Germ¨¢n C¨¢ceres: el asesino se escond¨ªa detr¨¢s de la barra de un bar
El polic¨ªa ecuatoriano, acusado de matar a su esposa, se dej¨® la barba y el bigote, subi¨® de peso y se bronce¨®. A pesar de todo, las autoridades lo reconocieron en un lugar tur¨ªstico de Colombia y lo expulsaron a Ecuador, donde podr¨ªa enfrentar 35 a?os de prisi¨®n
Uno de los hombres m¨¢s buscados en Ecuador se escond¨ªa detr¨¢s de la barra de un bar de un hostal en las playas de Palomino, en el norte de Colombia. Germ¨¢n C¨¢ceres sali¨® de su pa¨ªs por el puente de Rumichaca, al otro extremo de donde fue encontrado, y nadie lo detuvo. Logr¨® cruzar la frontera antes de que la justicia emitiera una orden de captura en su contra por el asesinato de su esposa, la abogada Mar¨ªa Bel¨¦n Bernal. C¨¢ceres escap¨® cuando todav¨ªa buscaban viva a Bernal, de 34 a?os, desaparecida el 11 de septiembre en la Escuela Superior de Polic¨ªa de Quito, donde ¨¦l era instructor. Cuando la encontraron muerta, tirada en una quebrada cerca a la estaci¨®n policial, el oficial ya hab¨ªa puesto en marcha su plan de huida. El 30 de diciembre fue capturado en La Guajira y esta semana fue expulsado de territorio colombiano.
A C¨¢ceres, de 29 a?os, lo esperaban en su pa¨ªs dos procesos con la justicia y una mam¨¢ que desde hace tres meses ten¨ªa atorada una pregunta en el pecho: ¡°?Por qu¨¦ mat¨® a mi hija, que lo amaba tanto?¡±. Elizabeth Otavalo aguardaba la llegada del exteniente para que le respondiera, pero no le permitieron acerc¨¢rsele. El acusado arrib¨® a Quito la tarde del 3 de enero, custodiado por un contingente de oficiales de la Interpol y oficiales de Colombia y Ecuador, y fue trasladado a la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad La Roca en Guayaquil.
El principal sospechoso de asesinar a la abogada Mar¨ªa Bel¨¦n Bernal intent¨® cambiar su apariencia f¨ªsica: se dej¨® la barba y el bigote, subi¨® de peso y se ve¨ªa m¨¢s moreno que en las fotos con que las autoridades le buscaban, vestido de traje y con el pelo corto. La primera alerta de que hab¨ªa huido a Colombia, salt¨® a los pocos d¨ªas de que la polic¨ªa ecuatoriana confirm¨® que hab¨ªa escapado. La noche del 29 de septiembre, en redes sociales circul¨® la noticia de que hab¨ªa sido detenido en La Hormiga, en la frontera con Ecuador. Pero pronto, las autoridades tuvieron que desmentirla, todav¨ªa no hab¨ªan logrado atrapar al presunto feminicida, por quien ofrec¨ªan una recompensa de 20.000 d¨®lares.
Germ¨¢n C¨¢ceres enfrenta un proceso penal por el asesinato de Mar¨ªa Bel¨¦n, que entr¨® la madrugada del 11 de septiembre del a?o pasado a la Escuela Superior de Polic¨ªa de la capital ecuatoriana, donde esa noche ¨¦l estaba de turno. Seg¨²n los registros, Bernal ingres¨® minutos despu¨¦s de la medianoche en su veh¨ªculo y al d¨ªa siguiente su esposo sali¨® de la instituci¨®n en el mismo carro sin registrar la salida de Mar¨ªa Bel¨¦n. Tras 11 d¨ªas de b¨²squeda, sus restos fueron hallados en la quebrada de un cerro que est¨¢ a espaldas del centro policial. Otros dos oficiales son se?alados de haber escuchado que Bernal ped¨ªa auxilio y no hacer nada para ayudarla.
C¨¢ceres tambi¨¦n es investigado por el presunto delito de fraude procesal. La Fiscal¨ªa indaga posibles irregularidades en la Escuela de Polic¨ªa, que esa noche permiti¨® la entrada de una civil fuera del horario establecido, y viol¨® todos los protocolos que se supon¨ªa que hab¨ªa en el cuartel. La Fiscal¨ªa ha recogido testimonios para intentar reconstruir lo que pas¨® esa noche. ¡°Estaban discutiendo. Se escuchaban golpes y ella gritaba auxilio, me matan¡±, ha asegurado un cadete, que dice haber o¨ªdo a C¨¢ceres arrastrar algo por el piso. ¡°Daba dos pasos y se escuchaba que algo golpeaba las gradas, cada dos pasos golpes en las gradas¡±. Otro testigo ha dicho que vio al oficial subiendo a un carro un bulto envuelto en una cobija.
El feminicidio de Bernal fue el crimen que termin¨® de romper la paciencia de las ecuatorianas que, para septiembre, cuando se conoci¨® la noticia, ya sumaba 264 asesinatos a mujeres. Los grupos feministas y de derechos humanos salieron a las calles a pedir justicia. El pa¨ªs se contagi¨® de la misma indignaci¨®n y le exigi¨® respuestas al Gobierno, que maniobraba para controlar el estallido al interior de la estructura policial por una cadena de omisiones en el caso de la abogada, que todav¨ªa no se han esclarecido. Despu¨¦s del hallazgo del cuerpo de la mujer, el presidente, Guillermo Lasso, anunci¨® remover del cargo al ministro del Interior, Patricio Carrillo, le dio una semana al comandante de Polic¨ªa para encontrar a C¨¢ceres y pidi¨® la destituci¨®n de dos generales por sus omisiones en el caso. Tres meses despu¨¦s, todos contin¨²an en sus cargos.
C¨¢ceres podr¨ªa enfrentar una pena m¨¢xima por feminicidio, que son 26 a?os de prisi¨®n, y otros ocho a?os por fraude procesal por esconder el cuerpo de la v¨ªctima. En total, 35 a?os, la m¨¢xima condena en la ley ecuatoriana. Antes de fugarse a Colombia, el expolic¨ªa declar¨® a la justicia que la ¨²ltima vez que vio a su esposa fue cuando la dej¨® en una calle de Quito para que cogiera un taxi. Seg¨²n ¨¦l, ambos salieron de la comisar¨ªa de polic¨ªa al mismo tiempo, pero el hallazgo de una sandalia y el bolso de la mujer en la estaci¨®n desbarat¨® su versi¨®n y lo convirti¨® en uno de los hombres m¨¢s buscados de Ecuador.
Con informaci¨®n de Carolina Mella, desde Ecuador.
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