compositoras colombianas Eliana Echeverry o Francy Montalvo. Est¨¢ tambi¨¦n ¡°Esperanza¡±, un tema compuesto por la misma Rojas, una champeta que se fusiona con el jazz y rhythm and blues. ¡°La esperanza es lo ¨²ltimo que se pierde¡±, escribe ella en una peque?a descripci¨®n de la canci¨®n. La esperanza de que la m¨²sica se escuche tambi¨¦n como una conversaci¨®n entre mujeres, como lo preguntaba Gina Sabino, no se perdi¨® en la larga historia del jazz.
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