El Gobierno y el ELN vuelven a dialogar en Caracas para tratar de zanjar la crisis
Una caravana humanitaria con delegados del proceso, representantes de la comunidad internacional y ONG recorrer¨¢ los territorios m¨¢s golpeados por la guerra
Los negociadores del Gobierno y del ELN se ver¨¢n este mi¨¦rcoles de nuevo las caras en el hotel Eurobuilding de Caracas, en una reuni¨®n extraordinaria en la que se intentar¨¢ zanjar la crisis que se gener¨® a ra¨ªz de que Gustavo Petro anunciara un alto al fuego que en realidad no hab¨ªa sido acordado. Los dirigentes de la guerrilla se tomaron como una afrenta que el presidente no los hubiera consultado y exigieron este encuentro en Venezuela antes de continuar las conversaciones en M¨¦xico. El malentendido ha puesto por primera vez una mancha sobre el proceso, al que se agarra Petro con todas sus fuerzas para iniciar una pacificaci¨®n en todo el pa¨ªs.
No es f¨¢cil calcular la magnitud de la crisis. El Alto Comisionado para la paz, Danilo Rueda, dijo que no exist¨ªa tal cosa. Sin embargo, el ELN ha utilizado esa palabra para referirse al momento por el que pasan las partes, que negocian desde noviembre un acuerdo de paz que consiga, en ¨²ltima instancia, que la guerrilla abandone las armas despu¨¦s de 60 a?os de lucha contra el Estado colombiano. En un comunicado y en una revista propia, el ELN dijo que Petro no respet¨® los procedimientos ni los tiempos de la mesa conjunta de negociaci¨®n, que es en donde se tiene que anunciar un acuerdo como ese. Es decir, Petro fue por libre, hizo la guerra por su cuenta, una forma de actuar que encaja mucho con su personalidad.
Y lo volvi¨® a hacer hace unos d¨ªas, cuando en Twitter, donde el presidente expresa opiniones muy firmes, le plante¨® a la guerrilla que deb¨ªa elegir el camino de Camilo Torres Restrepo, un cura guerrillero del ELN convertido en mito por su defensa de los pobres, y no el de Pablo Escobar, el narcotraficante que le plante¨® un pulso al Gobierno colombiano en los noventa. Es la forma m¨¢s contundente a la que se ha referido al ELN desde que es presidente, sin duda. Esa tesis que esgrime defiende que la guerrilla ha derivado con el paso de los a?os en un grupo armado criminal, cada vez menos ideologizado. Es m¨¢s, las causas que defiende el ELN, en realidad, son casi id¨¦nticas a las que ha planteado en campa?a el Pacto Hist¨®rico, la coalici¨®n de izquierdas que lidera Petro. El presidente invita a los dirigentes a hacer pol¨ªtica sin fusiles, que hagan el mismo camino que ¨¦l hizo en su d¨ªa, de las armas al Congreso ¡ªPetro milit¨® en una guerrilla urbana muy popular llamada M-19¡ª.
Este peque?o traspi¨¦s ha venido a recordarle a todo el mundo que la negociaci¨®n no ser¨¢ f¨¢cil. Petro sabe que otras crisis, otros equ¨ªvocos, est¨¢n a la vuelta de la esquina. Un acuerdo de paz tiene algo de campo minado. Pero ¨¦l quiere que se resuelva cuanto antes este tema en Caracas, aunque se lleve por el camino un tir¨®n de orejas por apresurarse. Seg¨²n la gente que le rodea, el presidente se aceler¨® preocupado por las tasas de homicidios en los territorios, la Colombia donde m¨¢s se sufre el conflicto armado. A la postre, los lugares que m¨¢s votaron por ¨¦l. Considera que urge llegar a un acuerdo con todos los grupos, no solo con el ELN, aunque este es el m¨¢s importante de todos.
En paralelo, se va a implementar estos d¨ªas uno de los acuerdos de la mesa. Una caravana con delegados, representantes de la comunidad internacional y organizaciones de la sociedad civil recorrer¨¢ las zonas del Pac¨ªfico llevando alivios humanitarios. Visitar¨¢ las regiones m¨¢s pobres y m¨¢s castigadas por la guerra, donde hay comunidades que no pueden salir al exterior al haber quedado en medio de enfrentamientos entre guerrilleros, paramilitares y ej¨¦rcito. Sin polic¨ªa ni ej¨¦rcito, la comitiva ir¨¢ escoltada por guardias ind¨ªgenas que no cargar¨¢n armas de fuego. ¡°El objetivo es realizar un diagn¨®stico inicial de la situaci¨®n humanitaria en esta regi¨®n, con el objeto de establecer cu¨¢les son las condiciones para que, en un horizonte cercano, las comunidades puedan salir del confinamiento o, en los casos en que haya habido desplazamiento forzado, retornar a sus territorios bajo los principios de voluntariedad, dignidad y seguridad¡±, dice un comunicado.
Este tipo de iniciativas son una novedad en un proceso de paz, donde hist¨®ricamente no se implementan los acuerdos hasta la firma final ¡ªla m¨¢xima de que nada est¨¢ acordado hasta que todo est¨¢ acordado¡ª. Aqu¨ª, en cambio, se van desarrollando a medida que haya consenso. Esas ganas por cumplir, por reducir los homicidios, son las que llevaron a Petro a equivocarse al anunciar el alto al fuego. Sus prisas son su fortaleza en unos procesos que tienden a eternizarse, pero tambi¨¦n el impulso que le puede llevar a cometer errores.
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