El poeta Jotamario Arbel¨¢ez: ¡°Estoy consternado con la noticia de mi fallecimiento¡±

El poeta colombiano Jotamario Arbel¨¢ez (Cali, 82 a?os) est¨¢ sentado en una silla de un hospital leyendo los obituarios que muchos medios de comunicaci¨®n escribieron sobre ¨¦l en la madrugada de este jueves 29 de diciembre, cuando se propag¨® por redes sociales y hasta Wikipedia la falsa noticia de su muerte. ¡°Es extra?o estar vivo para poder leer lo que la gente piensa de uno cuando cree que ha muerto¡±, dice por tel¨¦fono y entre risas Arbel¨¢ez, autor de Mi reino por este mundo, Pa?os menores, Nada es para siempre y otra decena de libros de poes¨ªa, cr¨®nica y ficci¨®n autobiogr¨¢fica.

En conversaci¨®n con EL PA?S, el fundador y uno de los ¨²ltimos representantes del movimiento nada¨ªsta reconoce que despu¨¦s del susto que le produjo enterarse de su falsa muerte, qued¨® con una rara sensaci¨®n de alegr¨ªa y gratitud. ¡°Estoy un poco consternado por la noticia de mi fallecimiento, pero tambi¨¦n feliz por la reacci¨®n de las personas. Me han enviado muchos mensajes de afecto. Creo que recibir, mientras se est¨¢ vivo, el amor de la gente que lo dio a uno por muerto es uno de los privilegios m¨¢s inesperados que puede tener una persona¡±.

Desde hace pocos d¨ªas, Arbel¨¢ez est¨¢ hospitalizado en una cl¨ªnica en Ch¨ªa, cerca de Bogot¨¢, por unos co¨¢gulos en los pulmones, pero su vida no ha estado ni est¨¢ en riesgo. El tratamiento ha funcionado como se esperaba y el poeta se siente muy bien de salud. ¡°Estoy perfecto. No tengo ning¨²n dolor¡°, dice. Y contin¨²a sin salir del asombro: ¡°Imag¨ªnate, llamaron de la principal emisora de Colombia para hacerle una entrevista al muerto. Yo estaba dormido cuando me mataron. Fui el primer sorprendido. Lo sent¨ª como una broma macabra o una mala interpretaci¨®n de alg¨²n amigo¡±.

¡ª ?De este episodio saldr¨¢n ideas literarias?, ?este acontecimiento inveros¨ªmil puede ser fuente de inspiraci¨®n?

¡ª Seguro, mucha gente me ha dicho que est¨¢ pendiente de mis pr¨®ximas columnas y cr¨®nicas. Incluso creo que de esto puede salir hasta una buena novela.

¡ª ?Que se llame Las horas en las que estuve muerto?

¡ª Correcto, o, mejor, Solo se vive dos veces.

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Hijo de Jotamario Arbel¨¢ez desmiente muerte de su padre

?Cu¨¢l fue el origen de la falsa muerte?

Salvador Arbel¨¢ez, uno de los hijos de Jotamario, explica a EL PA?S la cronolog¨ªa de la falsa muerte de su padre. ¡°Mi pap¨¢ est¨¢ hospitalizado desde hace unos d¨ªas por unos ex¨¢menes de protocolo; ayer en la tarde puso un mensajito de agradecimiento a la vida en su Facebook y cont¨® que estaba enfermo, pero que no era nada grave. Ese mensaje se multiplic¨®, se hizo viral y se fue tergiversando con el pasar de las horas¡±.

Salvador dice que la noticia se desencaden¨® cuando el poeta Juan Manuel Roca hizo una publicaci¨®n en su cuenta de Facebook lamentando el fallecimiento de su padre. Ese texto, a su vez, fue el origen para que otro poeta y amigo de ambos, due?o del restaurante Casa de Citas, en el barrio la Candelaria del centro de Bogot¨¢, pusiera un mensaje de condolencias que reprodujeron en casi todos los peri¨®dicos y las emisoras radiales del pa¨ªs. ¡°A las 6 de la ma?ana me despert¨¦ con mil llamadas y mensajes de condolencias en el celular. No entend¨ªa qu¨¦ estaba pasando, pero me angusti¨¦ mucho¡±, cuenta Salvador por tel¨¦fono.

Salvador llam¨® a su mam¨¢ y a su hermana, que hab¨ªan visitado a su padre en la noche anterior, para confirmar o desmentir la noticia, pero ninguna le contest¨®. Segu¨ªan dormidas. Entonces decidi¨® irse para la cl¨ªnica. Durante el recorrido en carro desde su apartamento en Bogot¨¢ hasta Ch¨ªa escuch¨® las noticias de la muerte de su pap¨¢ sin poderlo creer. ¡°Estuve una hora y media pensando que mi pap¨¢ estaba muerto¡±, dice Salvador. Y agrega: ¡°No puedo entender c¨®mo en la radio confirmaron la noticia de la muerte con un mensaje en Facebook en vez de llamar a la cl¨ªnica. Eso no es periodismo. Fue un irrespeto con nuestra familia¡±.

Salvador explica que en el peri¨®dico El Tiempo, el de mayor circulaci¨®n de Colombia y en el que su padre es columnista, publicaron un obituario largu¨ªsimo en el que contaban detalles de su vida, los premios que hab¨ªa ganado e incluso incluyeron un mensaje que Arbel¨¢ez le envi¨® hace unos d¨ªas a la persona que le recib¨ªa las columnas de opini¨®n, dici¨¦ndole que no pod¨ªa enviar su texto porque estaba enfermo. ¡°Mi mam¨¢ y mi hermana tambi¨¦n se asustaron mucho, pero ellas llamaron a la cl¨ªnica y les dijeron que todo estaba bien¡±.

Salvador cuenta que recibi¨® muchos mensajes de amigos y conocidos que despu¨¦s fueron desapareciendo, igual que las noticias en los medios de comunicaci¨®n que anunciaron la muerte de su padre. ¡°Ahora estamos muertos de la risa, ¨¦l y yo solos, recibiendo llamadas y leyendo mensajes de condolencias¡±, bromea Salvador. Unas horas despu¨¦s de su resurrecci¨®n, el poeta Jotamario Arbela¨¦z cuenta que en los pr¨®ximos meses la editorial del Fondo de Cultura Econ¨®mico publicar¨¢ su obra de poes¨ªa completa, desde 1960 hasta 2000, y que la editorial Sial Pigmali¨®n, de Espa?a, tambi¨¦n publicar¨¢ uno de sus libros de poes¨ªa. ¡°Estas son algunas de las expectativas bonitas que tengo en este momento¡±.

Arbel¨¢ez recuerda que en los ¨²ltimos a?os, adem¨¢s de algunas cr¨®nicas y de su columna en El Tiempo, se ha dedicado a escribir una especie de autobiograf¨ªa po¨¦tica de diez tomos que se llama Los d¨ªas contados. ¡°Cada tomo es sobre un tema distinto: la familia paterna, el movimiento nada¨ªsta, los viajes, las drogas, los libros, la revoluci¨®n, los amores, el sexo¡±.

Arbel¨¢ez gan¨® el Premio Nacional de Poes¨ªa La Oveja Negra en 1980, el premio de poes¨ªa Instituto Distrital de Cultura en 1999 y el Internacional de poes¨ªa Valera Mora, en Caracas, en 2008. Como la poes¨ªa siempre es premonitoria, a?os atr¨¢s Arbel¨¢ez ya hab¨ªa predicho la confusi¨®n de su muerte en el poema Poeta de Bolsillo: ¡°El d¨ªa de tu muerte / que no fue tal porque qu¨¦ otra cosa hab¨ªa sido tu vida, / corrimos tus horrendos amigos a buscar el poema / antes de enterrarte. / Al meter la mano al bolsillo / de tu gab¨¢n de poeta, / ese bolsillo estaba roto y por ah¨ª tu poema / se hab¨ªa ido como tu vida¡±.

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